Sé lo que estás pensando…
«Las hojas perennes son las que no se caen, ¿verdad?»
Pues no.
No es tan simple como eso.
En realidad, las hojas perennes no existen como tal.
Existen las plantas de hoja perenne.
Y déjame decirte que entender esto es algo que realmente importa, por la siguiente razón:
A todos los árboles se les caen las hojas
Sí, así como lo oyes. Tanto a los árboles de hoja perenne como a los árboles de hoja caduca se les caen las hojas. La diferencia reside en el cómo se caen. A las plantas de hoja perenne se les caen gradualmente durante todo el año, de manera que siempre conservan su follaje. Por otro lado, las de hoja caduca pasan por una estación en la que pierden el follaje.
Verás, las plantas de hoja perenne son aquellas que conservan las hojas verdes todo el año, aunque estas se vayan renovando.
Digamos que son como los pelos de tu cabeza.
Generalmente las hojas perennes tienen una vida superior a los dos años.
Dicho esto, aquí abajo te dejo una lista muy completa con los principales árboles de hoja perenne.
¡Vamos a ello!
Encina o carrasca (Quercus ilex)
La encina o carrasca (Quercus ilex) es un árbol del bosque mediterráneo perfecto para reforestar.
También es de los árboles resistentes al calor y al frío intenso, así como capaz de soportar fuertes sequias gracias a las características de sus hojas perennes.
Otros árboles de la familia Quercus son de hoja caduca como el roble, o de hoja marcescente como el melojo o rebollo. El fruto de la encina es la bellota, que tiene una forma un tanto alargada, a diferencia de las bellotas provenientes de otros árboles.
¡Al final de este artículo te cuento lo que es la hoja marcescente!
Sea como sea, las hojas de la encina son pequeñas y duras, cubiertas de cera por el haz y de pilosidad en el envés. Además son capaces de abrir y cerrar los estomas (poros) de las hojas según las condiciones climáticas, para evitar la pérdida de agua.
La encina tiene un gran valor ecológico por su producción de bellotas, que sirven de alimento para la fauna.
Acebo (Ilex aquifolium)
El acebo (Ilex aquifolium) es un árbol que puede llegar medir de 6 a 15 metros de altura, y necesita un ambiente fresco y húmedo. Por lo que suele encontrarse en el interior de bosques de otros árboles más altos.
Sus hojas de un color verde oscuro y brillante en el haz son coriáceas. Las de los árboles jóvenes y las de las ramas más bajas tienen el borde muy espinoso para protegerse de los herbívoros.
El fruto son unas bolitas que en octubre o noviembre se ponen de un color rojo vivo y permanecen en el árbol casi todo el invierno.
Resulta un árbol muy bonito, que podría ser considerado como árbol ornamental, cuyas ramas se pusieron de moda como decoración navideña.
Aunque actualmente el acebo está ahora muy protegido, y totalmente prohibido cortar sus ramas.
Olivo (Olea europaea)
El olivo (Olea europaea) es otro gran árbol mediterráneo que nos da las aceitunas con las que se produce el aceite de oliva, base de la saludable dieta mediterránea.
Quizá no lo sabías, pero es un árbol que puede vivir muchísimos años.
Tiene un tronco grueso y retorcido que no alcanza mucha altura.
Sus hojas de color verde grisáceo son coriáceas y de forma lanceolada con el ápice algo puntiagudo.
El acebuche (Olea oleaster) es la variedad silvestre del olivo. Tiene un porte más arbustivo y sus hojas y frutos son más pequeños.
En la mitología romana el olivo estaba consagrado a la diosa Minerva y actualmente está considerado universalmente como el símbolo de la paz.
Algarrobo (Ceratonia siliqua)
El algarrobo (Ceratonia siliqua) es un árbol mediterráneo de hoja perenne, muy rústico y resistente a la sequía, perteneciendo a la familia de las leguminosas.
Es un árbol de crecimiento lento y alcanza la plena productividad a los 15 años de su plantación.
Sus hojas, de color verde oscuro y margen entero, son compuestas y paripinnadas. Es decir que sus hojuelas nacen opuestas de dos en dos.
Produce las algorrobas o garrofas, unas vainas de color castaño algo curvadas, que sirven para alimentar y para elaborar productos dietéticos, entre muchos otros usos.
Laurel (Laurus nobilis)
El laurel (Laurus nobilis) es un árbol originario de la cuenca del Mediterráneo.
Como todos los árboles de esa zona es bastante resistente a la sequía, pero lo mejor del laurel es sin duda sus propiedades aromáticas y medicinales.
