La abadesa de Belorado alerta a los católicos de las "herejías"

El convento de las clarisas de Belorado (Burgos). El religioso José Caecero. EFE/ Santi Otero

La abadesa de Belorado pide a los católicos que les sigan frente a las “herejías”

Belorado (Burgos) (EFE).- La abadesa del Convento de Clarisas de Belorado (Burgos), sor Isabel de la Trinidad, ha hecho esta tarde un llamamiento a los católicos que, como ella, se sientan “profuntamente defraudados” con la Iglesia Católica de las cuatro últimas décadas a que “escuchen” lo que tienen que plantear frente a las “herejías” que observan en el Vaticano y en el Catecismo, aunque también ha reconocido que existe un conflicto inmobiliario latente.

En declaraciones al programa Tarde AR, de Telecinco, la abadesa y el resto de religiosas del convento han estado acompañadas por el religioso ‘Don José’, quien ha confirmado que hasta hace dos años ejerció de barman en Bilbao y que su ordenación en 2005 -no reconocida por la Iglesia Católica- fue obra del fundador de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli una asociación que dirige el falso obispo excomulgado Pablo de Rojas.

Imagen de las religiosas clarisas del convento de Belorado (Burgos), que han decidido romper con la Iglesia Católica. EFE/ Instagram (@tehagoluz)

“Esto es una explosión, pero desde hace más de 4 años estaba en el corazón y en las conversaciones de las hermanas”, ha indicado la abadesa sor Isabel, quien ha reconocido que el cambio vino tras informarse por “muchos sitios”, incluidos “libros de autoayuda”, como ha reconocido otra de las religiosas en la intervención televisiva.

Preguntada por el papa Francisco, la abadesa ha negado su condición de papa y le ha acusado de “usurpación”: “Tenemos una plena convicción de que la gente tiene que despertar y que el que realmente quiera estar en la Iglesia Católica lo que tiene que hacer es escuchar lo que lo que estamos diciendo porque es importante”, ha avisado.

A alertado de la existencia de “lobos con piel de oveja”, entre quienes ha incluido a los obispos con los que ha tratado durante sus 40 años de trayectoria como clarisa, en referencia a los de Bilbao, Vitoria y Burgos, a quienes ha acusado de no dar respuesta a las preguntas que le han ido surgiendo en los últimos años sobre cuestiones como el ecumenismo -tendencia a la unidad de las iglesias de raíz cristiana- y la relación con el resto de fes.

Primer contacto con Rojas

Frente a estos obispos, la abadesa ha reconocido que fue en marzo de 2023 cuando un seglar se puso en contacto con ella y le contó de la existencia de la Pía Unión dirigida por Pablo de Rojas, con quien finalmente pidió hablar y le dio respuesta a sus inquietudes sobre la fe, “con documentos, bulas, enseñanza católica: no hay comparación entre él y el obispo de Vitoria, que sale por peteneras y no te quiere contestar”.

Preguntada sobre Rojas, la abadesa ha afirmado que se trata de un “pastor entrañable” y de una persona “realmente bondadosa”, a la que ahora han confiado su amparo, tras anunciar mediante un comunicado y un documento más extenso que pretenden abandonar la Iglesia Católica, a la que ellas denominan “iglesia conciliar”, por considerar que desde 1958, cuando murió el papa Pío XII, hay una sede vacante en el Vaticano.

El religioso José Ceacero atiende a los medios de comunicación en el convento de clarisas de Belorado (Burgos).EFE/ Santi Otero

La abadesa ha tratado de desvincular a Rojas de la operación inmobiliaria que ha agravado su enfrentamiento con el obispo de Burgos y con la jerarquía eclesiástica, aunque ha tratado de evitar que las monjas desvelaran desde cuándo conocen al fundador de Pía Unión y ha restado importancia al peso de esa operación en su decisión.

Cuestión inmobiliaria

No obstante, preguntada por esa operación, ha negado que la frustrada venta del convento de Derio (Vizcaya) pueda reportarles 7 millones de euros, cantidad que ve “muy inflada”, y que comentó con los obispos en 2021, tras lo que fue rechazada por Roma estar la potencial venta “por debajo de tasación”.

“Eso espero”, ha respondido al cuestionarle por si, tras abandonar la Iglesia, podrían llevar a cabo finalmente la venta de ese inmueble, con el que pretenden adquirir en propiedad el otro de los conventos asociados, el radicado en Orduña (Vizcaya), donde ha acometido reformas de calado.

Se ha acogido a la “confidencialidad” para no desvelar quién es el benefactor que se ofreció para adelantarles el dinero que necesitaban y desbloquear así la operación inmobiliaria: “Los datos confidenciales es una cosa normal”, ha zanjado.EFE