Representantes de los pueblos originarios, núcleos agrarios, productores, expresiones culturales y ambientales de Xochimilco, entregaron el bastón de mando a Clara Brugada, candidata de la coalición "Sigamos Haciendo Historia", quien ratificó su compromiso para reivindicarles, al afirmar que en su futuro gobierno en la Ciudad de México estas comunidades tendrán prioridad a través del gran plan de justicia que implementará junto con ellos.

La candidata de Morena-PT-PVEM, expuso ante los y las representantes de los pueblos y barrios originarios y núcleos agrarios de la ciudad, una serie de compromisos, entre los que destacan construir el Hospital General de Xochimilco, así como fortalecer la identidad cultural de todos los pueblos originarios a través de un gran programa que difunda en toda la capital el peso cultural y milenario de estas comunidades. 

Aseguró que impulsará por consenso un diseño urbano propio de los pueblos y barrios originarios, que permita reforzar la identidad diferente a la ciudad. Asimismo, expresó que uno de sus lemas al asumir el gobierno de la Ciudad de México será: "es un orgullo ser de pueblo originario".

Clara Brugada asumió el compromiso de reconocer y respetar a las autoridades de los pueblos originarios y comunidades indígenas, como sujetos colectivos de derecho. "Se garantizarán sus prioridades como parte de los planes de desarrollo", subrayó.

Externó su compromiso para implementar un gran plan de justicia para cada uno de los pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México, a fin de garantizar que ninguna localidad quede abandonada en servicios y derechos en su gobierno. 

"Un plan de justicia con diagnóstico y planeación participativa, no un plan de imposición, un plan construido de la mano de cada pueblo originario", resaltó.

Brugada Molina dijo que garantizará a estas comunidades originarias de la capital, el acceso a derechos como la salud, la educación, a la cultura, al medio ambiente sano, a la sustentabilidad de sus recursos naturales.

Reiteró que aplicará toda la fuerza del Estado contra la tala ilegal y clandestina del bosque de agua, además de que no permitirá ninguna invasión de las áreas naturales e impulsará cero crecimiento de la mancha urbana en el suelo de conservación.