La Leyenda de Los Hermanos Ayar - Machu Picchu Peru

La Leyenda de Los Hermanos Ayar

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La leyenda narra la historia de Los Hermanos Ayar que salieron de la cueva Pacaritambo, del cerro Tambotoco junto a sus esposas con el fin de fundar el imperio incaico.

Los 4 hermanos y sus esposas se llamaban:

  1. Ayar Manco con su esposa Mama Ocllo
  2. Ayar Cachi, con Mama Cora
  3. Ayar Uchu y Mama Rahua
  4. Ayar Auca con su esposa, Mama Huaco.

Resumen más difundida de Los hermanos Ayar

Luego de un gran diluvio que había destruido la tierra, de la montaña llamada «Tampu Tocco», en un lugar llamado Pacaritambo (al noroeste de Cuzco), salieron cuatro hombres y cuatro mujeres. Ellos fueron Ayar Manco y su mujer Mama Ocllo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y por último, Ayar Auca y su esposa Mama Huaco.

Ayar Cachi es encerrado

Viendo que las tierras en las que vivían no eran muy fértiles y que la gente estaba experimentando pobreza, los cuatro hermanos Ayar decidieron ir hacia el sureste en busca de un lugar mejor y más favorable para establecerse.

Durante el viaje, surgió un problema entre Ayar Cachi, que era el más fuerte y enojado, y los otros hermanos. Entonces, los hermanos idearon un plan para librarse de él y le pidieron que regresara a la cueva de donde salieron para traer provisiones.

Cuando Ayar Cachi ingresó a la cueva Capac Tocco (la entrada de la montaña Tampu Tocco), fue traicionado y encerrado dentro al colocar una piedra en la entrada. Ayar Cachi, al no poder salir, gritó tan fuerte que logró sacudir la tierra, abrir las montañas y agitar los cielos.

Ayar Uchu convertido en piedra

Los hermanos restantes y sus esposas seguidos de sus ayllus, continuaron su camino y llegaron al monte Huanacauri donde hallaron un ídolo de piedra del mismo nombre. Los hermanos ingresaron al lugar de adoración de ese ídolo con mucho temor.

Ayar Uchu desafió al ídolo al brincar sobre su parte posterior, este quedo inmediatamente convertido en piedra, y paso a formar parte de este. Había aconsejado a sus hermanos seguir el viaje y que se celebrasen en su memoria el Huarachico (ceremonia de iniciación hacia la adultez).

Las alas de Ayar Auca

En el transcurso de su búsqueda por una tierra fértil, Ayar Auca fue a explorar una zona cercana, se dice que le salieron alas y voló hacia el lugar conocido como la pampa del Sol en cuyo lugar aterrizo y se convirtió en piedra.

La fundación del imperio

Ayar Manco fue el único hermano que logro llegar al valle del Cusco donde halló suelos fértiles y logro hundir el bastón de oro que le fue entregado por el dios Inti para hallar el lugar de la fundación de lo que sería más adelante el Imperio de los Incas, conocido también como el Tahuantinsuyo. Allí fundó junto a sus mujeres la ciudad del Cusco en homenaje al dios Inti y Wiracocha.

Los Hermanos Ayar, el origen de los inkas.

La leyenda de los 4 hermanos Ayar segun Investigadores

Uno de los principales mitos de la creación del imperio inca fue el de los hermanos Ayar, que salieron de una cueva llamada Pacaritambo («Albergue de la Producción», «Albergue del Amanecer» o «Casa Escondida»).

Esta casa estaba ubicada en el cerro Tambotoco. Tenía tres ventanas. Según el mito, el grupo de Maras Sutic surgió de una de las ventanas, llamada Maras Toco («sin padres») por generación espontánea. Los cuatro hermanos salieron de otra ventana llamada Capac Toco. Sus nombres eran Ayar Uchu, Ayar Cachi, Ayar Manco y Ayar Auca.

Los acompañaban sus cuatro hermanas, llamadas Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Ipacura o Cura y Mama Raua. Después de una cuidadosa investigación, los investigadores dan diferentes versiones que sólo varían ligeramente.

Los legendarios hermanos Ayar, junto con sus hermanas, emprendieron una lenta caminata por las «punas» y los arroyos de los Andes para encontrar una vivienda adecuada. Es interesante mencionar que en la versión de Huamán Poma, Mama Huaco es conocida como la madre de Manco Cápac; y se dice que tuvo una relación incestuosa con él.

«Las dos prohibiciones esenciales de incesto y parricidio no se encuentran en el análisis psicológico del mito. Por el contrario, se afirma que había una red de relaciones fraternas en las que, sin decirlo explícitamente, el incesto parecería ser natural. En este mito, no hay parejas conyugales, sólo la relación bilateral madre/hijo o hermano/hermana. Ninguna interdicción impuesta por el padre está presente dentro de la relación triangular implícita en este sistema. Desde este punto de vista, el sistema descrito en el mito de Ayar implica una relación dual entre un hijo y su madre». (Hernández y otros escritores, 1987)

Según los hallazgos de los investigadores, los hermanos Ayar pronto se deshicieron de uno de ellos, Ayar Cachi, porque tenían miedo de sus poderes mágicos. Podía derribar colinas con un solo disparo de su honda, o hacer que aparecieran arroyos. Sus hermanos lo engañaron para que regresara a Pacaritambo, la caverna donde nacieron, a fin de traer una «napa», la insignia de los caballeros, y unos vasos de oro, llamados «topacusi», que habían dejado allí. Lo siguieron en secreto y una vez que entró en la cueva lo cerraron con grandes bloques de piedra y Ayar Cachi permaneció prisionero en la cueva por el resto de su vida. Después de este episodio, los hermanos Ayar siguieron caminando por las montañas.

