An�lisis Senua's Saga: Hellblade 2, La aventura cinematogr�fica interactiva m�s espectacular (PC, Xbox Series X/S)

Han pasado m�s de cuatro a�os desde que con un breve tr�iler Ninja Theory nos pusiera los dientes largos por primera vez con lo que promet�an las consolas de �ltima generaci�n, que salvo en alg�n caso muy concreto est�n tardando m�s de lo habitual en diferenciarse, en lo jugable y en lo t�cnico, de las m�quinas que las precedieron. Senua�s Saga: Hellblade 2 es una secuela que en lo mec�nico no evoluciona ni altera demasiado lo que hab�a en aquella producci�n "triple I" de 2017, pero no tiene ni punto de comparaci�n en todo lo dem�s: es una aut�ntica superproducci�n, es cinematograf�a interactiva del mayor nivel, con un ritmo impresionante que no deja de ofrecer momentazos, con un tratamiento de la imagen y del sonido como pocas veces se ha visto en un videojuego, y que externaliza y lleva m�s all� el viaje interior de Senua.

M�s all� de Senua

Esta secuela comienza poco despu�s de los acontecimientos de Hellblade: Senua�s Sacrifice, una historia, aquella, m�s de sensaciones que de hechos, que aqu� se cuenta con un resumen funcional para poder disfrutar de la secuela pero que no hace justicia a las emociones vividas en aquella trama en la que una guerrera celta emprend�a un peligroso viaje exterior e interior para liberar el alma de su amado, a la vez que afrontaba y aceptaba su particular manera de ver y o�r el mundo, su psicosis. Esto �ltimo sigue teniendo mucha importancia en Hellblade 2, que comienza con Senua naufragando, junto al resto de esclavos de los que formaba parte, en la tierra donde habitan los vikingos de los que busca vengarse por lo que hicieron a su pueblo.

Si bien las reflexiones interiores de las muchas voces de Senua contin�an presentes, esta secuela ofrece una trama menos intimista. Es una historia m�s coral aunque contin�a representando la particularidad mental de la protagonista, c�mo la afronta y c�mo se relaciona con el mundo. A lo largo del viaje conoce y es acompa�ada por otros personajes muy bien dibujados, con sus propias disputas internas, l�deres de tribus que requerir�n de la ayuda de la guerrera celta. Senua ya no es solo el personaje en constante dolor tratando de aceptarse, sino que es capaz de ayudar a los dem�s frente al terror que amenaza este precioso mundo.

S�, terror, porque Hellblade 2 lleva varios pasos m�s all� la oscuridad de su predecesor, en parte por la mayor espectacularidad audiovisual. La angustia, lo desagradable, lo sangriento, lo macabro y las injusticias son una constante en un juego duro emocional y visualmente. Pero no quiere contar solo esa parte de la historia, esa parte de Senua. Por ello, lo contrasta y lo alterna con momentos de gran belleza, de misterio y de asombro, de situaciones donde esta Islandia virtual se muestra como un entorno precioso, un lugar a la vez natural y alien�gena.

Un mundo, como ya lo era en el primer juego, completamente lineal, con caminos claramente marcados, que tan solo nos propone salirnos de la ruta principal para descubrir unos pocos coleccionables narrativos que tambi�n destacan por la forma de dar con ellos. No tendr�a sentido dar m�s libertad ni ensanchar la propuesta: aqu� lo importante es la narrativa, la consecuci�n a buen ritmo de momentos espectaculares, y el asombro visual y sonoro. Incluso por encima de lo que hacemos a los mandos.

Puzles y combates conocidos

Porque en lo mec�nico, Hellblade 2 no ha cambiado mucho. Siguen existiendo los puzles de encontrar s�mbolos por el escenario para desbloquear el camino: requieren explorar una peque�a �rea y observar el entorno desde distintas perspectivas, pero no suponen un reto. A ellos hay que sumar otro tipo de rompecabezas en los que debemos dar con unos orbes y colocarlos en un pedestal para poder avanzar: tampoco son dif�ciles, aunque s� muy curiosos visualmente. Y no faltan los momentos de pasar por pasillos estrechos, de escalar muros con mucho sufrimiento, y de dar paseos mientras Senua dialoga con otros personajes y con las voces con las que convive.

Si nos ce�imos a lo que hacemos con las palancas y los botones, tampoco hay mucha evoluci�n en el combate. Hay algo m�s de variedad de enemigos, pero no es suficiente. Son enfrentamientos coreografiados en los que los adversarios se piden la vez para atacarnos. Disponemos de un golpe b�sico y otro fuerte, una esquiva y un bloqueo; todo se basa en esquivar los golpes que no se pueden desviar, y acertar esos desv�os para que se cargue el poder del espejo que nos permite ralentizar el tiempo y acabar con el oponente. No quiere ser un reto, de ah� que cuente con dificultad din�mica (por defecto, pero tambi�n se puede escoger entre tres niveles est�ticos), sino ofrecer tensi�n y mucho, mucho espect�culo.

Sin embargo, explicar con esta definici�n de las mec�nicas lo que hace Hellblade 2 con sus sistemas interactivos no hace justicia al juego. Aqu� cada pulsaci�n de bot�n est� vinculada a una experiencia narrativa cinematogr�fica, a una historia en la que la espectacularidad es la mayor de sus prioridades. S�, los combates pueden ser sencillos, pero las coreograf�as que se muestran en pantalla, la interacci�n entre los personajes, y el c�mo fluyen los espadazos y las ejecuciones, es algo sin parang�n en este medio. Similarmente, los puzles pueden ser b�sicos, pero c�mo algunos de ellos transforman el mundo a nuestro alrededor no solo es potente visualmente, sino simb�lico narrativamente.

