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Suscríbete Al noroeste del golfo de Nápoles , entre el lago Miseno y las playas de la bahía, se encuentra Bacoli , un pueblo que esconde una joya arquitectónica de la época romana. La Piscina Mirabilis , más conocida como la Catedral del agua, es una antigua cisterna que abastecía a los barcos de la flota romana . Quienes la visitan pueden ver que su forma y magnitud se asimilan a las de un gran templo, alcanzando los 15 metros de altura.
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Parque Arqueológico de los Campos Flegreos | iStock
Para hablar de la construcción de esta gran cisterna es necesario remontarse a la época en la que la base de la armada romana se estableció en Portus Iulius , en el 27 a.C. Al mismo tiempo se erigió un acueducto que discurría entre Serino y el golfo de Nápoles en un total de 96 kilómetros por los cuales repartía agua a ciudades de la bahía hasta llegar a Portus Iulius.
En este punto se decidió excavar la roca volcánica del promontorio frente al cabo Miseno para edificar una enorme cisterna de agua potable que sirviera de depósito por una razón estratégica: hacer frente a algún posible asedio y abastecer a la armada. Sin embargo, hay otras fuentes que aseguran que esta idea es poco probable, ya que el acueducto Aqua Augusta ya estaba conectado a la base militar sin necesidad de una gran cisterna, y sugieren que quizá pertenecía a una lujosa villa de la zona.
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Piscina Mirabilia | iStock
Sea como sea, sus 15 metros de altura están sujetos por arcadas que se apoyan en 48 pilares . Estos dividen esta gran cavidad en cinco naves, lo que confiere un aspecto similar al de las basílicas hipóstilas de planta rectangular y bóveda de cañón. Su longitud a lo largo es de 72 metros, mientras a lo ancho mide un total de 25 metros.
Bautizada como Piscina Mirabilis (piscina maravillosa) por el poeta toscano Francesco Petrarca en el siglo XIV, tiene el honor de ser una de las cisternas antiguas de agua dulce más grandes del mundo, con una capacidad de 12.600 metros cúbicos, solo por detrás de la de Estambul.
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Para extraer el agua se utilizaban unos orificios en las bóvedas de cañón con tal de bombearla mediante artefactos hidráulicos ubicados en la azotea, comunicada con el interior mediante un sistema de puertas. Esta obra de ingeniería romana, ahora vacía, dejó de tener uso cuando en el 472 d.C. una erupción del Vesubio destruyó una parte del acueducto que la alimentaba.
Sin embargo, el deterioro del tiempo no disuadió de ser convertida en una de las paradas del Grand Tour en el siglo XVIII , siendo visitada por personalidades tales como Mozart, Dumas o Goethe. Las intervenciones a las que fue sometida en el siglo XX mejoraron su estado, de forma que hoy en día está abierta al público con visitas guiadas por el Parque Arqueológico de los Campos Flegreos , donde se encuentra.