Louis Hector Berlioz

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Louis Hector Berlioz 1803-1869

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Hector Berlioz (La Côte-Saint-André, Francia), fue un compositor, director de orquesta, teórico y crítico musical francés reconocido en gran parte por sus composiciones, así como por su Traité d'Instrumentation et d'Orchestration (1844).

En 1821, siendo un joven, se trasladó a París para estudiar medicina; carrera que no terminaría, a pesar de la desaprobación de su padre, por el rechazo que le provocaron ciertas prácticas quirúrgicas. Así, Berlioz comenzaría los estudios de música. Estudió en el Conservatorio de París, composición y ópera, quedando muy impresionado por la obra e innovaciones de su maestro Jean-François Lesueur. Al poco tiempo se vio identificado con el movimiento «romántico» francés. Entre sus amigos estaban los escritores Alejandro Dumas, Victor Hugo, Honoré de Balzac y Eugène Delacroix. Sus dotes compositivas comenzaron pronto; en 1830 compuso su famosa Sinfonía Fantástica, una obra del todo innovadora por caracterizarse por ser música programática (requería que los oyentes leyeran un folleto con su argumento antes del concierto). El mismo año del estreno de su Sinfonía, Berlioz obtuvo el Premio de Roma, gracias a la cual residiría en Roma durante dos años para estudiar ópera italiana.

A lo largo de su vida, Berlioz fue más reconocido como director de orquesta que como compositor. Periódicamente daba ciclos de conciertos en Alemania e Inglaterra. En uno de sus viajes conoció al violinista N. Paganini, quien quedó tan fascinado por el talento compositivo de Berlioz que le ofreció una importante suma de dinero para que le escribiera una obra para viola (la sinfonía concertante, basada en versos de Lord Byron, Childe-Harold's Pilgrimage. Asimismo, otra figura que quedó entusiasmado con el compositor y director de orquesta francés fue Richard Wagner, en el estreno de la sinfonía dramática Romeo y Julieta. En 1840, el gobierno francés le encargó la composición de una obra que conmemorase los diez años de la Revolución de 1830. Así nace su Grande symphonie funèbre et triomphale, estrenada bajo la conducción del mismo compositor en la plaza de la Bastilla.

En general, Berlioz estuvo muy influido por la literatura de la mano de Thomas de Quincey, Gérard de Nerval, Gordon Byron o Shakespeare; así como también por la música de Beethoven, Gluck, Mozart, Étienne Méhul, Carl Maria von Weber y Gaspare Spontini. En 1844, compuso la primera obra que se conoce para saxofón (el sexteto Canto Sagrado), estrenada el 3 de febrero de ese año bajo la batuta del propio Berlioz y con el mismísimo fabricante del instrumento, Adolphe Sax.

Su «Gran tratado de instrumentación y orquestación moderna» estableció su reputación como maestro de la instrumentación. De ahí estudiarían directores de orquesta como Mahler y Richard Strauss, y serviría como modelo para el libro de Rimski-Kórsakov, autor que asistió como estudiante de música a los conciertos de Berlioz en Moscú y San Petersburgo.