Xabi Alonso y su inolvidable Bayer Leverkusen rompieron un récord de imbatibilidad y van por el triplete

Incluso un triunfador de la categoría de Xabi Alonso se quedó sin palabras para expresar la emoción por el empate agónico contra la Roma que catapultó al Bayer Leverkusen a la final de la Europa League. “Increíble. Estoy un poco sin palabras”, dijo el técnico español tras el 2-2 contra los italianos. Al Leverkusen le encanta el drama en esta temporada única. El gol del empate de Josip Stanisic en el minuto 97 del jueves por la noche fue el décimoquinto tanto que el equipo alemán marcó en la presente campaña después del tiempo reglamentario.

“Es difícil de explicar. Es increíble que suceda una y otra vez”, comentó el entrenador. “Normalmente hay una derrota en algún momento de un viaje tan largo”, agregó. Como jugador, Alonso ganó todo. Conquistó 18 títulos, fue campeón del mundo y dos veces campeón de Europa y de la Champions League. Pero celebró el éxito del jueves con una carrera jubilosa, dio unos saltos emocionados porque ni siquiera él ha vivido una racha semejante de 49 partidos oficiales sin conocer la derrota.

Esta seguidilla no conoce otra igual en el fútbol europeo. De diciembre de 1963 a febrero de 1965, el Benfica portugués encadenó 48 partidos sin conocer la derrota en todas las competiciones y, según datos de la Bundesliga, ostentaba el récord hasta la fecha. Ahora este también pertenece al Leverkusen, que a lo largo de esta temporada ha cosechado casi innumerables récords de mayor y menor importancia. El triplete está por fin al alcance del Leverkusen, ahora que se ya tiene el título alemán en el bolsillo y lo esperan la final de la Copa Alemana y de la Europa League.

Tal vez por eso, y para celebrar una temporada única, el club adoptó una iniciativa muy especial: regalarles tatuajes a los hinchas que quieran hacérselos. Bajo el lema “un amor que dura toda la vida” el Leverkusen anunció esta “promoción especial hasta el final de una temporada especial”. Los aficionados pueden reservar cita para ser tatuados en el estadio BayArena, estasio del Bayer, hasta el final de temporada. Los hinchas podrán elegir un diseño entre diez posibles, como el emblema del club, un choque de puños sobre la fecha 1904, año en el que el club fue fundado, o la fecha 14 de abril de 2024, en la que se puso fin a una larga sequía de títulos.

Tras el triunfo de 2-0 en Roma, al Leverkusen le hubiera bastado con perder por 2-1 en su estadio después de recibir dos penales -anotados por el argentino Leandro Paredes- y de un gol en contra de la Roma para asegurarse el pase a la final en Dublín. Sin embargo, el equipo “no se desanimó en el tiempo adicionado”, expresó el mediocampista Granit Xhaka, quien alabó lo que llamó una “mentalidad increíble”.

“Para ser sincero: en ese momento ya no tenía ninguna influencia sobre mi equipo”, admitió abiertamente Alonso. “Fue una situación un poco extraña. El 2-1 era suficiente, pero los jugadores querían más. Ya no podía controlarlos”. Con su decisión de hacer ingresar al defensor Josip Stanisic en el minuto 90 tenía “ciertamente la intención de ser más defensivo”. Pero Stanisic se lanzó al ataque y convirtió por pura fuerza de voluntad el gol del empate.

Por su parte, Florian Wirtz no debía jugar por problemas en el muslo, pero Alonso lo usó en el minuto 81, con el marcador en 2-0 para los visitantes. “Era un poco arriesgado. Pero necesitábamos algo especial. Un pase, un regate. Algo diferente. Por eso corrí ese riesgo. Y funcionó”, explicó Alonso. Aunque Wirtz no participó directamente en ninguno de los dos goles, fue él quien dio la vuelta al partido. “Incluso al 70 por ciento, Flo sigue siendo un buen jugador”, destacó el entrenador.

Wirtz podrá descansar en la Bundesliga, donde el Bayer regresa al escenario de su última derrota hace casi exactamente un año, en su partido número 50, el domingo en Bochum y, una semana después, contra el Augsburgo. Sus servicios serán necesarios en la final de la Europa League del 22 de mayo en Dublín contra el Atalanta y en la Copa Alemana tres días después en Berlín contra el Kaiserslautern.

Será una semana increíble para el Leverkusen, que lleva 31 años sin títulos, con la entrega del trofeo de campeón el 18 de mayo y la fiesta oficial de fin de temporada con 80.000 aficionados previstos el 26 de mayo. “El hecho de tener dos finales en la última semana es el mayor éxito”, dijo Alonso: “El City estaba en una situación como esta el año pasado. Pero solo unos pocos lo han conseguido”.

El equipo dirigido por Pep Guardiola -español como Alonso- ganó el triplete el año pasado. Ahora el Leverkusen puede repetirlo, aunque con la Europa League en lugar de la Champions. “Después de esta gran victoria, nuestro objetivo es ganar tres títulos”, admitió claramente Alonso. Y apeló a su equipo para llegar ahora hasta el final. “No queremos parar. Queda un partido y otro más”, dijo. “A lo mejor después de la final de Copa decimos que ahora paramos y nos vamos de vacaciones”.

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