Gallipoli, la batalla que acabó temporalmente con Churchill

Gallipoli, la batalla que acabó temporalmente con Churchill

La contienda por el estrecho de Dardanelos acabó con casi medio millón de muertos, el refuerzo de la identidad nacional de los turcos y australianos y el cese de Winston Churchill como Primer Lord del Almirantazgo 

Memorial de los Mártires de Çanakkale | Foto: Shutterstok

19 de febrero de 1915. Los buques de guerra de las fuerzas anglofrancesas inician los bombardeos contra los fuertes otomanos de la península de Gallipoli, en Turquía. Pese al fracaso del primer ataque, los aliados continúan con las campañas militares hasta enero de 1916, cuando se hace definitiva la retirada. La batalla de Gallipoli supuso la muerte de casi medio millón de personas de ambos bandos, pero también un punto de inflexión y reflexión en la identidad nacional turca y australiana y el cese de Winston Churchill como Primer Lord Almirantazgo del imperio británico. 

Batalla de Gallipoli, 1915| Foto: Wikipedia

La batalla de Gallipoli fue un conjunto de campañas militares en las que el antiguo imperio británico, Francia, Australia y Nueva Zelanda se enfrentaron directamente al imperio otomano, y por ende al imperio alemán, entre febrero de 1915 y enero de 1916, en el contexto de la Primera Guerra Mundial, por la ocupación de la península que le da nombre. La toma de la misma suponía tener el control del estrecho entre el mar Egeo y el mar Mármara, que conecta con la capital Estambul, y este a su vez con el mar Negro y los rusos. Aunque la ofensiva se impulsó verdaderamente por el interés británico por acabar con el imperio otomano, esta se planteó como medio de ayuda a su aliada Rusia. Ya que a partir de otoño de 1914 se había cerrado el estrecho del Bósforo y los Dardanelos al tráfico marítimo, lo que impedía a Francia y Gran Bretaña suministrar armas a Rusia. 

Ante esto Winston Churchill, como Primer Lord Almirantazgo del imperio británico., propuso una ofensiva el 19 de febrero de 1915 que apenas durara “unas horas”. No obstante, la operación naval no pilló por sorpresa a los turcos, y fracasó en el primer intento. De forma que mientras las fortalezas y defensas artilleras otomanas quedaron prácticamente intactas, gran parte de los flota anglofranceses se fue a pique debido a las minas estratégicamente colocadas. Los anglofranceses fueron incapaces de acercarse a la entrada de la embocadura. 

Winston Churchill, 1918 | Foto: Wikipedia

Las campañas continuaron hasta enero de 1916. Aunque se tiene constancia de que el propio 18 de marzo el entonces general Ian Hamilton, jefe de la Fuerza Expedicionaria del Mediterráneo, telegrafió a Londres advirtiendo la derrota: “Muy a mi pesar, me veo obligado a llegar a la conclusión de que no es probable que los estrechos sean forzados por acorazados (…). Ha de ser una operación militar pausada y metódica, llevada a cabo con nuestras fuerzas al completo, para así poder abrir un paso para la Armada”.

Tras ello, la estrategia cambió, se pasó del bombardeo naval al desembarco de tropas, principalmente australianas, neozelandesas y británicas. De este modo, la contienda se reinició el 25 de abril y duró los próximos nueve meses, aunque de igual manera que en la primera ofensiva, realmente estaba perdida desde el primer momento. Los aliados apenas pudieron avanzar unos kilómetros y al final la batalla se conviritó en una guerra de trincheras sin sentido hasta que los aliados abandonaron la batalla, medio millón de muertos después:  “El mar se tiñó del rojo de la sangre hasta una distancia de 40 metros de la costa”, escribiría sobre ello después el historiador estadounidense John H. Morrow Jr.Avanzar.  

Esta ofensiva es considerada uno de los hitos históricos más importante de la identidad australiana.  Porque aunque Australia irrumpe en la historia como país independiente del imperio británico en 1901, los seis antiguos territorios coloniales que lo formaban seguían actuando por libre. Como explica el escritor australiano Bill Sellars para El País, “no es hasta “el día del ANZA”, llamado así por las siglas inglesas del Cuerpo Australiano y Neozelandés del Ejército, que Australia fue una nación: “En estas trincheras nació una identidad marcada por los valores de sacrificio y camaradería”. 

La retirada de tropas también supuso el cese de Winston Churchill como Primer Lord del Almirantazgo. Aunque poco después, en 1917, volviera a la esfera política como ministro de Municiones de David Lloyd George. Gallipoli le perseguiría el resto de su carrera política. Y él siempre defendió que había sido “víctima de una conspiración política” y que altos cargos de Gran Bretaña y Francia no habían proporcionado todas las ropas solicitadas para el ataque. 

En la actualidad en la meseta de Kilitbahir, donde ocurrió el suceso, cuenta con un memorial de 40 metros de altura que, según Sellars, también sirve para reforzar la unidad turca, aunque la historia varía según “la audiencia a la que se cuente”. Poco después de Gallipoli Turquía pasa la Guerra de Liberación, entre 1919 y 1922, tras la que se fundó la República de Turquía. Y así, esta península se convirtió en referente  Galípoli se convirtió en lugar de peregrinaje

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