El saqueo de la Unidad para la Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD) es noticia, pero no es novedad. El exsenador Mario Castaño, muerto en prisión el 18 de diciembre de 2023 y líder de la banda Las Marionetas, conocía al detalle el mecanismo de abuso y enriquecimiento más lucrativo del Estado y lo aplicó a sus anchas durante el Gobierno de Iván Duque.  

En marzo de 2022, durante las audiencias contra el grupo criminal liderado por el entonces presidente de la Comisión Cuarta del Senado —justo la encargada del presupuesto nacional—, la Fiscalía reveló el top de las entidades públicas que más aparecían mencionadas en las 3.535 llamadas telefónicas hechas o recibidas por el tinglado de funcionarios corruptos al servicio de Castaño y sus secuaces.

La entidad más aludida era la UNGRD, que en esos días del Gobierno Duque estaba dirigida por Eduardo José González, un político payanés militante del Centro Democrático. Las autoridades contabilizaron 278 comunicaciones y obtuvieron pruebas de que en un contrato de casi 19.000 millones de pesos, aprobado de manera irregular, el excongresista Mario Castaño reclamó para sí 5.000 millones de pesos. Cada una de las comunicaciones con la UNGRD suponía, según las autoridades, un indicio de un acto de corrupción.

El contrato de los 19.000 millones 

El 28 de mayo de 2020, la Alcaldía de Manizales inscribió un proyecto ante la UNGRD para realizar obras en varios sectores con deslizamientos de tierra. Entre otros, el objetivo era hacer remoción de tierra, corrección de cauces, retiro de escombros y control de caídas de rocas. Mario Castaño y sus socios se frotaron las manos. Dos meses después, el 11 de julio, la entidad otorgó viabilidad técnica al proyecto por un valor de casi diecinueve mil millones de pesos y se fijó el 19 de noviembre de ese año como fecha límite para que las empresas interesadas presentaran sus propuestas. Pero el nombre de los escogidos ya estaba fijado desde antes.

Seis meses después del cierre de propuestas, el 25 de mayo de 2021, se suscribió el contrato de obra entre la Fiduprevisora, en representación legal del UNGRD, y el consorcio San Miguel, conformado tres días antes del cierre de la licitación por tres contratistas que prestaron sus nombres para llevar el robo a feliz término: John Jairo Giraldo Salazar, Arturo Jurado Alvarán y Juan Manuel Salazar Toro. Según la Corte Suprema de Justicia, la asignación de ese contrato estuvo «bajo el control del grupo criminal [de Mario Castaño] y se manipuló su adjudicación en la entidad pública».

Santiago Castaño Morales, una de las «marionetas» capturadas y quien no tiene relación familiar con el que era el líder de la banda, le reveló a la Fiscalía que Juan Carlos Martínez, conocido como «el hombre del maletín», fue quien le dio la orden de entregarle un porcentaje de ese contrato al presidente de la Comisión Cuarta del Senado, que para entonces ya era un alfil político de Iván Duque en las sesiones parlamentarias de trámite y aprobación del presupuesto nacional. En palabras de la Corte Suprema, Martínez «ejercía una especie de representación del congresista ante los funcionarios locales y nacionales».

Martínez, odontólogo de profesión y quien vivía con el senador en Bogotá, huyó de la justicia cuando se destapó el escándalo de Las Marionetas en 2022. Su vida de prófugo, que según varias fuentes transcurrió en México, llegó a su fin el 9 de mayo de este año, cuando se entregó a la Fiscalía. Su relación con Castaño se estrechó en 2018, cuando fue nombrado gerente de Assbasalud E. S. E. por el entonces alcalde de Manizales, Octavio Cardona, otro aliado político del capo de Las Marionetas. 

«Cuando llega el anticipo de San Miguel —les dijo Santiago Castaño a los investigadores—, Juan Carlos Martínez me dice que toca dar el primer abono por mil millones ($1.000.000.000) que eran para entregárselo al senador Mario Castaño, doscientos sesenta millones ($260.000.000) para Alexander alias “el Pato”, que eran para el pago de unos gastos entre los que estaba el reembolso del pago de las pólizas y trescientos millones ($300.000.000) más que Juan Carlos Martínez me pidió para él, en ese momento la UNGRD giró un poco más de 3.000 millones». 

Pero ese fue solo el adelanto. Mario Castaño pidió el 33 % del contrato, unos 5.000 millones de pesos, según se escucha en las llamadas interceptadas por la Fiscalía. Santiago Castaño Morales explicó que parte de los dineros transferidos al consorcio San Miguel, en junio de 2021, fueron invertidos en la construcción de un edificio de dos pisos en el barrio Bengala, en Manizales. Para esa obra se suscribió un contrato entre Castaño Morales, como representante legal de la empresa Top Ingeniería S. A. S., y Manuel Felipe Castaño Betancourt, hijo del senador Castaño, como representante legal de la empresa Ingroup S. A. S.