Es importante destacar que los hermanos Ayar, a pesar de ser nómadas, también eran agricultores, por lo que se instalaron en una zona durante algunos años y, después de cosechar sus cosechas, continuaron su camino.

Sarmiento de Gamboa narra que, en su peregrinación, los hermanos llegaron a un lugar llamado Guanacancha, ubicado a 27,8 kilómetros de Cusco.

Permanecieron allí algunos años, sembrando y cosechando sus cosechas, pero no estaban contentos, así que partieron de nuevo hacia Tamboquiro, donde permanecieron durante algunos años. Luego fueron a Quirirmanta, al pie de una colina. En Quirirmanta, celebraron un consejo y decidieron que Ayar Uchu debía permanecer allí, transformado en una «huaca» principal, llamada «Huanacauri».

En el mundo andino, materializarse en piedra era una forma de perpetuar la divinidad o conferir la naturaleza de la santidad; por eso Ayar Uchu pudo comunicarse con sus hermanos, a pesar de haber sido transformado en piedra.

El mismo investigador menciona que Mama Huaco era una de las líderes del grupo y que, en el pueblo de Matagua, esta mujer extremadamente fuerte y hábil tomó dos palos de oro y los arrojó hacia el norte. El primer poste, que cayó en Colocabamba, no perforó el suelo porque era demasiado duro.

La segunda fue arrojada a un lugar llamado Guayanaypata y esta vez se quedó en el suelo. Otros narradores le dijeron a Sarmiento de Gamboa que fue Manco Cápac, y no Mama Huaco, quien arrojó el poste mágico que señaló el asentamiento permanente.

Los ayllus (tribus) errantes trataron de llegar al lugar elegido pero tuvieron que regresar a Matagua porque los habitantes locales se opusieron a una fuerte resistencia contra ellos. Mientras estaban allí, Ayar Manco ordenó a Ayar Auca que se estableciera en el lugar marcado por el poste. Auca voló a este lugar para cumplir con la orden de su hermano, pero cuando aterrizó, se convirtió en piedra.

Según las creencias andinas, la «guanca» o piedras eran puntos de referencia que indicaban la propiedad de la tierra. Así es como Auca, materializada como una roca, fue la primera en asentarse en el tan esperado lugar elegido. De esta manera, Auca, transformado en piedra, pero capaz de comunicarse con su hermano, le ordenó que se llamara Manco Cápac a partir de ese momento.

Según Sarmiento de Gamboa, «Cusco» significaba, en la lengua que se hablaba entonces, «establecer un lugar por arte de magia». Garcilazo creía que «Cusco» era el nombre del «Ombligo del Mundo» en la lengua especial de los Incas.

De igual manera, Cieza de León habla de la llegada de Manco y su gente a Cusco y agrega que los habitantes de la ciudad hicieron lugar para los recién llegados, aunque la región ya estaba superpoblada.

Los mitos narrados hasta ahora, refiriéndose a la forma en que los Incas ocupaban el antiguo Cusco, son versiones que difieren totalmente de las de Garcilazo. La Leyenda del Hermano Ayar, con personajes que se convierten en guancas de piedra o santos, y la larga peregrinación del grupo Manco son episodios, típicos de la región andina, que también están presentes en los mitos de otros grupos étnicos.

La migración estacional del Inca no fue una migración de pastores y cazadores primitivos, sino de pueblos esencialmente agrícolas que estaban muy preocupados por si no podían encontrar tierras fértiles para el cultivo.

En estas narraciones, una de las dos mujeres de Manco Cápac desempeñó un papel importante. Ya hemos relatado el episodio cuando Mama Huaco, a pesar de ser mujer, mostró su fuerza como líder entre sus hermanos, lanzando el poste que aterrizó en el punto de asentamiento, simbolizando la propiedad y la subsiguiente fundación del Cusco.

Según los investigadores, Mama Huaco tomó un «haybinto»; es decir, una «boleadora» (un arma local para lanzar un juego de carreras que consiste en dos o tres piedras unidas por una cuerda), y al girarlo alrededor de su cabeza hirió a uno de los guallas, antiguos habitantes de Acamama. Después de esto, ella abrió su pecho, le sacó los pulmones y sopló fuertemente contra ellos. La ferocidad de Mama Huaco asustó a los guallas, quienes dejaron el pueblo, dando paso a los Incas.

En otro proyecto de investigación, analizamos el papel femenino de Mama Huaco y su posible significado en el mundo social y político Inca. Era el prototipo de una «amazona» guerrera, completamente diferente de Mama Ocllo, la segunda mujer de Manco Cápac.

Cabello de Balboa cuenta que Mamá Huaco fue una valiente capitana que dirigía ejércitos. El término huaco explica esta característica masculina en la lengua aymara. Este término hace referencia a una mujer «masculina» de espíritu libre que no se asusta por el frío ni por el trabajo duro.

Según Sarmiento de Gamboa, los cuatro líderes que encabezaron los Ayllus, a su llegada al Cusco, fueron Manco Cápac, Mama Huaco, Sinchi Roca y Manco Sapaca. Es importante destacar que Mama Huaco fue una de las líderes del grupo.

Más que saber si los episodios se basaron en la verdad o no, es importante analizar la estructura social implicada por la leyenda, resaltando el papel activo de la mujer en la conquista del Cusco, luchando al lado de los hombres y al frente de un ejército.