El gran problema de Ana Obregón 4 años después del fallecimiento de su hijo Aless

El gran problema de Ana Obregón 4 años después del fallecimiento de su hijo Aless

El aniversario más triste para Ana Obregón

Ana Obregón está atravesando tiempos difíciles. Hoy, 13 de mayo, se cumplen 4 años del fallecimiento de su hijo Aless Lequio, el peor día en la vida de la celebridad. Después de un proceso largo y doloroso de atención clínica, su hijo falleció a causa de las complicaciones que le provocó el Sarcoma de Ewing.

El golpe más duro de la vida de Ana traería sin embargo algo de luz, la llegada de la bebé Ana Sandra, que nacía en Miami por gestación subrogada, hija de Aless Lequio y nieta suya. «Esta fue la última voluntad de Aless, la de traer un hijo suyo al mundo». Sin embargo, esta noticia se vio opacada por las severas críticas que recibió la Obregón.

Una publicación decisiva

Desde que falleció su hijo, Ana Obregón se encuentra sumida en la tristeza, como cualquier madre lo estaría. No olvida dedicarle una publicación al mes a lo largo del mes en su cuenta de Instagram. Recientemente compartió imágenes de la graduación de su hijo en la Universidad Duke, diciendo que fue el día más feliz en la vida de su hijo.

En la publicación puede leerse: «Puedo perdonar alguna crítica, juicio o daño cruel, pero jamás perdonaré al cáncer que te robó un futuro brillante al que tenías derecho. Fuimos los padres más orgullosos del mundo, y a esos recuerdos me tengo que agarrar cada vez que la herida de tu ausencia vuelve a sangrar».

Ana Obregón se centra en su trabajo

Además de su nieta Ana Sandra, Obregón ha decidido centrarse en el trabajo para conseguir salir adelante. Dice que no le guarda rencor a aquellas personas que han cuestionado su decisión de contratar un vientre de alquiler para traer a la bebé al mundo, porque lo más importante es criar sana y feliz a la pequeña, que ha cumplido ya su primer año.

La crianza de la niña, su libro El chico de las musarañas y la gestión de la Fundación que ha creado en homenaje a su hijo y para ayudar a investigar más a fondo el trastorno que se lo ha llevado han ocupado gran parte del tiempo de Ana, quien sigue absolutamente sensibilizada por la ausencia de su hijo pero intenta aferrarse al trabajo para seguir adelante.