IMPERIO JAPONES | Organización social, política, economia y religion

Imperio Japones

En el siglo VII a.c. el emperador Jinmu, fundo lo que se conoce como Imperio Japonés. Se encontraba ubicado a lo largo de la costa este del continente asiático del océano Pacífico, ocupando un territorio de 374.744 Km2, que a su vez está conformado por más de seis mil islas.

Fue durante la Primera Guerra Mundial que Japón solidificó su posición en el Lejano Oriente al desplegar la armada más poderosa de Asia.

Mapa del Imperio Japones

Mapa Imperio Japones

Organización política de los japoneses

Aunque se nombraba un Emperador, éste no ejercía el gobierno, era más bien un medio para controlar al pueblo, es decir con fines de organización social. Después del siglo IX, la influencia del emperador comenzó a aminorarse y con el tiempo del shogun (título que significa “jefe de tropas contra bárbaros”) empezaron a tener autoridad en el aspecto político. En la teoría quedaba establecido que era el emperador quien designaba a los shogun, pero en la práctica, estos eran los que ejercían poder en Japón.

En 1867, tras largo tiempo de gobierno en Japón, el bakufu (gobierno del shogun) confirió sus poderes al emperador. En ese año, el emperador Meiji, subió al poder en Japón. Luego, dictaminó una ley para sus súbditos por medio de la que dejaba claro que el emperador era un ente “sagrado e inviolable”. Dicho precepto estipulaba que los respectivos ministros de estado estaban bajo obligación de dar su consejo y ayuda al emperador, además, asumían la responsabilidad por las decisiones que acordaban. En resumidas cuentas, significaba que el mando no recaía sobre el emperador, sino sobre su consejo de ministros. Mientras tanto a la gente común se le idealizaba al emperador como un dios con poder absoluto sobre la nación.

De esta manera, la clase dirigente se valía de la divinidad tradicional del emperador con la finalidad de subyugar al pueblo. Las guerras en las que participó activamente Japón durante el siglo XX se pelearon en nombre del emperador, a quien el pueblo tenía por dios con poderes milagrosos.

Organización social de los japoneses

Claramente por encima del 'pueblo' pero por debajo de la dinastía del emperador, existian algunas categorías sociales que dominaban de una u otra forma al imperio japonés, ya sea con influencias o con cargos directos. Entre ellas, destacamos:

  • Kuge: La aristocracia cortesana, la cual se ubicaba en la capital del imperio o alrededor de ella. Dentro de los Kuge comunes se encontraban los parientes menos directos del Emperador y sus respectivas familias, los seguirían los nobles de la Corte; y después los cortesanos. Mientras que en la parte más sobresaliente de la escala social estaban los Kuge Imperiales, representados el Emperador a la cabeza y su familia le seguían.
  • Buke: Era la nobleza militar o los Samurái que eran los guerreros de renombre. Los Jizamurai eran samuráis que habían descendido en la escala social por ser pobres y que tenían que buscar otra profesión, ya fuera como granjeros u otra labor. Finalmente, los Ronin, estos eran símbolo de terror en la población, pues en su mayoría se dedicaban a resolver asuntos turbios, hecho que les hacía ser de la más baja clase.
  • El Clero: La denominación social de este grupo realmente se le asimila a la de los Buke. La diferencia estribaba en que eran considerados como análogos en todos los estratos sociales; por eso, si un trabajador del campo se convertía en parte del clero, podía relacionarse con un los nobles imperiales o con los miembros de la corte. Sin embargo, si a quienes estaban no pertenecían de esta clase social no disfrutaba de tales privilegios y se les tenía prohibido tomarse libertades al respecto.
  • Bonge: Representaba a la clase vulga, o trabajadora, con una amplio variedad de ocupaciones y posiciones, podían desempeñar labores de artesanos o agricultores campesinos. En los Bonge, la clase superior eran aquellos que se dedicaban al cultivo y cuidado de la tierra, es decir por los agricultores o granjeros. Muy de cerca a este grupo le seguían los artífices, aquellos los que trabajaban en el ámbito del entretenimiento (ya fueran actores o geishas), y finalmente los comerciantes.
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Territorios del Imperio Japones

A partir del año 1895, Japón se alzó como un imperio poderoso que controlaba las islas del pacífico y el oriente del continente asiático. No obstante, después de la Primera Guerra Mundial, el imperio japonés recibió la administración de las islas ubicadas en la parte sur del océano pacífico por parte de la Liga de Naciones, lo cual incluía las Islas Marianas, Palaos, Micronesia, y Marshall.

Anteriormente, estas islas habían estado bajo el control alemán, al estar en bandos opuestos durante la primera guerra mundial, el imperio nipón buscó la manera de igualar el control que ya Alemania tenía sobre los territorios occidentales de Asia. Por lo tanto, en un momento en el que los alemanes concentraban sus esfuerzos en Europa, estos aprovecharon de tomar el control de China, así como también las islas que estaban bajo su control.

