Roger Corman, el legendario productor y director independiente de Hollywood cuya larga serie de éxitos de taquilla de bajo presupuesto como El ataque de los monstruos cangrejo, La pequeña tienda de los horrores y Ángel salvaje le valieron la fama como El Rey. de B”, murió.
Corman, quien ayudó a lanzar las carreras de cineastas, escritores y actores en Hollywood y más allá, murió el jueves en su casa en Santa Mónica, según un comunicado de la familia de Corman. informó variedad y Associated Press. Tenía 98 años.
“Sus películas eran revolucionarias e iconoclastas y capturaban el espíritu de la época”, dijo la familia Corman. “Cuando se le preguntó cómo sería recordado, dijo: ‘Yo era cineasta, eso es todo’.
Corman ha dirigido más de 50 películas a lo largo de casi siete décadas, la mayoría de las cuales produjo él mismo. En total, produjo más de 350 películas, la mayoría de ellas para sus productoras y distribuidoras, New World Pictures y su sucesora Concorde-New Horizons.
Después de fundar New World Pictures en 1970, Corman pasó una década produciendo o supervisando películas como Private Duty Nurses y Eat My Heart! También distribuyó películas extranjeras icónicas en Estados Unidos, como Gritos y susurros de Ingmar Bergman y Amarcord de Federico Fellini.
Pero muchos consideran que el mayor legado de Corman en Hollywood es nutrir a jóvenes talentos e impartir su formación privilegiada a cineastas novatos que se convirtieron en pesos pesados de Hollywood.
Entre los que figuran en la impresionante lista de “graduados” de Corman se encuentran Francis Ford Coppola, Peter Bogdanovich, Martin Scorsese, Ron Howard, Joe Dante, Jonathan Demme, John Sayles y James Cameron.
Gail Ann Hurd, ex asistente de Corman que ayudó a desarrollar películas como Terminator, Arria y No puedo pensar en nadie que haya descubierto a los cineastas más talentosos de Hollywood. abismo”.
Como productor y director, Corman brindó oportunidades a muchos actores importantes al comienzo de sus carreras, incluidos Jack Nicholson, Charles Bronson, Peter Fonda, Bruce Dern, Diane Ladd, Sally Kirkland, Talia Shire, Robert De Niro y Sylvester Stallone.
“Yo no era nadie y siempre estaré agradecido de que Roger Corman estuviera conmigo porque no tenía nada más”, dijo una vez Nicholson. Hizo su debut cinematográfico en The Crybaby Killer, un thriller policial de 1958 producido por Corman, y apareció con frecuencia en las películas de Corman.
Corman, un graduado en ingeniería de la Universidad de Stanford que alguna vez trabajó como reportero para 20th Century Fox, recurrió al mar para su primera película como productor: “Monster from the Ocean Floor”.
La película en blanco y negro de 64 minutos sobre un pulpo gigante tuerto que aterroriza a los aldeanos mexicanos se rodó durante seis días por 12.000 dólares y llenó la costa de Malibú en la península de Yucatán.
The Fast and the Furious, un drama sobre autos de carreras de 1955 creado por Corman, se rodó en nueve días con un presupuesto de 50.000 dólares y le consiguió un contrato de distribución de tres películas con una nueva compañía que pronto pasó a ser conocida como American International Pictures.
El acuerdo de Corman con AIP, que se hizo conocida como la compañía independiente más grande e influyente de Hollywood en las décadas de 1950 y 1960, marcó el comienzo de una lucrativa relación de 15 años y 30 películas entre Corman y los fundadores de AIP, James Nicholson y Samuel Zee. Arkoff.
Corman hizo su debut como director con Five Guns of the West, un western de la Guerra Civil de 1955 protagonizado por John Lund y Dorothy Malone, filmado en nueve días con un presupuesto de 60.000 dólares.
Siguió una rápida sucesión de películas de Corman de bajo presupuesto: Swamp Women, The Million Eyed Beast, Attack of the Crab Monsters, Rock All Night, The Sorority Girl, Teenage Doll y muchas más. , muchos otros.
De hecho, sólo en 1957 se estrenaron en los cines 9 obras de arte.
Corman escribió en su autobiografía de 1990: “La idea era crear una historia divertida e interesante que atrajera a los jóvenes a los coches y al cine contundente, y que no se tomara a sí mismo demasiado en serio en el proceso”.
Como cineasta, la marca registrada de Corman era trabajar rápido y barato. Todas sus primeras películas se hicieron con menos de 100.000 dólares y se rodaron en menos de dos semanas.
