Buffalo 66

Mucho del cine independiente de los 90 bebe de la tradicion europea inmediatamente anterior. Al menos asi me lo parece. Esos tonos grises, congelados. Esa forma de rodar rozando lo amateur. Esos guiones repletos de giros y personajes en el abismo, esa constante tendencia a estallar en cualquier momento. 

Revisionar Buffalo 66 es un ejercicio de recuerdo de ese cine que prácticamente ya no existe. Estrellas del momento como C Ricci se acoplaban a él en busca del reconocimiento artistico que no conseguian en las producciones mainstream. Puede ser que se les fuera un poco de las manos, pero sin duda nos proporcionaron grandes momentos en infinidad de películas como Kids, Clerks, Drugstore Cowboy, Down by Law, My Own Private Idaho y tantas otras. 

Buffalo 66 - al hilo de la entrada anterior - vuelve a presentar a dos personajes en el abismo. Quizá un abismo distinto, pero uno al fin y al cabo. La muy improbable historia de un ex-convicto que quiere hacer creer a sus disfuncionales padres que tiene una vida feliz y una novia que le quiere. Gallo maneja la cámara de manera agresiva. Casi demasiado. Nunca se sabe si esto es adrede o que el chico no daba para más. El caso es que las piezas encajan. El frío de Buffalo, los roídos moteles, los muy locos Gazzara y Houston, los letreros luminosos, Rourke-gangsters de medio pelo, la voluptuosa Ricci ... y esa Pacinica escena final. 

Al final la esperanza vuelve a ganar. ¿Que le vamos a hacer?. El cine, independiente o no, es lo que tiene. El amor triunfa aunque sea entre dos improbables deshechos sin oportunidades de este maldito sistema.