Si te interesa su cultivo, que sepas que no es muy difícil (incluso en maceta para tu casa). Te recomiendo mirar mi guía para plantar y cuidar laurel.
Tiene el tronco recto con la corteza lisa de color grisáceo. Las hojas son de color azulado, forma lanceolada con el ápice bastante agudo, y algo coriáceas.
Las hojas del laurel son muy aromáticas por lo que se utilizan mucho como condimento en la cocina.
Naranjo amargo (Citrus x aurantium)
El naranjo amargo o naranjo agrio (Citrus x aurantium) es un árbol cítrico muy plantado en patios y calles de las ciudades por sus bellas y fragantes flores de azahar.
Además, tiene un tamaño muy contenido que no alcanza más de los 8 metros de altura.
Sus hojas, de un color verde oscuro brillante, forman una densa copa.
Resulta ideal como árbol ornamental y de sombra en lugares con un espacio reducido.
Aunque si tú quieres un árbol de sombra, lo mejor es que eches un vistazo a mi lista-recopilatorio de los mejores árboles de sombra de todos los tamaños.
Ciprés común (Cupressus sempervirens)
El ciprés común (Cupressus sempervirens) es una conífera originaria del este del Mediterráneo. Es muy típico en las imágenes de la Toscana italiana.
Es un árbol que puede vivir muchísimos años. Algunos ejemplares están datados como que tienen más de 1.000 años de vida.
Sus hojas son escuamiformes, cubiertas de una especie de escamas, y forman una densa copa de color verde oscuro.
Puede presentar dos formas distintas:
- Horizontalis: Con las ramas extendidas de forma similar a la de los cedros.
- Stricta o Pyramidalis: Con forma de columna que puede alcanzar gran altura.
La forma Stricta es la que la mayoría asocia al ciprés y la que tiene una gran simbología funeraria, siendo muy habitual verlos en los cementerios.
Sabina albar (Juniperus thurifera)
La sabina albar (Juniperus thurifera) es otro árbol de la familia de las cupresáceas propia del Mediterráneo occidental.
Comparte algunas características con el ciprés como una gran longevidad, hojas escuamiformes y una copa densa y oscura. Aunque no alcanza la gran altura que puede tener el ciprés.
Es muy resistente a las temperaturas extremas, tanto de calor como de frío, y soporta sequías muy fuertes con mínimas precipitaciones gracias a sus potentes raíces.
Es una especie dioica, lo que significa que hay ejemplares macho y ejemplares hembra.
Además, resulta interesante el hecho de que es un árbol de crecimiento muy lento con una madera de gran dureza que no se pudre, por lo que es muy apreciada para la fabricación de postes y vigas.
Tejo (Taxus baccata)
El tejo (Taxus baccata) es una conífera de hojas aciculares, perteneciente a un grupo muy antiguo que apareció en el periodo Jurásico.
Es un árbol de crecimiento muy lento y con una extraordinaria longevidad, que puede llegar a los 5.000 años.
Se distribuye en zonas montañosas con clima húmedo y fresco, normalmente con ejemplares aislados entre árboles de otras especies.
La corteza y las hojas del tejo contienen taxina, una sustancia muy tóxica que puede ser mortal… aunque paradójicamente también podría tener potentes capacidades medicinales.
El tejo era un árbol sagrado para las tribus celtas que poblaban Europa occidental antes del dominio de Roma.
Secuoya roja (Sequoia sempervirens)
La secuoya roja o secuoya de California (Sequoia sempervirens) es la conífera que puede alcanzar mayor altura.
¡Más de 100 metros con un diámetro de hasta 8 metros!
Pertenece a la familia de las cupresáceas y tiene una gran longevidad. Al ejemplar más antiguo conocido se le calcula una edad de unos 3.200 años.
Tiene un tronco recto con una gruesa corteza de color rojizo. Las ramas salen horizontalmente del tronco, algo curvadas hacia abajo.
Las hojas son lineares y están extendidas a lo largo del tallo como si estuvieran adheridas por la base. Son de color verde oscuro en el haz y tienen dos bandas de color blanco azulado en el envés.
Pinsapo (Abies pinsapo)
El pinsapo (Abies pinsapo) es una especie de abeto que se localiza principalmente en las sierras de Málaga y Cádiz, aunque se ha conseguido que prospere en algunas repoblaciones en otros puntos de la península ibérica.
Tiene un bonito porte piramidal con las ramas dispuestas a modo de pisos o niveles.
