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Tres poemas de Carlos Fuentes, el ¿mejor? del 'boom' que llamó «demagogo» a Chávez y «mediocre» a López Obrador
Fundado en 1910
29 de
mayo de
2024
Tres poemas de Carlos Fuentes, el ¿mejor? del 'boom' que llamó «demagogo» a Chávez y «mediocre» a López Obrador
Se cumplen 12 años de la muerte del escritor mexicano, Premio Cervantes, Premio Príncipe de Asturias y siempre candidato al Nobel, miembro destacado de los autores del boom latinoamericano
MadridActualizada 12:52
Mario Vargas Llosa, amigo de juventud y miembro, junto a Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, del grupo de los escritores señeros del boom latinoamericano, siempre dijo que esperaba que le dieran el Nobel a Carlos Fuentes, quien nunca lo recibió. Cuando se lo dieron a García Márquez en 1982 dijo que era como si lo hubiera recibido él porque les representaba a todos ellos.
Los premios que sí recibió fueron el Cervantes en 1987 y el Príncipe de Asturias de la Letras en 1994. Hijo de diplomático viajero, su educación fue extraordinaria y cosmopolita como suele corresponder al caso. Su familia era mexicana, pero nació en Panamá y vivió casi por todas partes en América, también en Estados Unidos. Estudió Derecho en México y Economía en Suiza.
Antes de los 30 ya había sido embajador y representado a su país en distintos organismos internacionales, un prodigio cuya carrera literaria viajaba en paralelo por el mundo. Ya había escrito obras de relevancia, como su primer libro (de relatos), Los días enmascarados, con apenas 25 años. La muerte de Artemio Cruz, escrita a los 34, le consolidó como uno de los grandes escritores de la época.
tres poemas de carlos fuentes:
ENTREGA ACONDICIONADA
Sé que algo en mí la agrede. No quiero refugiarme en las listas de los archivos medicofísicos. Esta no es la autocompasión. No, lo veo en sus ojos cuando salgo del baño Pero me agrada que ella no tema abofetearme, trompearme, morderme. Gracias a el ella vale la pena. Y yo condiciono mi entrada.
ETCÉTERA
Así es como debe ser dice ella, no hay por qué contar devuelta esos tres años sabemos qué ha sucedido, qué se ha pensado, etcétera para terminar bañándonos en la azotea al amanecer demasiado bueno para demasiado, demasiado bueno para.
MANERAS DE MORIR
No le creas nada a mi mente diseñada por los medios No creas que yo lo crea Hay cicatrices que se cierran pero se destacan Déjame verte Qué milagro Margarita Solo mi ojo y tu nuca Hay demasiadas formas de morir.
Su independencia ideológica provenía de su extensa formación, experiencia y cultura. La misma independencia por la que celebró la llegada al poder de Fidel Castro y hasta viajó a Cuba al día siguiente del triunfo de la Revolución en 1959, para después rechazar su gobierno al comprobar que se trataba de una dictadura. Fuentes se separó del castrismo en su juventud, decisión que no le impidió criticar en su madurez el bloqueo a la isla por parte de Estados Unidos, al mismo tiempo, en ese mismo año, que condenó el arresto de los 75 disidentes en la Primavera Negra por parte de Castro.
Fuentes estaba «en contra de la política abusiva e imperial de los Estados Unidos contra Cuba; y en contra de la política abusiva y totalitaria del gobierno de Cuba contra sus propios ciudadanos». Del mismo modo que repudió a Hugo Chávez, al que llamó «demagogo», o más recientemente, al presidente mexicano López Obrador, a quien al principio apoyó para después tacharlo de «mediocre» cuando pudo ver quién era en realidad.
Tardó seis años en escribir Terra Nostra, de 1975, que le convirtió en una estrella literaria mundial que se coronó con Gringo Viejo en 1982, el año del Nobel de García Márquez, que había empezado a escribir cuatro décadas antes. Siguió en sus trece de independencia política e ideológica criticando públicamente la política exterior de Estados Unidos, un caso único de libertad personal, país donde fue catedrático por Harvard (también lo fue en Inglaterra, por Cambridge), reflejado también en su menor, pero existente (no le faltó nada, tampoco la dramaturgia, los ensayos literarios o el periodismo) obra poética.