El Real Mallorca afrontará el domingo ante el Almería, ya descendido, una auténtica final por la permanencia en el estadio Son Moix.
Con 4 puntos de ventaja sobre el Cádiz, rival directo por la salvación, un triunfo garantizaría al equipo del mexicano Javier Aguirre mantenerse en Primera División por cuarta temporada consecutiva, sin esperar a lo que ocurra la última jornada en Getafe.
En ese caso, el club balear completaría el segundo ciclo más brillante de su historia, tras los 16 años en los que se mantuvo en la máxima categoría del fútbol español y consiguió sus mejores resultados.
Entre 1997 y 2013, conquistó una Copa del Rey, se clasificó subcampeón de la Recopa de Europa (1999) y disputó la Liga de Campeones (2001).
Esta es la segunda ocasión en las tres últimas temporadas en que el Mallorca de Javier Aguirre llega a los últimos partidos de la Liga amenazado por el descenso.
La situación del equipo, no obstante, era mucho más desesperada cuando el entrenador de Ciudad de México se sentó en el banquillo del club balear en marzo de 2022.
Los mallorquinistas estaban en el pozo a falta de 9 jornadas, seriamente amenazados con la pérdida de la categoría.
Aguirre salvó al equipo tras un dramático esprint final; y en la temporada siguiente lo clasificó noveno en la tabla, apurando hasta el final sus opciones europeas.
Este año, el objetivo principal de la permanencia se ha complicado para la plantilla mallorquinista por el esfuerzo adicional que supuso llegar a la final de la Copa del Rey (que perdió en la tanda de penaltis ante el Athletic Club de Bilbao en Sevilla), según ha apuntado el "Vasco".
"Desde la Copa del Rey el equipo ha tenido un desgaste brutal", aseguró el técnico bermellón, al que algunas informaciones le sitúan desde hace varios días lejos del banquillo del club balear la próxima temporada.
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Por ahora, la directiva que encabeza Andy Kohlberg sigue sin pronunciarse sobre ese probable cambio en la dirección técnica a partir de la próxima temporada.
Ambas partes habían pactado negociar la posible renovación de Javier Aguirre una vez atada la permanencia, objetivo primordial de la entidad insular, que sigue sin cumplirse a dos partidos del final del campeonato.