La maga hechizada | El artículo de Jorge Fauró sobre J.K. Rowling y el mundo transgénero
Limón & Vinagre
Jorge Fauró

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Periodista

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J.K. Rowling: la maga hechizada

La autora de 'Harry Potter', que debe su inmensa fama y fortuna a transformar a sus personajes a base de magia, lleva años enfrentada al mundo transgénero

J. K. Rowling, autora de la saga de Harry Potter, superventas del catálogo de Salamandra. 

J. K. Rowling, autora de la saga de Harry Potter, superventas del catálogo de Salamandra.  / AFP / JUSTIN TALLIS

'Riddikulus'. En el mundo de Harry Potter, es un encantamiento que sirve para defenderse de los boggarts, seres mágicos que toman la forma de aquello que más se teme. Así anda Joanne Rowling (Gloucestershire, Reino Unido, 58 años), más conocida como J. K. Rowling. La autora de la saga mágica que enfrenta al malvado Lord Voldemort con su antagonista Potter en la madre de todas las batallas lleva años enfrascada en otra guerra, a veces dialéctica, a veces tuitera, contra el mundo transgénero. Habría sido otro de tantos respetables puntos de vista TERF (acrónimo inglés de ‘feminista radical transexcluyente’), que considera el sexo biológico como inamovible —el debate entre sexo y género, como se nace y como se siente— pero destaca su vehemencia, acaso por propia voluntad, acaso porque entra al trapo de todas las polémicas. Su comentario más reciente, el último de muchos desde que en 2019 saliera en defensa de una investigadora británica despedida por sus tuits transfóbicos, dispara directamente a varios actores de la versión cinematográfica que han salido en defensa de los derechos de las personas transexuales, los nuevos boggarts del mundo muggle (el mundo no mágico) de la escritora. Rowling escribió: «Las celebridades que se acogieron a un movimiento que intentaba erosionar los derechos de las mujeres conquistados con tanto esfuerzo (...) pueden guardar sus disculpas para los traumatizados detractores y las mujeres vulnerables que dependen de espacios de un solo sexo».

'Expecto Patronum'. Es un hechizo protector que se emplea para alejar a los dementores, criaturas sin alma que, según el diccionario ‘potteriano’, «se alimentan de la felicidad de las personas, dejando a sus víctimas con solo sentimientos de desesperación y tristeza». Contrarios a las posiciones de Rowling, los actores Daniel Radcliffe y Emma Watson, Harry Potter y Hermione Granger en la ficción, han rebatido en público a la escritora. Desprovisto de varita, Radcliffe dijo: «Cualquier declaración que contradiga esta premisa [que las mujeres trans son mujeres], borra la identidad y la dignidad de las personas transgénero y va en contra de todos los consejos dados por las asociaciones profesionales de atención médica, que tienen mucha más experiencia en este tema que J. K. Rowling o yo». Harry Potter, de mago a dementor. Lo mismo que Rupert Grint, el Ron Wesley de las películas: «Apoyo firmemente a la comunidad trans».

'Impedimenta'. El latinajo del que proviene este encantamiento no ha funcionado. De momento. En las novelas de Rowling se emplea para detener o ralentizar a una persona o criatura, lo que no ha evitado que Escocia, donde la autora reside, haya aprobado una ley que castiga la incitación al odio basada en la identidad transgénero y contempla hasta siete años de prisión. A juicio de Rowling, es una ley ambigua, confusa, que facilitará denuncias infundadas y excluye protección específica para las mujeres. La autora de Una vacante imprevista, novela para adultos publicada en 2012, ha encontrado un aliado de fuste en el primer ministro británico, Rishi Sunak: «La gente no debería ser criminalizada por declarar hechos simples sobre biología», ha declarado en defensa de Rowling. Ante la posibilidad de que pueda ser denunciada por sus opiniones, la escritora ha desafiado a las autoridades escocesas a que le pongan las esposas si consideran que ha cometido un delito. También se refirió a este asunto hace un año, cuando fue objeto de discusión la propuesta laborista de una ley similar en el Reino Unido: «Con mucho gusto cumpliré dos años si la alternativa es el discurso obligado y la negación forzada de la realidad y la importancia del sexo».

'Wingardium Leviosa'. Uno de los hechizos más recordados de las novelas de Harry Potter. Pronunciarlo provoca que un objeto levite. Archifamosa y con un patrimonio estimado en 1.100 millones de dólares, solo superada por Stephen King, J. K. Rowling no levita, pero se encuentra en ese estadio que ni siquiera alcanzan a imaginar autores y autoras con quienes comparte oficio. Debe su fama a la magia de Harry Potter, pero cuenta también con otra serie menos conocida, la que componen las siete novelas del detective Cormoran Strike. En los índices de autores no intenten buscarla por su nombre, sino por el pseudónimo masculino de Robert Galbraith. Es el único caso en que J. K. Rowling se permite cambiar de sexo y convertirse en un hombre.

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