De acuerdo con el informe, esas personas ingresaron al país transitando la inhóspita selva del Darién, en la frontera con Colombia, para seguir rumbo a Estados Unidos.
Los 30 colombianos, entre ellos dos mujeres, fueron llevados esposados en horas de la madrugada en un autobús hasta el aeropuerto de Albrook, en esta capital, donde fueron embarcados en una aeronave.
La directora del SNM, Samira Gozaine, quien supervisó el operativo, dijo a periodistas que el Gobierno continúa con sus gestiones de deportación y de expulsión de aquellas personas que ingresan de manera ilegal por el Parque Nacional Darién con récord criminales.
A preguntas de informativos internacionales, la funcionaria explicó que el actual Ejecutivo deportó desde abril del pasado año a 992 inmigrantes que tenían antecedentes criminales o que infringieron las leyes panameñas.
Las deportaciones se realizan en vuelos alquilados y otros comerciales que incluyen a dos custodios y significan un alto costo, información que se entregará a las nuevas autoridades, agregó la funcionaria.
En lo que va del año ingresaron por el Darién 154 mil migrantes irregulares, y se espera al concluir este año un auge del 20 por ciento en relación con 2023( más de 520 mil personas).
El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, quien debe asumir el 1 de julio, prometió en campaña cerrar ese espacio limítrofe con Colombia y deportar a los viajeros ilegales, medida que confirmó la víspera el ministro designado para la Seguridad Pública, Frank Abrego, exdirector y fundador del Servicio Nacional de Fronteras.
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