Corman, como productor de The Fast and the Furious, convenció al famoso actor John Ireland para que desempeñara el papel principal a un precio mucho más bajo que su salario habitual, lo que le permitió rodar la película en nueve días con un presupuesto de 50.000 dólares.
Karman redujo costos al contratar un préstamo de varios autos de carreras Jaguar de forma gratuita, ahorrando dinero para que un especialista pudiera correr con uno de los autos en su secuencia de acción principal.
Para reducir los costos de transporte a lugares remotos, se sabe que Corman filma dos películas a la vez.
Y cuando el director del estudio le dijo que tenía una oficina grande que todavía estaba en pie de la película recién terminada, Corman dijo que alquilaría el set para dos días de rodaje y tres días de ensayo; sólo después escribiría y pondría su principal, Charles Griffith, para trabajar en el guión.
El resultado fue Little Shop of Horrors, una comedia negra de 1960 sobre un tonto aprendiz de floristería que crea una planta gigante devoradora de hombres que habla (“¡Aliméntame!”).
Más adelante en la década, aprovechó el creciente movimiento contracultural con Wild Angels, una película de pandillas de motociclistas de 1966 protagonizada por Peter Fonda y Nancy Sinatra, y The Trip, un drama sobre LSD con guión de Nicholson y Fonda y Fonda y Susan Strasberg. Aunque tomó ácido mientras se preparaba para hacer la película, Corman a menudo se describía a sí mismo como “el tipo más cuadrado del grupo moderno”.
A mediados de la década de 1960, Corman intentó trabajar en un sistema de estudio importante, primero en Columbia Pictures y luego en 20th Century Fox, pero las experiencias le resultaron frustrantes y lentas, y regresó a AIP. Continuó produciendo películas en los años 90.
“Dimitir”, reflexionó en un tweet de 2020. “Soy demasiado joven para eso”.
Hijo de un exitoso ingeniero civil y exsecretario jurídico, Corman nació el 5 de abril de 1926 en Detroit. Su hermano menor, Gene, también se convirtió en productor de cine. Cuando Corman era un adolescente, la familia se mudó a Beverly Hills.
Después de graduarse de Beverly Hills High School, Corman pasó un año en la Universidad de Stanford como voluntario para el Programa de Entrenamiento de Oficiales Navales en la Universidad de Colorado en Boulder. En 1946, regresó a Stanford para su último año en el GI Bill y se graduó un año después con una licenciatura en ingeniería industrial.
Pero para entonces, su deseo de convertirse en ingeniero había sido reemplazado por otra ambición: actuar en películas.
En 1948, después de seis meses de desempleo, Corman consiguió su primera oportunidad en Hollywood: a través del padre de un amigo que conocía a alguien en 20th Century Fox, consiguió un trabajo como mensajero por 32,50 dólares a la semana. Seis meses después, lo ascendieron a analista de historias con el doble de salario.
Pero pronto se desilusionó y dejó Hollywood para ir a Inglaterra a estudiar literatura inglesa moderna sobre el GI Bill en la Universidad de Oxford. Después de completar un mandato, se mudó a París.
Al regresar a casa después de un año en el extranjero, Korman consiguió un trabajo en una agencia literaria. También trabajó como presentador de televisión antes de vender el guión que coescribió a Allied Artists por 3.500 dólares. El guión se convirtió en Highway Dragnet, una película policial de bajo presupuesto de 1954 protagonizada por Richard Conte y Joan Bennett.
A lo largo de los años, muchos directores que comenzaron a trabajar con Corman rindieron homenaje a su mentor haciendo cameos en sus películas.
Entre sus muchos papeles se encuentran el de senador estadounidense en El Padrino II de Coppola, el de congresista en Apolo 13 de Howard y el de jefe del FBI en El silencio de los inocentes de Demme.
Pero quizás su cameo más apropiado en la película de terror de Dante The Howling: un recorrido por un bar en el que se ve a Corman burlándose de su centavo ficticio, inspeccionando la ranura de devolución de monedas de un teléfono público en busca de cambio. .
En 2020, cuando la pandemia de COVID-19 paralizó a Hollywood, Corman recurrió a las redes sociales para pedir a cineastas de primer nivel que hicieran cortometrajes de dos minutos o menos y los presentaran al “Primer (y con suerte. Último) Korman’s Festival de Cine en Cuarentena”. Muchos cineastas presentaron solicitudes.
