El romántico y elegante vestido de novia de Carmen Ballesteros Botín
Escote corazón, corte sirena y encaje, así fue el elegante vestido que eligió la novia para el 'sí, quiero'.
El pasado sábado 11 de mayo se celebró el enlace de Carmen Ballesteros Botín, hija de Carmen Botín O’Shea y el golfista desaparecido Severiano Ballesteros, y Juan Diego García, en la finca ‘Puente San Miguel’, propiedad privada de la familia en Cantabria. Una cita muy especial que ha reunido a cientos de caras conocidos y se convirtió en la ceremonia del año.
Carmen Ballesteros Botín y Juan Diego García se dieron el ‘sí, quiero’ en un entorno muy especial para la novia, la finca privada familiar en la que ha disfrutado de los veranos de su infancia. El enlace reunió a familiares de los novios y personalidades que lucieron sus mejores galas. Entre ellas, además de toda la familia Botín, destacó el look de invitada de Paloma Cuevas que lució un espectacular vestido de Rosa Clará que no mostró mucho, ya que se trata de una pieza especial Paloma Cuevas x Rosa Clará de la colección 2025.
Ahora bien, la que realmente brilló, a pesar del cielo gris que tiñó Cantabria, fue la novia. Carmen Ballesteros Botín lució radiante en el día de su boda y, al igual que Paloma Cuevas, confió en Rosa Clará para su vestido de novia.
Bajo un cielo encapotado, la novia fue hacia el altar irradiando felicidad con un vestido muy delicado, elegante y romántico. La novia refugiada bajo un paraguas y del brazo de su ya marido, y más tarde en redes sociales, mostró detalles del vestido elegido.
El vestido de novia de Carmen Ballesteros
La novia eligió para la ocasión un diseño de Rosa Clará. Un diseño textura tipo encaje de corte tipo sirena y con dos apliques laterales en la falda en tul que aportaron volumen al vestido.
La pieza romántica también resaltó por su favorecedor escote corazón, que combinó con una chaqueta tipo torera a juego con el encaje del vestido, para superar el frío y lluvioso día en Cantabria.
Con un velo de tul enganchado en el recogido, la novia consiguió junto a los apliques laterales de la falda dar volumen al vestido.
La novia dejó los hombros al aire, lució el escote corazón y añadió unas mangas ya una vez en la fiesta. Pero lo que está claro es que este diseño romántico fue todo un acierto y muy acorde a su sofisticado estilo.
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