De un tiempo a esta parte, en un ambiente imbuido por la tiranía que marcan las redes sociales y la irrupción creciente de las modas gastronómicas, resulta ciertamente difícil encontrar establecimientos en Santa Cruz donde se sirvan platos de verdadera cocina tradicional canaria; contados con los dedos de una mano. Parece que no se estila, acaso porque no visten bien, esos guisos que representan la verdadera raíz de la gastronomía popular, alejados de los nuevos gustos de una clientela realmente cursi y voluble.

Con todo, aún es posible encontrar algunos lugares que no dan concesión alguna a la galería, ni se dejan seducir por los sushis, nigiris, tatakis, ceviches y un largo etcétera, y menos aún por esa cocina a baja temperatura o por las fórmulas innovadoras de la fusión, ni siquiera hablar de gentes sacando fotos con los móviles, a la manera de un espectáculo.

Es en ese otro lado donde se descubren humildes casas de comida en las que se guisa con mucho empeño, también con un enorme sacrificio, que viven alejadas del mundanal ruido, de las consideradas zonas comerciales abiertas y del centro neurálgico de la capital, establecimientos realmente olvidados que se afanan por sobrevivir a diario, a pesar de los pesares.

Casa Chona representa un ejemplo de esta apresurada radiografía, un local con un comedor sencillo, una terraza amplia y bien cubierta, de esos lugares donde los calderos bullen al fuego sin más intención que agasajar a la clientela, que en las tardes futboleras se convierte en escenario de la previa del partido y, además, en terreno de lamentaciones para los aficionados.

De manera acertada han decidido eliminar el apellido guachinche, una herencia de la anterior propiedad, centrándose en una carta breve –incluyendo los inevitables fueras de carta– que por sí misma basta para cubrir sus necesidades.

La cocinera, Marisa, y su ayudante Amauri, sostienen una máxima: siempre se ofrece un plato de cuchara –en esta ocasión un rancho canario– y se muestra orgullosa de su ropa vieja de bacalao, una alternativa a las ya conocidas, que creó con ocasión de la Semana Santa.

Entre los platos destacados figura la carne de cabra, generosa ración, arregladita, con su punto picante y acompañada por unas papas de las de verdad, preparada ex profeso por Dariannys, la jefa.

La propuesta que luce a diario en la pizarra representa un reclamo para el vecindario que acude a llevarse comida para casa, en la que figuran, entre otros, camarones, cantarero frito, potas en salsa, sardinas fritas, carne con papas, bistec y chuletas de cerdo, carne fiesta, tomates aliñados, queso asado, champiñones rellenos, churros de pescado o croquetas variadas.

(Casa Chona, calle Velázquez, 12, Santa Cruz de Tenerife; miércoles a domingo de 13:00 a 17:00 horas; viernes y sábados de 20:00 a 23:00 horas; tfno.: 922 00 92 62).