Francina la cuentista

Francina Armengol

El 24 de octubre de 2016 la revista Nature Neuroscience publicó un estudio de científicos del University College de Londres demostrando que la repetición del engaño hace que el cerebro de los mentirosos pierda sensibilidad ante la mentira y se produzca una escalada de falsedades; demostrando así que el cerebro se adapta al fraude. Ya en el siglo XVI, sin necesidad de observar las deformaciones de las estructuras subcorticales del lóbulo temporal de los sesos, Martín Lutero afirmaba que «una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve», que viene a ser algo así como una aplicación práctica del mismo teorema.

Francina Armengol lleva meses mintiendo y para tapar sus mentiras cada vez necesita otros bulos aún mayores, expresados con mucha más rotundidad ante cada vez más público. El lunes, la presidenta del Congreso mintió ante los miembros de la «Comisión de Investigación sobre los hechos, responsabilidades y enseñanzas en torno a los procesos de contratación para la adquisición de material sanitario por parte de las Administraciones públicas durante la crisis pandémica ocasionada por la Covid-19», que es el sucinto título que los señores diputados de la mayoría izquierdista e independentista del Congreso le han dado a la comisión con la que van a tratar de enterrar el caso Koldo de las mascarillas del PSOE.

Refiriéndose a Soluciones de Gestión, la empresa de la trama Koldo del PSOE, dijo Francina Armengol ante los diputados de la Comisión del caso Koldo y ante las cámaras de televisión, que «no he conocido el nombre de esta empresa hasta estos últimos meses». Y apenas unos minutos después, OKDIARIO publicó un vídeo en el que se une a la presidenta del Congreso haciendo estas afirmaciones, con la grabación de la rueda de prensa en la que la portavoz del Gobierno de Baleares informó de los proveedores de los contratos adjudicados en el Consejo de Gobierno del 8 de mayo de 2020, presidido por Francina.<

La bola de nieve se hace más grande cuanto más rueda, por eso Francina Armengol no se atrevió a decirle a los diputados de la comisión que ella nunca jamás se hubiera reunido o hubiese hablado con Koldo García; sino que sólo se arriesgó a decir, leyendo el texto que llevaba escrito, que «no recuerdo todas las comunicaciones de hace cuatro años y por eso no descarto que entre esas personas estuviera el señor García», lo que en román paladino significa que sí estuvo reunida con Koldo García, el de la trama de las mascarillas del PSOE. Y si se reunió con Koldo, ¿para qué otra cosa podría ser sino para hablar de su empresa Soluciones de Gestión -cuyo nombre Francina dice que nunca había oído hasta los últimos meses- en relación con la compra de mascarillas por 3,7 millones de euros, que luego resultaron ser defectuosas?

¿Acaso Francina pretenderá hacernos creer que estuvo hablando con Koldo de cómo los aizkolaris cortan los troncos con hacha? ¿Querrá que nos creamos que se reunió con Koldo para que éste le contara lo que había en las 40 maletas que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, desembarcó en Barajas? ¿O acaso Francina dirá que lo que más le interesaba saber era cómo el portero de un club de alterne de Pamplona había sido capaz de llegar a ser miembro del consejo de administración de la empresa pública Renfe Mercancías?<

Lo que no son cuentas, son cuentos. Los cuentas dicen que la empresa Soluciones de Gestión para la que intermediaba Koldo García cobró 3,7 millones de euros del Gobierno Balear presidido por Francina Armengol a cambio de unas mascarillas defectuosas y que ésta no ordenó que se reclamase dicha cantidad hasta tres años más tarde, casualmente el mismo día que la candidata del PP, Marga Prohens, logró ser investida nueva presidenta de Baleares. Además, dos meses después de haber sido informada de la estafa, emitió un certificado de conformidad a favor de dicha empresa vinculada al PSOE, para que con él pudiera concurrir a otras contrataciones públicas. El cuento declara que Francina Armengol no habló de esta operación con Koldo cuando se reunió con él y ni siquiera había escuchado el nombre de su empresa. Francina la cuentista tiene más cuento que su jefe, Pedro Sánchez, y entre ambos dejan a los hermanos Grimm en unos aficionados a las historias de hadas.

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