Las hojas son aciculares y se disponen de forma cilíndrica, como una escobilla limpiatubos.
Las piñas son grandes de forma cilíndrica y están sentadas sobre las ramas. Cuando maduran se deshacen para dejar libres los piñones.
Cedro (Cedrus)
Los cedros (Cedrus) son un género de coníferas que pueden alcanzar gran tamaño con una copa de forma cónica. Son muy utilizados para plantar en parques por su valor ornamental.
Existen cuatro especies de cedros, destacando el cedro del Líbano (Cedrus libani), árbol emblema del país y que hasta sale en su bandera.
La madera de cedro es muy olorosa, duradera y resistente a los ataques de los insectos. Por lo que es muy valorada para la fabricación de muebles y la artesanía.
Su resina y sus aceites esenciales son muy apreciados por sus propiedades antisépticas y protectoras.
Pino (Pinus)
Existen más de 100 especies de pino adaptadas a todo tipo de clima. Unas son capaces de resistir fuertes sequias y otras son capaces de resistir fríos intensos.
Si quieres conocer más sobre los tipos de pino, puedes leer mi artículo completo sobre ello:
Todos los tipos de pino por continente.
Son coníferas de hoja acicular. Aunque el tamaño, color y forma de las acículas y las piñas varía mucho de una especie de pino a otra.
Magnolia (Magnolia grandiflora)
La magnolia (Magnolia grandiflora) es un árbol originario del sureste de los Estados Unidos pero actualmente muy extendido por su uso como árbol ornamental.
Puede crecer hasta más de 30 metros con una copa densa formada por grandes hojas perennes, de hasta 20 cm de largo por 10 de ancho. Son de textura coriácea y tienen un color verde oscuro muy brillante con el borde entero.
Las flores de la magnolia son espectaculares.
Son flores de color blanco que pueden medir hasta 30 cm de diámetro. Como ya te digo, resultan preciosas y elegantes. Aquí tienes un buena foto.
Braquiquito (Brachychiton)
El braquiquito o árbol botella (Brachychiton populneus) es un árbol de tamaño mediano originario de Australia muy utilizado como ornamental en lugares cálidos y secos.
En la península ibérica se puede ver mucho por Andalucía y el Levante.
Algunos tipos de Brachychiton, como el Brachychiton rupestris, son muy capaces de prosperar donde llueve muy poco, gracias al engrosamiento de su tronco, donde almacena agua, adquiriendo su tronco forma de botella.
Roble australiano o árbol de fuego (Grevillea robusta)
El roble australiano o árbol de fuego (Grevillea robusta) es otra árbol de origen australiano muy utilizado como ornamental. A diferencia del árbol botella puede alcanzar bastante altura, de 18 a 35 metros.
Es un árbol de crecimiento rápido, con un tronco recto y delgado y una copa que le dan un porte columnar.
Las hojas son grandes y bipinnadas, parecidas a las de los helechos, de color verde oscuro en el haz y plateado en el envés.
Las flores de color naranja dorado son muy llamativas y exóticas.
La imagen que ofrece el árbol durante la floración es lo que le da uno de sus nombres comunes (árbol de fuego).
Mimosa (Acacia baileyana)
La mimosa (Acacia baileyana) es un árbol de la familia de las leguminosas también originario de Australia.
En ese continente hay más de 1.000 especies de acacias.
¡Una pasada!
Como muchas especies australianas, es muy resistente a las altas temperaturas y a la sequía.
No suele superar los 8 metros y admite perfectamente las podas de árboles, por lo que resulta ideal para jardines pequeños. Además, a diferencia de otras acacias, la mimosa no tiene espinas.
Sus hojas perennes son compuestas por estrechos foliolos muy juntos, de un color verde azulado. Dan la impresión de ser una pluma.
Florece en enero, y su floración de un intenso color amarillo resulta espectacular al cubrir totalmente la copa del árbol.
Eucalipto (Eucalyptus)
El eucalipto es originario de Australia y Nueva Zelanda, pero el cultivo de alguna de sus variedades se ha extendido por muchas zonas del planeta por su rápido crecimiento.
Aunque en realidad existen más de 700 especies de eucalipto, de distintos tamaños y características.
Si te gustaría conocer más sobre los tipos de eucalipto, te recomiendo este genial artículo que he escrito sobre ello:
Tipos de eucalipto con fotos y características.
Alcanforero (Cinnamomum camphora)
El alcanforero (Cinnamomum camphora) es un árbol originario del Extremo Oriente, perteneciente a la familia de las lauráceas, que puede alcanzar hasta los 20 metros de altura.
