Historia de Moisés y el Faraón

Historia de Moisés y el Faraón

El Faraón dice que no

Moisés trató todas las excusas imaginables. Cuando le dijo a Dios que no podía hablar bien, el Señor le dijo que su hermano Aarón podía hablar en vez de él. Finalmente Moisés no tuvo más excusas y obedeció. Moisés era el hombre escogido por Dios.

Moisés se despidió de su familia y se dirigió a Egipto. De camino se encontró con su hermano Aarón.

Cuando Moisés y Aarón llegaron a Egipto, fueron a ver al faraón. Le dijeron: “El Señor, el Dios de Israel dice: ‘Deja ir a mi pueblo para que me adore durante tres días’”.

El faraón dijo: “¡No! ¿Por qué habría yo de obedecer a este Dios? No dejaré que el pueblo de Israel se vaya”

Dios promete actuar

Después de que Moisés se reunió con el faraón, oró al Señor: “Dios, estoy tan confundido. ¿Qué debo hacer?”

Dios le dijo: “Como el faraón no los deja salir, demostraré mi poder. Sabrán que yo soy Dios”.

Cuando Moisés fue a ver al faraón, éste le dijo que él no conocía al Señor. Sin embargo, muy pronto sabría de seguro quién era Dios. Todo esto era parte del plan de Dios.

Dios le dijo a Moisés: “Vuelve donde el faraón y pídele de nuevo que deje salir a mi pueblo de este país”.

Moisés discutió con Dios: “¿Por qué habría de escucharme el faraón?”

Dios le dijo que todo estaba bien. Le recordó a Moisés que él no era el que tenía que hablar, sino su hermano Aarón. Le advirtió a Moisés que cuando el faraón dijera que no, el Señor entraría en acción.

Moisés y Aarón fueron de nuevo a ver al faraón. Para probar que realmente hablaban por Dios, lanzaron el bastón de Moisés al suelo. Se convirtió en serpiente. El faraón llamó a los adivinos. Cuando ellos lanzaron el bastón al suelo, también se convirtieron en serpientes. Entonces la serpiente de Moisés se comió a las otras. Aún así, el faraón no quería hacer lo que Moisés le pedía. El Señor le dijo a Moisés que como el faraón no aceptaba, había llegado el momento de que Dios le demostrara su poder a faraón