El Partido Popular (PP) afronta las últimas horas de la campaña para las elecciones al Parlament del 12 de mayo con viento a favor en el estado –por los numerosos presidentes de comunidades autónomas que tienen–, y encuestas que le van muy bien de cara a domingo. Los populares se muestran optimistas porque están seguros que recibirán suficientes papeletas para dejar de ser testimoniales y situarse como cuarta fuerza. Todo apunta en esta dirección y hay buenas sensaciones entre los dirigentes. La duda es si los tres diputados actuales se multiplicarán por tres, por cuatro o incluso por una cifra más alta. La solución, el domingo por la noche. La campaña se ha enfocado con la idea de comerse a Ciutadans definitivamente y de rascar votos de Vox y del PSC más girados hacia el unionismo. Y no niegan, a pesar de que no lo dicen implícitamente, que uno de los grandes objetivos es situarse por encima de la formación ultraderechista que lidera Santiago Abascal. Los mensajes de todos los popes estatales que han pasado por Catalunya en las dos últimas semanas y del candidato, Alejandro Fernández, han ido en esta dirección. Los populares se han autonombrado como el único centroderecha de Catalunya y casa común del constitucionalismo.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, la secretaria general del Partido, Cuca Gamarra -que ya fue a un mitin a Sabadell-, el candidato a la presidencia de la Generalitat, Alejandro Fernández, y la máxima responsable de la formación en l’Hospitalet de Llobregat, Sonia Esplugas, han participado en el acto de final de campaña, en Bellvitge.
No hay ninguna duda en las filas de los populares que el domingo sacarán unos grandes resultados y que se acabará la travesía del desierto. Una campaña en que el PP ha apostado más por vender la marca de partido que la imagen del candidato, haciendo pasear por pueblos y ciudades lo más nutrido que tienen en España y los dirigentes más conocidos. Desde el líder estatal hasta los presidentes de comunidades autónomas y alcaldes de ciudades importantes de Catalunya, con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como gran estrella mediática.
Feijóo presenta al PP como único partido de estado
Alberto Núñez Feijóo ha entrado al grito de «
«Domingo daremos un paso de gigante. Un nuevo futuro que parará la decadencia. Saldremos del bucle. El PSC no es el cambio, gobierna en muchos ayuntamientos y en las diputaciones. Votamos por una Catalunya catalana, española y europea». Alberto Núñez Feijóo ha asegurado que los populares cerrarán el Procés. «Queremos acabar con el
Alberto Núñez Feijóo ha pedido directamente el voto a los que votaron a Ciutadans y Vox, a los socialistas que se sientan españoles y no quieren que el PSC «haga presidente Puigdemont», a los que vuelen pasar página. «Catalunya no está obligada a votar siempre lo mismo». El líder popular ha acabado su parlamento con un apunte: «El PP ha venido para quedarse. Creceremos».
Alejandro Fernández afirma que «L’Hospitalet es la Catalunya real»
Alejandro Fernández ha alabado Feijóo y ha reclamado que llegue ya a la Moncloa. «L’Hospitalet es la Catalunya real, más que la que solo está en la cabeza de Carles Puigdemont», haciendo referencia al origen de su población, con gente llegada de todo el estado. El candidato ha vuelto a recordar a sus padres asturianos para decir que ahora encontrarían extraño sentirse decir que son «ñordos» y colonos.
Sonia Esplugas ha hablado en una breve intervención de sus padres, que vinieron de Andalucía. «Vinieron para levantar Catalunya y hoy que está de pie los quieren echar», ha soltado, sin miramientos.
Un PP que quiere ser decisivo y acabar con el Procés
El PP quiere ser decisivo en los acuerdos que se tomen en esta legislatura y tiene una única idea, acabar con el Procés, que sistemáticamente durante la campaña han acusado de todos los males que sufre Catalunya, con la frase que acompaña, «independencia es decadencia». El segundo gran mantra de campaña ha sido considerar exactamente lo mismo Salvador Illa y el PSC, Pere Aragonès y ERC y Carles Puigdemont y Junts. Para los populares, son tres partidos que podrían ser uno a causa de su papel en el Procés. Un tercer elemento que han repetido es que los socialistas apoyarán a Puigdemont a la presidencia de la Generalitat para no hacer tambalear el gobierno de Pedro Sánchez en Madrid.
Sábado es día de reflexión antes de la jornada electoral. El jefe de cartel lo pasará en Tarragona. Alejandro Fernández pasará la mañana haciéndose las fotos que los medios de comunicación le han pedido y después se irá a comer con la familia, que ha tenido «muy abandonada estos días». La tarde se la tomará para descansar.
Los 15 días de campaña
Los Populares han hecho mítines en zonas de confort como la Tarragona del candidato en la Generalitat Alejandro Fernández; en la Badalona de Xavier García Albiol y el Castelldefels de Manu Reyes, pero también en feudos del PSC como Cornellà de Llobregat y Sabadell (Vallès Occidental); de los Comunes Sumar, como el Prat; y Mataró; y en el núcleo duro de la ultraderecha, en Sarriá.
Han hecho campaña en la calle y, obligados por la lluvia, en escenarios cerrados. El himno de la campaña, con un estribillo que atrapa todo el mundo, ha triunfado y repetido por todas partes, incluida el encuentro con grupos hispanoamericanos en la Feria de Abril y con los vips del Círculo Ecuestre.
El PP ha llevado todo el hierro que tiene en España. La lista de grandes nombres que han pasado por los mítines lo encabezan Feijóo; el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; la número 1 a las elecciones europeas, Dolors Montserrat -no se ha perdido un solo acto de campaña, a pesar de que se tiene que decir que es la directora; y los presidentes de las juntas de Andalucía y de Galicia, Juanma Moreno, en Viladecans, y Alfonso Rueda, a Rubí. Una avalancha de grandes personajes que han eclipsado al candidato. En una campaña que los populares han proyectado más en clave de imagen de partido que de candidato.
