Miércoles 15 de mayo
La palabra de nuestro Dios permanece para siempre (Is. 40:8).
Durante miles de años, la Palabra de Dios ha sido una excelente guía para sus siervos. Pero ¿y eso cómo puede ser posible? Jehová se aseguró de que se hicieran copias del texto sagrado. Los copistas eran imperfectos pero muy cuidadosos. De hecho, hablando de las Escrituras Hebreas, un experto dijo: “Puede decirse con toda seguridad que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud”. Está claro que lo que leemos en la Biblia hoy transmite los pensamientos de su autor, Jehová. “Todos los regalos buenos y todos los dones perfectos” vienen de Jehová, y la Biblia es uno de los mejores regalos que él nos ha dado (Sant. 1:17). Un regalo nos dice mucho de la persona que nos lo dio. Nos muestra si de verdad nos conoce y sabe lo que necesitamos. Eso pasa con la Biblia. Cuando la analizamos, aprendemos mucho sobre Jehová. Nos damos cuenta de que nos conoce bien y de que sabe lo que necesitamos. w23.02 6:3, 4
Jueves 16 de mayo
La tierra de seguro estará llena del conocimiento de Jehová (Is. 11:9).
¿Nos imaginamos lo hermoso que será el día en que empiece la resurrección aquí en la Tierra durante el Reinado Milenario de Cristo? Todos los que hemos perdido a seres amados deseamos verlos de nuevo. Y Jehová lo desea también (Job 14:15). Imaginemos cuántos reencuentros felices habrá por toda la Tierra. Los “justos”, que tienen sus nombres escritos en el libro de la vida, recibirán “una resurrección de vida” (Hech. 24:15; Juan 5:29). Puede que muchos de nuestros seres amados sean de los primeros que resuciten en la Tierra. Además, los “injustos”, que son los que no tuvieron suficiente oportunidad de conocer a Jehová o de servirle fielmente antes de morir, recibirán “una resurrección de juicio”. Todos estos resucitados tendrán mucho que aprender (Is. 26:9; 61:11). Por eso será necesario poner en marcha el mayor programa de educación de toda la historia (Is. 11:10). w22.09 40:1, 2
Viernes 17 de mayo
Él es el Dios vivo (Dan. 6:26).
Jehová ha demostrado que está muy por encima de coaliciones enteras de gobernantes. Luchó por los israelitas y los ayudó a conquistar una gran parte de la Tierra Prometida (Jos. 11:4-6, 20; 12:1, 7, 24). Jehová ha demostrado una y otra vez que es el Supremo. Cuando un rey de Babilonia, Nabucodonosor, presumió de su propia fuerza y poder y de la gloria de su majestad en vez de reconocer con humildad que Jehová es el único que merece la alabanza, Dios hizo que se volviera loco. Después de recobrar el juicio, Nabucodonosor alabó al Altísimo y reconoció que el dominio de Jehová es eterno. Y añadió que no hay nadie que pueda impedirle actuar (Dan. 4:30, 33-35). El escritor de un salmo dijo: “¡Feliz la nación que tiene por Dios a Jehová, el pueblo que él ha elegido como su propiedad!” (Sal. 33:12). ¡Qué buena razón para ser íntegros a los ojos de Jehová! w22.10 42:13-15