Estos son los siete pueblos más bonitos de Mallorca: ideales para visitar este verano

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A medida que el calor del verano se instala sobre Europa, los viajeros que buscan destinos llenos de encanto, historia y belleza natural ponen sus ojos en Mallorca. Esta isla del archipiélago balear no solo es famosa por sus playas, sino también por albergar algunos de los pueblos más pintorescos de España. A continuación, exploramos siete pueblos mallorquines que ofrecen una escapada perfecta para los amantes de la tranquilidad y la cultura.

Valldemossa es quizás uno de los pueblos más emblemáticos de Mallorca. Famoso por ser el refugio invernal de Frédéric Chopin y George Sand, este pueblo de la Sierra de Tramontana encanta con sus calles empedradas y vistas montañosas. Las flores adornan las fachadas de las casas, creando un ambiente de cuento de hadas.

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En la costa noroeste, Deià seduce a artistas y músicos de todo el mundo con su mezcla de mar y montaña. Este pequeño enclave ofrece espectaculares puestas de sol que han inspirado a numerosos creativos a lo largo de los años.

Sóller, accesible mediante un pintoresco viaje en tren desde Palma, es un oasis en un valle de naranjos. Su plaza central y la histórica iglesia son puntos de encuentro habituales para locales y turistas, mientras que el mercado semanal ofrece productos locales frescos y artesanías.

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Fornalutx, cerca de Sóller, ha sido repetidamente reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España. Su arquitectura tradicional y las impresionantes vistas del valle lo convierten en una parada obligatoria para cualquier visitante de la isla.

Pollença destaca por su rica oferta cultural y sus festivales únicos. Los visitantes pueden explorar la historia local subiendo los 365 escalones del Calvario, una experiencia que culmina con una vista panorámica impresionante de la región.

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Al noreste, Artà ofrece una experiencia más tranquila, dominada por su fortaleza medieval y las calles serpenteantes que conducen a boutiques y cafés locales. Desde aquí, se pueden realizar excursiones a las reservas naturales cercanas o simplemente disfrutar de la tranquilidad del pueblo.

Capdepera es un destino imperdible por su imponente castillo medieval desde donde se puede mirar hacia Menorca en un día claro. Este pueblo no solo es rico en historia, sino también un excelente punto de partida para explorar las calas y playas cercanas.

Estos pueblos no solo son tesoros de tranquilidad y belleza, sino también guardianes de la rica historia y tradición de Mallorca. Cada uno ofrece una experiencia única, desde el arte y la cultura hasta la impresionante naturaleza y las vistas panorámicas. Así, Mallorca se consolida como un destino ideal para aquellos que buscan una mezcla de relajación y aventura en un entorno mediterráneo.