Es muy plantado por amplias zonas del planeta por su hermosa y frondosa copa perenne, formada por hojas ovaladas y acuminadas, de un color verde brillante.
Es un árbol de crecimiento rápido pero para su buen desarrollo necesita una temperatura suave sin heladas.
De su madera y sus hojas se extrae el aceite de alcanfor, de uso antiséptico, antiinflamatorio, expectorante y otros muchos otros.
Aligustre arbóreo (Ligustrum lucidum)
El aligustre (Ligustrum lucidum) es un árbol originario de China que se adapta muy bien a cualquier suelo y clima, por lo que actualmente está distribuido por muchos sitios.
Tiene una copa redondeada y densa gracias a sus hojas perenes de color verde oscuro. Produce unas bayas redondas de color azul muy oscuro y brillante.
Por su pequeño tamaño y su gran resistencia a las podas y a la contaminación urbana es un árbol muy utilizado para plantar en las calles estrechas de las ciudades.
Ventajas de las hojas perennes
En los lugares fríos hay pocas horas de luz en invierno. La luz es necesaria para que las hojas realicen la fotosíntesis. A los árboles no les compensa el gasto energético que supone conservar las hojas, y las pierden entrando en un periodo de reposo.
Entonces…
¿Por qué hay árboles de hoja perenne?
Recuperar todo el follaje requiere un gran consumo de nutrientes y especialmente de agua.
Así que algunas plantas han creado otros mecanismos de adaptación para resistir los periodos desfavorables conservando las hojas.
Por ejemplo:
Los árboles de hoja perenne de climas secos tienen hojas pequeñas, duras, cubiertas de cera y con pilosidad en el envés.
Además algunas son capaces de abrir y cerrar los estomas de las hojas según las condiciones ambientales para evitar la pérdida de agua por transpiración.
Al cerrar sus estomas como si la hoja prácticamente entrara en letargo.
Todas esas características les permiten adaptarse al frio del invierno y al calor del verano, a la radiación intensa del sol y a los periodos de sequía.
Por su lado, las coníferas tienen hojas aciculares (en forma de aguja) o escuamiformes (cubiertas de escamas) con muy poca superficie foliar.
Estos tipos de hoja les permiten resistir el invierno manteniendo su follaje.
¿Son todas las coníferas de hoja perenne?
Ahora te cuento una creencia común que no es del todo cierta.
Muchas personas creen que todas las coníferas son de hoja perenne, pero algunas especies como los alerces son de hoja caduca.
Además, existen muchísimas especies que no son coníferas ni cupresáceas y que son también de hoja perenne.
Por ejemplo, así son casi todas las especies que habitan las selvas tropicales, lugares de clima cálido con precipitaciones muy frecuentes durante todo el año.
¡Son miles de especies!
Pero ojo, también hay numerosas especies de hoja perenne en zonas de clima seco como el Mediterráneo o Australia.
Otros tipos de hojas además de las perennes
Además de las hojas perennes, existen otros tipos de adaptación a las condiciones climáticas que diferentes plantas consiguen mediante sus hojas u otros factores.
Aquí abajo te cuento.
Hojas marcescentes
Las hojas marcescentes son las que se secan cuando se acerca el invierno, pero no se caen del árbol hasta que salen las nuevas hojas en la siguiente primavera.
Es un sistema de protección frente a las heladas tardías puesto que las viejas hojas secas protegen del frio a las yemas que formarán las nuevas hojas.
También las protegen de ser comidas por los herbívoros gracias a su mal sabor.
Hoja semicaduca
Las plantas de hoja semicaduca son los que pueden conservar todo el follaje si las condiciones son favorables, o perderlo total o parcialmente si son desfavorables.
Un árbol de este tipo dependiendo del clima de su zona puede conservar sus hojas todo el año o perderlas en la estación desfavorable.
Plantas anuales, bianuales y perennes
Ojito con confundir «plantas de hoja perenne» con «plantas perennes».
Las plantas perennes son las que viven más de dos años.
A diferencia de las plantas anuales o bianuales que solo viven uno o dos años respectivamente.
Estoy hablando de que la planta muera, no de que sin quede sin hojas durante el invierno. ¡Son conceptos que no tienen nada que ver!
Para ti, mi ebook gratis
Espero que este artículo sobre árboles te haya sido de utilidad, y por supuesto te animo a compartirlo porque así me ayudas a traer más personas a Gracias Naturaleza. ¡Muchas gracias!
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Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo
Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.