Real Madrid y Villarreal empatan en una lluvia de goles en la que mandó Sorloth

Real Madrid y Villarreal empatan en una lluvia de goles en la que mandó Sorloth

Sorloth celebra uno de los goles del Villarreal.
Sorloth celebra uno de los goles del Villarreal.
Ivan Terron
Sorloth celebra uno de los goles del Villarreal.

El Villarreal y el Real Madrid firmaron este domingo un espectacular empate a cuatro goles en el Estadio de La Cerámica después de un duelo con dos partes bien diferenciados, una demoledora por parte de los visitantes y la respuesta tras el descanso de los locales, pero con un protagonista indiscutible en esta oda al gol, Alexander Sörloth.

El delantero noruego vivió seguramente su mejor partido como profesional. Anotó los cuatro goles de su equipo, tres de ellos en ocho minutos tremendos de la segunda mitad donde el 'Submarino Amarillo' salió a flote tras una primera parte donde su rival le había hundido con cuatro tantos, pero que no sirvieron para mantener las opciones europeas ni para poner el segundo borrón en el campeonato a los de Carlo Ancelotti. Sí hicieron más daño, seguramente, de cara a Wembley, a Eder Militao y Andrey Lunin.

El campeón fue demoledor en los primeros 45 minutos, pero fue insuficiente para romper su mala racha en Liga en el Estadio de La Cerámica, donde no gana desde en 2017. No salió demasiado pensionado tras el descanso, quizá acomodado en su ventaja, y su fructífero 1-4 se transformó en un 4-4 y apuros hasta el pitido final.

El delantero noruego fue un quebradero de cabeza para un Militao, que no pudo detener a un futbolista que se puso líder del 'Pichichi' con 23 goles y que no perdonó la fragilidad defensiva madridista en la segunda parte, que compensó la ofrecida en la primera por parte del 'Submarino Amarillo', incapaz de frenar la calidad entre líneas de los visitantes, liderada por Güler.

Cuatro goles firmaron los de Ancelotti en el espacio prácticamente de media hora, donde su unidad 'B' mostró muy buen nivel y se apoyó en la calidad en los metros finales del trío Modric-Brahim-Güler. El turco continuó aprovechando todos los minutos que le está dando en este tramo Carlo Ancelotti, refrendado por una puntería siempre a tener en cuenta que le llevó a lograr un doblete.

El joven mediapunta participó mucho en la construcción y además tuvo dos apariciones fulgurantes casi indetectables para los centrales. Su primer gol, el 0-1 casi al cuarto de hora y cuando el Villarreal había empezado mejor y con Lunin aceptando el reto de Courtois con una gran mano a Sörloth, fue una buena maniobra ante un Bailly mal perfilado y un potente disparo cruzado. El segundo, el 1-4, después de aparecer otra vez en soledad para recibir el pase de Lucas Vázquez y batir a Jörgensen.

El 0-1 hizo daño al Villarreal, más 'tocado' a la media hora cuando Joselu cabeceó su décimo gol liguero tras una otra buena asistencia de Lucas Vázquez. Sin embargo, un error de Ceballos en su área, dio algo de esperanza al conjunto castellonense con Sörloth cabeceando lejos de Lunin un fino pase con el exterior de Mosquera y abriendo su tarde de gloria antes de la contundente respuesta visitante con el 1-3, de Lucas Vázquez apareciendo otra vez fuera del radar de los centrales, y el segundo de Güler.

El equipo de Marcelino García llegó muy 'tocado' a los vestuarios y el técnico asturiano metió un triple cambio (Albiol, Coquelin y Traoré) en busca de mejorar las prestaciones de su equipo. Al que no quitó fue a un Sörloth que cambió el guion que parecía ya firmado del encuentro con una exhibición rematadora en menos de diez minutos.

El Real Madrid no salió con la misma concentración y el noruego se lo hizo pagar caro. Ni siquiera el campeón despertó cuando nada más iniciarse la segunda parte, el delantero recortó tras ganar por arriba a Rüdiger y Militao, y poco después vio como su ventaja era ya mínima tras otro acierto del internacional. La grada soñaba y no tardaba en explotar cuando antes de la hora de juego el partido estaba de nuevo igualado con Sörloth sellando un sensacional póquer.

Ancelotti trató de hacer reaccionar a los suyos metiendo a Nacho por un Militao desarbolado y que tampoco había recibido demasiada ayuda de Rüdiger, y a Camavinga en busca de más energía y de recuperar un control que ya no logró tener en el resto del partido. Rodrygo, por Brahim, fue la solución poco después para una parte ofensiva donde el 'tridente' del primer tiempo ya no estaba tan acertado.

El delantero brasileño tuvo la mejor ocasión visitante en el tramo final con una de sus hábiles maniobras en el área que acabó en el poste, mientras que el Villarreal, más cansado, siguió buscando el quinto. Capoue no estuvo rápido en una buena opción dentro del área y Sörloth no llegó por poco a un centro lateral, pero su arreón final no tuvo premio.

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