Junto a Gracita Morales y Rafaela Aparicio, Florinda Chico fue una de las criadas cinematogr�ficas m�s queridas por los espectadores. El a�o pasado se cumpli� una d�cada desde que la actriz, nacida en Don Benito (Extremadura) en 1926, falleciera a causa de un paro cardiaco a los 84 a�os. Y este jueves se le ha rendido un emotivo homenaje en el barrio madrile�o de Arganzuela, donde vivi� varias d�cadas, con la colocaci�n de una placa precisamente en la fachada de la que fue su casa.
Tras quedar hu�rfana de padre dej� los estudios para trabajar como mecan�grafa en la ONCE, pero como el dinero era insuficiente, lo compagin� como modista de arreglos de vestidos de novia y por la noche como vendedora de helados.
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Hasta los 14 a�os era tan flaca y fe�cha que cuando paseaba junto a sus hermanas la gente preguntaba a sus padres qui�n era ella. Pero a los 15 empez� a abrirse la cris�lida para convertirse en una mujer hermosa con unas piernas espectaculares, pero esos avales no sirvieron de nada cuando dos a�os m�s tarde vivi� su primer desenga�o amoroso porque su novio la hab�a dejado por ser pobre. "Y eso que estaba como un tren de lujo, paraba hasta los relojes", recordaba d�cadas m�s tarde.
Con 20 a�os lleg� en un tren en tercera clase para conocer Madrid y asistir al bautizo de un sobrino, donde tambi�n se encontraba el maestro Guerrero. Este se la qued� mirando porque pensaba que era actriz de teatro, pero al recibir una negativa por respuesta, la cit� en el teatro La Latina al d�a siguiente donde fue contratada como chica de conjunto en la obra La blanca doble (1947) junto al tr�o c�mico Zori, Santos y Codeso.
Su belleza cautiv� a la reina de la revista Celia G�mez, que la incorpor� a su compa��a y unos a�os despu�s, la legendaria Mar�a Fernanda Ladr�n de Guevara -madre de Amparo Rivelles y Carlos Larra�aga- la descubri� como actriz dram�tica cuando el esposo de Florinda, que hab�a sido contratado como gal�n, Jos� Mar�a Laberni�, habl� de sus buenas dotes interpretativas. El resultado se vio en La papirusa (1956). En vida siempre se emocionaba cuando hablaba de do�a Mar�a Fernanda, "para m� siempre fue do�a" -aseguraba con humildad- porque supo vislumbrar su talento.
A pesar de ser algo mojigata, en 1950 se cas� embarazada con Laberni�, a quien llamaba el bien hecho y a los pocos meses naci� Mar�a Teresa. La situaci�n econ�mica de la familia era tan estrecha que viv�an realquilados en una habitaci�n con derecho a cocina, por lo que tuvieron que enviar a la peque�a a Don Benito al cuidado de su abuela.
En 1955 naci� su segunda hija, Paloma. El matrimonio se desbarat� en 1963 cuando Laberni� le fue infiel con una menor y abandon� a su familia por ella. Aquello la sumi� en una fuerte depresi�n que conllev� que engordara paulatinamente. Con el tiempo lleg� el perd�n y el divorcio en cuanto se aprob� la ley. Una buena noticia porque desde 1977 estaba enamorada de un electricista de la compa��a de Lina Morgan llamado Santos Pumar, 23 a�os m�s joven que ella, con quien se cas� en 1989.
Al poco tiempo ejerci� como gerente de la compa��a de Florinda. Siempre se consider� un poco chapada a la antigua en el amor porque era tremendamente convencional y mujer de un solo hombre. Se desviv�a por sus dos hijas que le dieron unos nietos maravillosos que le alegraron su vida: "Son como unos juguetes", dec�a.
Florinda fue una vedette picarona que evitaba con inteligencia la censura, su verborrea la hizo famosa entre el p�blico, se atrevi� con el flamenco y el music-hall y protagoniz� dram�ticos en el Mar�a Guerrero y el Espa�ol. Pero la televisi�n fue la que le dio la fama nacional tras formar pareja junto a Rafaela Aparicio como sirvientas en La casa de los Mart�nez (1966).
A partir de ese momento, su presencia en el cine como secundaria de lujo fue muy habitual. Ozores la dirigi� en 22 ocasiones y con Paco Mart�nez Soria protagoniz� otras ocho, siendo las m�s conocidas Abuelo made in Spain (1969), El calzonazos (1974), Los bingueros (1979) o El cura ya tiene hijo (1984). Carlos Saura mostr� una faceta desconocida de ella en Cr�a cuervos (1975).
En televisi�n su �ltimo gran �xito fue La casa de los l�os (1996-2000) junto a Arturo Fern�ndez y Lola Herrera. Entre los numerosos premios que consigui� destacan la Medalla de Oro al M�rito en el Trabajo (1997) y al M�rito en las Bellas Artes (2002), el TP de oro por su trayectoria, el Ercilla por toda una vida dedicada al teatro o la Medalla de Extremadura.
El poco tiempo libre que dispon�a le encantaba coleccionar pastilleros, era amante de la astrolog�a y le perd�a la literatura, especialmente las historias de Gabriel Garc�a M�rquez, a quien rele�a continuamente. Como buena tauro era testaruda, amante de los placeres terrenales sin herir a nadie, tuvo los pies en la tierra, siempre supo lo que quer�a y le encantaban los halagos, pero odiaba a los pelotas.
Trabaj� en lo que quiso e hizo muy buenas amistades entre la gente de la profesi�n porque su talante optimista, risue�o y alegre era contagioso. Siempre llev� a gala haber sido una mujer hecha as� misma que palp� la pobreza, por lo que para ella robar no era un pecado si se hac�a por necesidad.
Adoraba al Rey Juan Carlos I, era simpatizante de derechas, dec�a los tacos con mucha gracia, le encantaba que le echaran el tarot y le hicieran cartas astrales, su gran amor frustrado fue Marlon Brando, de quien ten�a una foto en su camerino, y antes de fallecer dijo que le gustar�a que la recordaran como una buena mujer.
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