Al finalizar la guerra y ser derrotados los alemanes, el tratado de Versalles confirmó el poder de Japón, y añadiendo además a su imperio Taiwán y Corea. Durante el inicio del siglo XX, específicamente en la década de los años 20, se inició una campaña de culturización que intensificó el dominio japonés en estos territorios. Por ejemplo, se generalizó la enseñanza del idioma japonés como oficial, mientras que el sintoísmo se esparció al construirse un buen número de templos para sus ritos. Además, hubo una creciente inmigración de japoneses a los nuevos territorios del imperio, por lo que para la década siguiente, la tercera parte de la población de corea provenía de Okinawa.

El imperio japonés no sólo fue un líder en tierra, sino también en el dominio marítimo, construyendo puertos, fortificaciones y aeropuertos a lo largo y ancho del sur del pacífico. Dichas edificaciones fueron una pieza elemental para atacar durante la Guerra del Pacífico entre los años 1941 y 1942. Aun así durante los años siguientes el poder de Japón disminuyó y al final de la segunda guerra mundial, con la derrota del imperio de sol naciente, estos territorios pasaron a ser dominados por Estados Unidos.

Banderas del Imperio Japones

Bandera nacional
Bandera del Sol Naciente de Japón - Ejército Imperial
Estandarte del emperador
Marina Imperial

Religión de los japoneses

La religión tradicional de Japón es el sintoísmo. Originalmente consistió en prácticas y cultos locales de naturaleza animista. Se adoraban deidades tutelares o kami; manifestadas en los ríos, montañas, bosques, animales o seres humanos.

En el imperio japonés, el emperador era considerado descendiente directo de la diosa Sol o Amaterasu. La genealógica histórica de los emperadores considerados dioses inicia en el 539 y llega a su fin en 1946, cuando Hirohito renuncia a este tratamiento a través de una proclamación imperial.

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Emperador como deidad

Para finales del siglo VII se elevó la figura del emperador a kami viviente, basándose en la mitología japonesa para afirmar la autoridad imperial. De acuerdo a la mitología, enviados de los dioses llegaron para anular el caos que reinaba entre los nativos. Se instalaron en la región de Yamato, convirtiéndose en la sede de la morada imperial.

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El principal clan japonés, que era representado por los descendientes de los divinos conquistadores, se le denominó Yamato. Estos creían que descendían del cielo y le rendían culto a la diosa solar Amaterasu, por considerarla la antecesora de la familia imperial y de todo el pueblo

Estas creencias y prácticas religiosas crearon el sintoísmo, la religión original de los Yamato. Con el paso del tiempo esto se convirtió en los cimientos del sintoísmo estatal, la lealtad y la obediencia al emperador. En el siglo VIII se introdujo el budismo en Japón que, lejos de dejar a un lado el sintoísmo, generó una fusión de las dos religiones y se crea un culto sincrético.

Separación del Sintoísmo y el Budismo

Fue a partir de la era Edo que las figuras intelectuales comenzaron a separar el sintoísmo del budismo. Tras la restauración Meiji, se encontró el sintoísmo como el culto perfecto para apoyar la ideología estatal, pues era una doctrina que no tenía vínculo con otras tradiciones.

Para el año 1868, el Estado apartó por completo el sintoísmo del budismo. Se purificaron los altares sintoístas y se liberaron de influencias budistas. El sistema de estado sintoísta fue establecido. En las escuelas se trasmitía que la familia imperial tenía origen divino y se exigía la total sumisión al emperador y su voluntad.

La estructura nacional giraba en torno al culto del emperador y la nación japonesa era considerada como querida por los dioses. El emperador era, hasta cierto punto, el gobernador de todo el universo.

Fin de la figura del emperador como deidad

El linaje de los emperadores era considerado la continuación de los kami originales, por lo que no podía romperse. Aun así, al final de la Segunda Guerra Mundial, Hirohito renuncia a la naturaleza divina adjudicada a los emperadores. Sin embargo, todavía la línea Imperial de Japón goza de respeto, a pesar de que no se le rinde culto.

Economía de los japoneses

En los territorios del campo y menos favorecidas, los molinos textiles para procesar la de seda y la minería era la industria primordial. Sin embargo, cuando la economía del Imperio de Japón comenzó, el lema político era "Estado rico y militar fuerte". De esta forma, la economía con metodología de corte europeo fue importada y adaptada al modo japonés de trabajo.

Japón tomó gradualmente el control de gran parte de las actividades comercial de Asia para producir los productos manufacturados, a partir de los textiles. La economía se hizo mercantilista y consistía en la importación de materias primas y exportación productos manufacturados.

