Freddie Mercury: El líder de Queen y su amor incondicional por los gatos | Los 80
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Freddie Mercury: El líder de Queen y su amor incondicional por los gatos

El cantante de Queen acarició a su amada gata Delilah antes de morir en 1991.

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Freddie Mercury, el carismático líder y vocalista del grupo británico Queen, nunca había pensando en tener una mascota, hasta que un día decidió comprarle dos gatitos a Mary Austin, su ex pareja y mejor amiga. Inmediatamente, el intérprete y creador de “Bohemian Rhapsody” se enamoró de ellos, por lo que los felinos comenzaron a formar parte de su vida.

El líder de Queen, al cabo, en los años venideros no sólo llegó a tener 10 felinos a los que trataba como sus hijos (cada uno disponía de una habitación propia, comida, juguetes y mimos), sino que además les dedicó varias canciones.

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Peter Freestone, ex asistente personal de Freddie Mercury, precisa que el amor que el músico sentía por estos animales surgió en 1970 cuando le compró un par de gatos (Tom y Jerry) a su ex pareja Mary Austin. Freestone explicó que cuando el artista estaba de lejos llamaba a cada momento a su “esposa de hecho”, para saber como estaban sus pequeñas mascotas.

“Cuando Freddie llegaba a un hotel, llamábamos por teléfono y realmente hablaba con sus adorables gatos. Mary acercaba a Tom y Jerry al receptor para que escucharán a Freddie hablar. Esto continuó a lo largo de los años con los sucesivos felinos ocupantes de sus casas”, escribió Freestone en las memorias que escribió de su amigo.

Mary Austin continuaría muy presente en la vida del artista y, tiempo después, le regaló a Tiffany, gata a la que se le unirían muchos felinos más en el futuro que fueron adoptados de Blue Cross, un refugio de animales de Inglaterra: Dorothy, Goliah, Oscar, Miko, Lily, Romeo y Delilah, la gata favorita del cantante, que lo acompañaría en sus últimos años de vida, entre 1987 y 1991.

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Mientras Queen y Freddie Mercury se iba de gira, los gatos se quedaban a vivir en la mansión de su dueño en Londres. Y aunque el intérprete de “We are the Champíons” tenía múltiples propiedades a su nombre, dicha casa se convirtió en el hogar favorito de los gatos.

Como ya se mencionó, la compañía de los felinos no tuvo únicamente cabida en la vida personal del vocalista de Queen, sino también en la música que compuso, como es el caso de la canción “Delilah”, dedicada a su gata regalona e incluida en el álbum “Innuendo” (1991), el último disco de la banda. En la letra de este tema Freddie canta frases como las siguientes: “Me haces sonreír cuando estoy a punto de llorar, me traes esperanza, me haces reír, me haces tan feliz cuando te acurrucas para dormir conmigo”.

Freddie Mercury junto a Delilah, su gata más querida.

Freddie Mercury junto a Delilah, su gata más querida.

Peter Freestone explicaría años más tarde que la canción describe a la perfección a la felina, pues ella se apoderó de la casa del cantante, hacía lo que ella quería y realmente era todo un personaje. “Delilah era un poco divertida y un poco intimidante con los demás, pero siempre era la primera que se acostaba en su regazo”, comentó.

Jim Hutton, quien fue pareja del artista durante siete años, escribió en sus memorias que Freddie Mercury trataba a los gatos como si fueran sus propios hijos. Una de las últimas cosas que hizo Freddie antes de morir, de hecho, fue acariciar el pelaje de Delilah.

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Aparte de la canción dedicada a Delilah, Freedie dedicó su álbum en solitario “Mr. Bad Guy” (1985) a su gato Jerry y en el último videoclip que grabó con Queen (de la canción “These are the Days of our Lives”), Freddie Mercury utilizó un chaleco con imágenes estampadas de sus gatos.

Freddie Mercury, antes de fallecer en 1991, dejó en su testamento dejó todas sus riquezas y propiedades a Mary Austin y a sus queridos gatos, por lo que sus mascotas fueron los herederos de una parte de su gran fortuna. Romeo, el felino más violento, obtuvo una casa para él solo, mientras que el resto de los gatos siguieron viviendo en la mansión que Freddie tenía en Londres.

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