Probablemente ya lo sepas pero el pasado mes de marzo el periódico británico The Times eligió Crouch End como el mejor barrio de Londres para vivir. Lo que tal vez no sepas es dónde está y cómo es. Como casualmente vivo desde hace nueve años en este valle del Norte de Londres, a medio camino entre Finsbury Park y Muswell Hill, te cuento cómo es una semana normal en este remanso de clase media.
Lunes
Vuelta al cole. Me pongo al día con los otros padres. Poco que contar, la verdad. “¿Te apetece un cafecito de casi cuatro libras y un croissant de mantequilla orgánica y azúcar glas?” “Vale, pero rapidito que la clase de yoga empieza a las nueve y media”. Probablemente eso sea lo más emocionante del día. No suelen pasar muchas cosas los lunes en Crouch End, pero es el día en que puedes ir a cualquiera de los dos cines a mitad de precio.
Martes
Hoy trabajo en la oficina. Cada vez me da más pereza abandonar “el pueblo” e ir a la City. Allí no me saludan en la calle como aquí. El tren va lleno, no hay metro en Crouch End, mejor no nos busques en el plano de TFL. Si quieres estar bien comunicado recomiendo King’s Cross, aquí nosotros vamos a otro ritmo. Tampoco te recomiendo el coche, a partir de las cinco se congestiona el tráfico y puede ser frustrante cuando se cruzan dos autobuses en la estrecha carretera de la calle principal. A veces pasan 20 minutos hasta que logran maniobrar. Durante la década de los años 30 del siglo XX las casas victorianas de la zona comenzaron a dividirse en apartamentos (los famosos convertion flats) y la densidad de la población comenzó a aumentar. Entre otras cosas eso dificulta el estacionamiento.
Miércoles
Después del trabajo salgo a correr y casi todo está en cuesta. Es lo que tiene vivir en un valle que nos aísla del resto de Londres. De hecho, en las primeras referencias históricas que hay de la zona se habla de una aldea llamada Crouch End Hill. Con la llegada del ferrocarril en el siglo XIX empezó a ser destino de la burguesía londinense que buscaba pasar un día tranquilo en el campo. Probablemente a la burguesía del momento no le interesaba el running.
Jueves
Hoy toca hacer la compra. No estoy muy seguro de si encontraré el queso manchego curado que me gusta en Waitrose. Como no quiero correr riesgos y me decido por Mark&Spencer. Todo tiene un precio. Las cajeras de una cierta edad recuerdan las caras de los clientes y se hace fácil un poco de conversación. La verdad es que tiendas no faltan. Algunas tienen reputación en todo Londres como la tienda de discos Flashback o la vinoteca Bottle Apostle en donde el vino español no es solo Rioja. En los años 60 y 70 Crouch End mantenía una fama de barrio bohemio para artistas y se rumorea que Bob Dylan estuvo aquí durante una temporada. Entre otros residentes ilustres que ha tenido el barrio están Helena Bonham Carter, George Michael, Annie Lennox, Ricky Gervais o Clive Owen. Admito que nunca he visto a ninguno.
Viernes
Es día de cricket. Si vienes de visita, fíjate en lo bien vestidos que van siempre lo niños con sus jerseys de pico y pantalones blancos. Me pregunto por qué van así para hacer deporte. Al lado están los clubes de tenis, pero afuera no encontrarás coches deportivos ni Bentleys. En cambio, no es raro ver algunos coches antiguos y por supuesto SUVs de todo tipo.
Sábado
Intento evitar el centro de Crouch End los sábados por la mañana. Hay demasiada gente en una de las zonas con mayor densidad de cafeterías del mundo. Incluso los adolescentes van a tomar hot chocolate a Gail’s. Generalmente por las tardes es un poco mejor. Hoy he quedado con un par de amigos para tomar unas cervezas en alguno de los muchos pubs. Especial mención merece The Queens por su ambiente y la decoración de las vidrieras. Los restaurantes suelen estar a tope a partir de las ocho e incluso podemos quedarnos hasta las 2 de la mañana en Small Beer, uno de los pocos lugares en donde los jóvenes se mezclan sin problemas con los más maduritos.
Domingo
Obviamente es el día de mercado. Hoy toca paseo y comprar un pan orgánico con un precio superior a los alquileres de la zona. La vida se ha puesto ridícula y en Crouch End sabemos hacer de la ridiculez un modo de vida. Si sale el sol merece la pena darse un paseo por los campos de Alexandra Palace y subir la colina para disfrutar, esta vez gratis, de una de las mejores vistas de Londres. Y por la tarde, en Crouch End se respira el mismo aire melancólico de cualquier otro lugar un domingo al atardecer.
Para llegar a Crouch End
Autobús: Las líneas 41, 91 y W7 pasan frecuentemente por el centro de Crouch End. Puedes ir directamente desde Picadilly a Crouch End en la línea 91. Es mejor no tener prisa.
Overground: Las paradas más cercanas son Hornsey, Haringay y Crouch Hill.
Metro: La paradas más cercanas son Turnpike Lane y Finsbury Park.