Según las autoridades, otra parte de los recursos se invirtieron en las obras para la construcción de un edificio de cuatro pisos en el sector de La 24, en Manizales. Castaño Morales indicó que llegó a ese acuerdo con Juan Carlos Martínez y el senador Mario Castaño, con quienes se reunió en su apartamento en Bogotá en dos oportunidades. 

En la investigación de la Corte Suprema y de la Fiscalía pasó de soslayo el nombre del exdirector de la Fiduprevisora, Andrés Mauricio Grisales Flórez. Durante el trámite para la adjudicación del contrato, la banda Las Marionetas encontró inconvenientes para conseguir la póliza de garantía porque uno de los integrantes del consorcio no tenía la capacidad financiera requerida. Grisales Flórez, que en la actualidad es gerente de Previsora Seguros, le solucionó ese impasse a su amigo Mario Castaño y el contrato salió adelante. El ejecutivo también fue gerente del Instituto de Financiamiento de Manizales (Infimanizales), cuando Octavio Cardona era el alcalde de esa ciudad, entre 2016 y 2019. 

Cardona, además, se desempeñó como concejal de Manizales entre 2008 y 2014 y era el aliado más importante de Mario Castaño en esa ciudad. El político, sonriente y con gesto triunfal en las fotos al lado de su mentor, fue su fórmula a la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas de 2022, cuando resultó elegido con 23.279 votos por el Partido Liberal. Castaño, por su lado, logró ser reelegido en el Senado con más de 68.000 votos, a pesar de que en ese momento ya se sabía de la investigación de la Fiscalía General en su contra por liderar una gigantesca red de corrupción.

Las visitas de Mario Castaño y otros congresistas a la UNGRD

Entre agosto de 2020 y marzo de 2022, Mario Castaño y Juan Carlos Martínez, su mano derecha, visitaron cuarenta y una veces las oficinas de la UNGRD, ubicadas en la calle 26 con 92. El registro de esas visitas revela que la mitad de los ingresos a la entidad, veintiún en total, fueron para visitar al ingeniero Guillermo Alexánder Velandia Granados, que entonces se desempeñaba como subdirector para la Reducción del Riesgo.

Mauricio Muñoz, la siguiente persona más visitada por el equipo del senador, era asesor del director de la UNGRD y fue alcalde de Timbio, Cauca, entre 2008 y 2011. El funcionario se sentó once veces con Las Marionetas. El exdirector Eduardo José González Angulo también recibió al senador Mario Castaño en cinco oportunidades. Los siguientes en la lista  son Edwin Miranda, con dos visitas, y Víctor Parra y Camila Velandia, con una visita cada uno.

Pero el expresidente de la Comisión Cuarta del Senado no era el único visitante que despertaba sospechas. En el cuatrienio anterior, la UNGRD administró un presupuesto histórico por cuenta de la pandemia del covid-19, lo que abrillantó aún más a esa entidad ante los ojos de los corruptos. En el Gobierno de Iván Duque, la UNGRD tuvo un presupuesto de quince billones de pesos entre 2019 y 2022. En el Gobierno de Gustavo Petro, entre 2023 y 2024, el presupuesto apenas llega a los tres billones.

La responsabilidad política que la opinión pública le está exigiendo al actual Gobierno por el escándalo de los carrotanques no es la misma que le exigieron a Iván Duque en el caso de Las Marionetas, banda delincuencial en la que hasta la madre del expresidente, Juliana Márquez Tono, terminó mencionada con el alias de la Madrina. Esa red criminal que saqueó al Estado colombiano terminó con Mario Castaño muerto en la cárcel, con el exrepresentante Pierre García prófugo y con el exsenador Ciro Ramírez tras las rejas, ambos alfiles del Centro Democrático. Cinco senadores más, todos cercanos al Gobierno anterior, están en la mira de las autoridades. 

Lo dicho: el saqueo a la Unidad para la Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD), es noticia, pero no es novedad.

La ocupada agenda del exdirector González

No obstante su habilidad para mover los hilos del poder, Mario Castaño quizá solo haya sido un marionetista aprendiz en comparación con otros. Sus cinco visitas al director general Eduardo José González, condecorado en la Cámara de Representantes por su trabajo «juicioso y honesto», así lo sugieren. Otros congresistas se reunieron muchas más veces con el director en esa entidad. Este es el top diez de esas sesiones a puerta cerrada, información a la que CasaMacondo accedió en 2022.

Nombre del congresistaPartidoDepartamentoNúmero de visitas a la UNGRD
Gustavo Londoño GarcíaCentro DemocráticoVichada38
Wilmer Ramiro Carrillo MendozaPartido de la UNorte de Santander37
Wadith Alberto Manzur ImbettPartido ConservadorCórdoba24
Juan Pablo Celis VergelCentro DemocráticoNorte de Santander23
Ricardo Alfonso Ferro LozanoCentro DemocráticoTolima21
John Jairo Cárdenas MoránPartido de la UCauca19
Carlos Felipe Muñoz BolañosPartido de la UCauca19
Didier Lobo ChinchillaCambio RadicalCesar14
Enrique Cabrales BaqueroCentro DemocráticoBolívar13
Kelyn Johana González DuarteLiberalMagdalena11
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