Como un Filípides moderno, en su juventud Vicente Egido era un mensajero que transportaba los paquetes corriendo por Barcelona. Con los calzones cortos, unas zapatillas decentes y un corazón a prueba de kilómetros, se colaba entre coches y procuraba llegar siempre a tiempo. Encargado de la sección de atletismo del FC Barcelona durante décadas, ahora se deleita al ver a las decenas de corredores que atestan las calles de su ciudad. Antes no corría nadie, suele recordar con una sonrisa divertida.

Y es una verdad a medias, porque como decíamos, Egido era un Filípides moderno. Ya en la antigua Grecia el culto al cuerpo pasaba por trotar kilómetros. Cuenta la leyenda que Filípides era un soldado que debía entregar un mensaje de Atenas a Maratón. Lo hizo tan rápido que cuando llegó, cayó muerto al suelo. Son cientos las historias que existen en la prehistoria del correr moderno, pero si queremos hablar de cómo surgió lo que ahora ya es mucho más que una moda, debemos remontarnos a unas décadas atrás y no irnos tan lejos en el tiempo. Lejos, eso sí, en la distancia.

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El griego Spyridon Louis (1873 - 1940), ganador del maratón de 40 km en los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896.

El lugar de nacimiento del running moderno

Desde los primeros días de la humanidad, los seres humanos siempre han tenido que correr para sobrevivir, ya que tenían que cazar animales o escapar de los depredadores. Correr era una habilidad esencial para la supervivencia, y aquellos que eran rápidos y tenían resistencia tenían más posibilidades de sobrevivir.

Con el tiempo, a medida que el ser humano ha ido evolucionando, el running fue adquiriendo diferentes propósitos. En la antigua Grecia, por ejemplo, se celebraban competiciones de running como parte de los Juegos Olímpicos antiguos. De hecho, la prueba concretamente era el pentatlón, actividad que combinaba lanzamiento de disco y jabalina, carreras de campo, salto de longitud y lucha libre.

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3 atletas corriendo y saltando vallas en una pista en Chicago en 1924.

Después, durante la Edad Media, las carreras a pie empezaron a celebrarse para resolver disputas entre rivales o como entretenimiento para las familias reales. Aunque no fue hasta mediados del siglo XIX cuando empezaron las primeras competiciones de forma oficial en Inglaterra, similares a las que hay actualmente: 100 yardas con obstáculos, los 100 metros lisos o la milla, entre otras. Durante estos años también se crearon las primeras federaciones de atletismo en Francia, Alemania o Estados Unidos.

Pero no fue hasta en los años 60 en Nueva Zelanda cuando se dio a conocer la idea de correr (o más bien trotar) como una actividad deportiva no competitiva. Y fue de la mano de Arthur Lydiard, corredor y entrenador de atletas -entre sus chicos estaba la leyenda de 800m Peter Snell-, que montó el primer grupo de corredores entendido como lo entendemos ahora, sobre todo en Occidente. En África, por ejemplo, la filosofía es otra -y que te contamos aquí-. En 1961 Lydiard fundó el Auckland Jogging Club, el primero del mundo.

Athletics - Lancaster Park, Christchurch, New Zealand
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Peter Snell con su entrenador, Arthur Lydiard, en 1962.

La excepcionalidad de la filosofía de Lydiard es que quería fomentar el running como algo social, como una parte importante del ocio de los ciudadanos. Corrían en grupo, despacito, incluso charlando, sin pensar en marcas ni objetivos y quedaban de forma periódica. Un modo de correr revolucionario entonces que sorprendió a un americano, Bill Bowerman, entrenador en la Universidad de Oregón. Como tal, visitó Nueva Zelanda a finales de 1962 y allí le invitaron a trotar con aquel grupo que corría sin pensar en una competición.

El origen del running moderno (también conocida como jogging)

En el club había corredores de avanzada edad que mostraban una salud de hierro, un corazón a prueba de bombas y un estado físico más que envidiable. De vuelta a Eugene, su ciudad, Bowerman creó su propio club de jogging, enamorado de la idea. Unos años más tarde, en 1967, escribió el libro ‘Jogging’, junto con el cardiólogo W.E. Harris. Y en poco tiempo, la moda se extendió como la pólvora. Muchos lo sabrán, claro: Bowerman es también -y sobre todo- el fundador de Nike. Otra leyenda, que ayudó, por supuesto, a expandir esta filosofía hasta llegar a ser una parte tan integral de la vida de millones de personas.

Sin embargo, el running moderno como actividad recreativa y deportiva comenzó a ganar popularidad en la década de 1970, conocida como la "Edad de Oro del Running". Durante este período, hubo un aumento significativo en la participación de personas en carreras populares y maratones, que iban también creciendo pruebas de este tipo a lo largo de todo el mundo.

A medida que más personas se iban dando cuenta de los beneficios que aportaba el running como en el acondicionamiento físico y el bienestar personal, se convirtió en una actividad atractiva para muchos otros a través del jogging. En las décadas siguientes, el running siguió creciendo en popularidad a través de la década de los 80. Se crearon organizaciones y grupos dedicados a promover este deporte, se crearon nuevas carreras populares de otras distancias, como la media maratón.

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Maratón de Nueva York en octubre de 1980.

En los años 90 y a principios de los 2000, se empezaron a desarrollar ropa, zapatillas y accesorios para satisfacer las necesidades de los corredores, como las zapatillas de running con las tecnologías más innovadoras para conseguir sus objetivos, relojes para correr que permitían a los corredores realizar un seguimiento de su progreso, entre otros. Y actualmente es así, aunque obviamente han evolucionado: aplicaciones deportivas, zapatillas 'voladoras' y muchas cosas más que forman parte de la equipación de todo corredores.

Hoy en día, el running es una de las actividades deportivas más populares en todo el mundo. Las personas corren por diferentes razones, como mantenerse en forma, disfrutar de la naturaleza con el trail running, competir en carreras y maratones, o simplemente como una forma de liberar el estrés y mejorar su bienestar general.