La ignorancia es felicidad. Este conocido dicho se origina en un poema de Thomas Gray, que dice: “Donde la ignorancia es felicidad, es una locura ser sabio”. Desde que estudio e investigo más cosas sobre psicología me doy cuenta de que la verdadera felicidad no está en no saber, sino en saber y elegir en consecuencia.
Algo así me ha pasado con el “guión de vida", un concepto del psiquiatra canadiense Eric Berne, creador del Análisis Transaccional de la psicología humanista. Ahora que sé lo que es, he dado el primer paso para cambiar toda mi vida. De hecho estoy caminando para “cambiar el guión” de mi vida.
El guión de nuestra vida
Berne observó que las personas a las que acompañaba en terapia psicológica parecían actuar siguiendo lo que denominó un “guión de vida”, un argumento preestablecido que la persona representa sin cuestionarlo, independientemente de cómo la persona vive dicho guión y personaje. El guión de vida, surge a raíz de las decisiones que se toman a un nivel no consciente desde la infancia, es decir, nuestro guión de vida es la manera en la que aprendimos a relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo.
Dorothee Von Stösser, psicóloga clínica, explica que en la psicoterapia hay muchas formas de apuntar hacia un problema y una de ellas es “ver nuestra vida como un conjunto de historias que nos contamos a diario y que así predisponen nuestro estado mental”. Actúan sobre nuestras emociones, pensamientos y reacciones de forma automática. Pero como explica la experta, “no eres tú, son las historias que te cuentas”, y tus problemas cambian cuando cambias tus historias.
Los pensamientos son los responsables últimos de la programación mental, asegura la psicóloga clínica Belén Esteban Aparicio en su libro ‘Del miedo al amor a través de la psicología positiva’. Según la experta, esos pensamientos generan una especie de energía “que no desaparece ni se destruye, sino que se transforma en lo que llamas tus experiencias”. Pues bien, esos pensamientos como asegura Esteban, “están directamente ligados a los estados emocionales, pueden ser reconsiderados o desaprendidos, es decir, podemos cambiar el guión con el que la mente se ha identificado”.
Dentro de esos guiones de vida existen muchos. Algunos son mandatos como “no llores”, “tienes que ser el mejor” o “no confíes en los demás”. Otros son atribuciones que hacen referencia a nuestra persona como “eres muy obediente”, “no eres guapa” o “estás por encima del resto”. Podemos tener varios, no solo uno. Por ejemplo en mi caso tengo a fuego el “eres muy obediente” que hace que en el trabajo no cuestione a mis clientes y que siempre quiera agradar a los demás cueste lo que cueste. Lo que no sabía es que cambiar el guión era posible.
Cómo “cambiar el guión”
Pero la buena noticia es que es cambiable y modificable. Hacerse preguntas y cuestionarnos es el primer paso para sanar el guión de vida y construir uno nuevo, como explica Jordi Gil Martin, Codirector de Gestalt Salut Psicoterapia. Los guiones de vida se pueden cambiar, pero hace falta voluntad, paciencia y trabajo ya que vamos a romper con muchos patrones y comportamientos preestablecidos. “Una persona puede cambiar el guión de su vida cuando decide ser su propio guionista y reescribir las escenas de su vida, sin que sean aquellas que han sido heredadas de forma inconsciente”, explican en Psicoactiva.
El primer paso entonces es salir del inconsciente y tomar consciencia de las creencias y patrones que han sobrevivido a tu infancia, adolescencia y vida adulta. Evidentemente la ayuda psicológica es de gran ayuda en este proceso, pero no es imprescindible y podemos empezar a dar los primeros pasos simplemente haciéndonos preguntas como “¿Qué tipo de persona te enseñaron que debes ser?” y también quién no debes ser, o ¿cuál es el guión que representas en tu familia, con tu pareja o con amigos?”. En mi caso, es el rol de cuidadora, por ponerte un ejemplo.
Preguntarnos no significa que las respuestas que recibamos tengan que cambiarse sí o sí. Podemos estar contentas con nuestras creencias, valores y convicciones, pero si no es el caso, tomar conciencia de por qué nos comportamos como lo hacemos, es el primer paso para cambiar el guión.
Algunas deducciones que creemos reales, en realidad pueden ser erróneas y limitantes. El psicólogo Mario García asegura que “interfieren en lo que creemos que podemos o no podemos hacer, en lo que creemos que merecemos o no merecemos, en lo que nos decimos a nosotros mismos que somos, en lo que nos permitimos o no nos permitimos sentir”. Parece que nuestro futuro está determinado por un guión prescrito que nos dice a dónde ir, pero ¿está ese guión en la línea de nuestras verdaderas creencias y valores? ¿de lo que queremos para nosotras mismas?.
Trabajar la autoconciencia es el primer paso para cambiar el guión de nuestra vida, y te digo por experiencia que es posible cambiar patrones en los que parece que nos movemos con comodidad pero que en realidad no representan a quienes somos. Ahora el guión lo escribo yo y aunque me da miedo, me hace más feliz de lo que he sido nunca.
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Fotos | La La Land
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