Incluso los momentos en los que entran en escena los gigantes, situaciones incre�bles de las que no podemos (ni queremos) deciros mucho, son muy b�sicos en lo jugable, pero son una barbaridad en cuanto a su puesta en escena. Nos habr�a gustado que estos puntos �lgidos del videojuego fueran m�s numerosos, aunque tampoco hay mucho espacio para eso. Esta secuela es a�n m�s contenida que el primer Hellblade, en apenas siete horas pod�is ver los cr�ditos, pero tambi�n es una experiencia mucho m�s densa, grandilocuente e incre�ble que, adem�s, ofrece una motivaci�n narrativa para rejugarla que nos ha parecido muy original e interesante.

Hellblade 2, por tanto, es una experiencia que no contentar� a todos: depender� de la amplitud de miras que tenga cada cual ante lo que es un videojuego, a su opini�n sobre cu�n interactivo debe ser para serlo. Porque aqu� hay momentos en los que no ten�amos claro si lo que est�bamos haciendo con el mando influ�a en lo que se mostraba en la pantalla, aunque la respuesta en la mayor�a de los casos, para nuestra sorpresa, es que s�. No es solo que las escenas cinematogr�ficas sean casi indistinguibles de las jugables, sino que ambas fluyen y se relacionan para ofrecernos un El hombre del norte hecho videojuego.

M�s all� de lo t�cnico: buen gusto y espect�culo audiovisual

Para ello se sirve, como dejan claro las im�genes que acompa�an a este texto, de un fotorrealismo sin precedentes. Es una pasada en lo t�cnico, lo m�s incre�ble que hemos en esta generaci�n con permiso de Alan Wake 2, y solo en algunos elementos muy concretos. Las texturas de esta Islandia virtual, el tratamiento de los ropajes, las caras y sus animaciones, la iluminaci�n, los reflejos, la distancia de dibujado, la vegetaci�n� Quitando alguna cosa que contrasta, como el agua, es el primer juego que ofrece lo que promet�a Unreal Engine 5.

Pero lo t�cnico se lleva m�s all� y se complementa con lo art�stico. Hay buen gusto en el tratamiento de la imagen. Todo luce mucho m�s espectacular de lo que es por s� mismo gracias al uso que se hace del color, por los efectos imposibles que se suceden en pantalla, por las coreograf�as genialmente dirigidas de los combates, por una c�mara que se mueve y se coloca en sitios de una manera irrealizable en una pel�cula, por un postprocesado abundante que utiliza mucho el difuminado, el fuera de campo y la luz efectista.

Es, vaya, una pasada visual que se eleva con uno de los mejores trabajos sonoros que hemos visto en un videojuego. La m�sica, que parece querer recordarnos a la citada pel�cula de Reborn Eggers, es una maravilla que se complementa con la expresividad de las actuaciones y lo que ya era la se�a de identidad del primer Hellblade: el audio binaural, utilizado sobre todo para las voces interiores de Senua que la castigan y la animan, pero tambi�n por los efectos, los quejidos, y el paisaje sonoro que viene de todas direcciones. Como indican al arrancar el juego, por favor, jugad con cascos.

Todo este espect�culo tiene un coste que, una vez con el mando en las manos, no afecta tanto como se pudiera pensar. Ya ocurri� con Resident Evil 4, The Evil Within y The Order: 1886, entre otros. Hellblade 2 se juega con bandas negras incluso en la versi�n para PC a no ser que se tenga un monitor ultrapanor�mico. Es un juego exigente en lo t�cnico, que funciona en Xbox Series X/S a 30 FPS, y cuyos ajustes en PC son una maravilla: es un t�tulo bastante maleable, que nos deja ver tanto en cifras como en la imagen resultante los cambios que estamos haciendo, y que incluye varias tecnolog�as de reescalado (DLSS, FSR 3, XeSS y TSR propietario) necesarias para alcanzar una experiencia fluida. En nuestro equipo, descrito al final del an�lisis, jugamos a 1440p con DLSS en modo Calidad a un promedio de 44 FPS.

Conclusi�n

Hellblade 2 es una cuidadisima experiencia audiovisual que lleva m�s all� la historia de Senua, una aventura intensa con un ritmo muy bien medido que, a�n con mayor concisi�n que su predecesor, nos ofrece un momentazo tras otro, tanto por los acontecimientos en s� como por c�mo se representan en pantalla. Tambi�n es una obra que pone esa espectacularidad, esa cinematograf�a y esa narrativa en un primer plano: los puzles sencillos y conocidos del primer juego, y los combates coreografiados con poca chicha jugable existen para dinamizar la partida, para ofrecer algo m�s que el avance por el escenario y la visualizaci�n de secuencias. Pero quedarse en la superficie, en el logro t�cnico y art�stico que es en lo visual y lo sonoro, ser�a no hacerle justicia: Ninja Theory ha construido una historia intensa en la que no falta ni sobra nada, un viaje emocional del que es dif�cil despegarse hasta que aparecen los cr�ditos, y un hito al que las dem�s aventuras cinematogr�ficas deber�n mirar.

Hemos realizado este an�lisis en PC gracias a un c�digo para Microsoft Store facilitado por Xbox Espa�a. El ordenador utilizado tiene una Nvidia GeForce RTX 3070 8 GB, un AMD Ryzen 5600X y 32 GB de RAM NVMe.