A partir del año 1894, Japón construyó una gran potencia económica que incluía ciudades como: Manchuria, Corea Taiwán, y ciudades de China del norte. Los japoneses veían esta alianza estratégica como una oportunidad política y económica, que impedía a naciones vecina ahorcar a Japón para bloquear su acceso a lo que necesitaban para producir y cruciales trayectos marinos.

Adicionalmente, la gran fuerza militar de los japoneses fue considerada como esencial para defender imperio y la prosperidad mediante la importación de aquellos recursos naturales que no se localizaban en el país.

Personas destacadas de los japoneses

Las personalidades nombradas a continuación fueron figuras inolvidables y muy importantes para la gestación de lo que hoy se conoce como Japón y su inigualable cultura. Influyeron debido a la huella que dejaron en el pensamiento colectivo y porque marcaron un cambio de su época:

  • Oda Nobunaga: La experticia militar e inteligencia al manejar sus relaciones políticas del líder Oda, le llevaron al dominio de gran parte de Japón. Llevó a cabo innovadoras estrategias de combate y fue de los primeros en comprender la superioridad de las armas de fuego cuando se enfrentan a las espadas, este conocimiento le permitió salir victorioso en numerosas campañas militares. Del mismo modo, supo entender el la situación política de su tiempo para comenzar un proceso de unificación entre clanes que estaban en constantes contiendas.
  • Matsuo Bashō: Fue maestro de la poesía a quien se le debe la creación del singular genero haiku. Aunque su renombre se debe a sus composiciones poéticas, Bashō ejemplificó con su modo de vivir lo que implica la unión en equilibrio con la naturaleza.
  • Sakamoto Ryōma: Fue un hombre que se adelantó a su tiempo y planteo ideas innovadoras. Se esforzó arduamente para que su país se pusiera al mismo nivel de las potencias occidentales en los campos tecnológico y político, evitando así terminar siendo una colonia. Entre otros méritos dignos de mención, a Ryōma se le reconoce como el originador de la fuerza naval de Japón de la época moderna.
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Cultura de los japoneses

La cultura japonesa es el resultado de la evolución histórica en la que el proceso de desplazamiento del continente asiático proveniente de China y de las islas que conforman el océano Pacífico han sido una gran influencia. Para finales del siglo XIX, cuando la inmensa influencia extranjera se acrecentó, se produjo una cultura incomparable. De ella se destacan dos factores singulares:

  • Vestimenta: El traje tradicional más llamativo es el kimono. Consiste en una pieza colorida larga usada en ocasiones especiales por hombres y mujeres por igual. Consta de un fondo, un forro y la parte llamativa superior. Las mangas del kimono permiten distinguir a las que están casadas de las que no.
  • Gastronomía: Los japoneses poseen una gran tradición culinaria que se ha desarrollado en una gastronomía sofisticada, elegante y especializada para cada época del año. Tiene sus similitudes con la cocina china por los ingredientes básicos que se consumen constantemente: arroz, frijol, avena, mijo y trigo. Un plato japonés habitual generalmente consiste de una taza de arroz, y de acompañamiento una taza de caldo o sopa y una variedad de platos como pescado, carne y vegetales.

Monumentos de los japoneses

Monumento de la Paz de Hiroshima

Monumento de la Paz de Hiroshima

Se inauguró oficialmente en agosto de 1915. Es una construcción de ladrillo y concreto con una cúpula de acero estructurado. De pura casualidad, el edificio está ubicado a sólo 150 metros de donde cayó la bomba atómica arrojada sobre esa población (durante la segunda guerra mundial). El edificio resistió el impacto y por eso se conserva hoy como un símbolo de esperanza.

Monumento de la Paz de los Niños

Monumento de la Paz de los Niños

Es un monumento para conmemorar a todos los niños que fueron víctimas de la bomba atómica. Fue inaugurado en mayo del año 1958 y su construcción se llevó a cabo con los fondos reunidos por escuelas japonesas. Los artistas japoneses Kazuo, kikuchi y Kiyoshi son los responsables de la construcción de dicha obra.

Museo y monumento de los 26 mártires

Museo y monumento de los 26 mártires

Se encuentra ubicado en la colonia de Nishizaka de Nagasaki. Fue construido con la finalidad de recordar la persecución y consecuente muerte de 26 mártires que practicaban el cristianismo católico en Japón.

Pintura de los japoneses

El pincel ha sido la herramienta más usada para la escritura tradicional, y por extensión su uso como herramienta artística fue probablemente un proceso que no necesitó esfuerzo, pues fue natural para ellos. Las técnicas nativas japonesas al pintar obras de arte aún están vigentes, teniendo la influencia de las técnicas adoptadas de Asia y de los países de Occidente.

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