Cómo saber si soy un psicópata: características muy evidentes | Rísbel Magazine

Estas son las 10 características que mejor definen a un psicópata

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Christian Bale interpretando a Patrick Bateman en American Psycho (2000).

¿Sospechas que algo no va bien en tu interior? Quizás pierdas los estribos cada vez que al vecino de arriba se le cae algo al suelo. O no encuentras sentido a la fidelidad. Puedes ser un psicópata de manual.

Contrariamente a la creencia popular, no todos los psicópatas son asesinos en serie. Aunque el cine y la televisión nos han vendido la imagen de estos individuos como criminales despiadados, la realidad es que muchos psicópatas, que son personas con un trastorno de la personalidad, llevan vidas aparentemente normales y no recurren a la violencia física.

Muchos viven entre nosotros, ocultos a plena vista, utilizando sus habilidades para el engaño y la manipulación en ambientes laborales y sociales. Esta capacidad para mezclarse sin levantar sospechas es lo que los hace especialmente peligrosos. Puede serlo cualquiera, incluso tú.

Aunque es fácil etiquetar de psicópata a un compañero de trabajo especialmente desagradable, la diferencia entre un verdadero psicópata y alguien que simplemente es un imbécil no siempre es evidente. Aprender a identificar estas señales no solo puede evitar problemas, sino también ayudar mantener cierta paz en las relaciones cotidianas.

Lo más habitual es que un psicópata sea antisocial y sin ninguna empatía ni remordimiento por sus acciones. Pero hay más. Si la pregunta cómo saber si soy un psicópata empieza a rondar por tu cabeza más de lo habitual, el psicólogo Alexandre Pérez nos desgrana los rasgos que pueden ayudar a saber si alguien es un psicópata con todas las letras.

Mantienes la calma en situaciones estresantes

Los psicópatas parecen mantenerse fríos como un témpano incluso en los momentos más tensos. Tienen una baja respuesta al miedo, lo que les permite estar tranquilos cuando los demás estarían al borde de un patatús. Pérez menciona que, en realidad, esta «impasibilidad y aparentar no sentir nada se debe a una difícil gestión de las emociones”, ya que son incapaces de procesar algunas emociones. Además, esta calma les permite actuar de forma calculadora en situaciones en las que otros perderían el control.

Tienes unas habilidades sociales impresionantes

Aunque pueda parecer sorprendente, los psicópatas tienen un encanto especial. Son persuasivos y saben manipular a los demás con gran habilidad. Este carisma puede ser engañoso y subestimarse. “El encanto es crucial en la manipulación», subraya Pérez. Según el psicólogo, este tipo de personas usan su encanto para ganarse la confianza de los demás y conseguir lo que quieren sin levantar sospechas.

Tienes un ego enorme

Su autoestima es extremadamente alta y se creen los mejores en todo, aunque no siempre tengan razones para pensarlo. Así, como los psicópatas se creen superiores a los demás y no dudan en demostrarlo cada vez que pueden, esta aparente seguridad les hace parecer convincentes. Esta grandilocuencia les ayuda a proyectar una imagen de éxito y poder, que puede resultar muy atractiva para los demás.

Conducta impulsiva

Toman decisiones apresuradas sin considerar las consecuencias, que pueden ser fatales para sí mismos o para el pobre diablo que se cruce con ellos. Esta impulsividad les lleva a tener comportamientos “arriesgados o incluso ilegales”, que pueden manifestarse en la toma de decisiones financieras imprudentes, comportamientos sexuales arriesgados o, incluso, actos criminales – no necesariamente relacionados con arrebatar vidas -.

Estilo de vida parasitario

Viven a costa de los demás, aprovechándose de las personas de su entorno para obtener beneficios personales sin ofrecer nada a cambio. Este comportamiento refleja su falta de ética y escrúpulos. Así, según Pérez, los psicópatas son «expertos en identificar y explotar las debilidades» de los demás en beneficio propio. Una vez han exprimido todo lo que pueden, se marchan como quien no quiere la cosa.

Tus metas no son claras ni realistas

No tienen planes a largo plazo bien definidos. Además, los objetivos de un psicópata suelen ser inalcanzables o poco realistas. Viven el momento sin preocuparse demasiado por el futuro hasta que se dan cuenta que lo que se habían propuesto no se va a cumplir nunca. “A raíz de este fracaso entran en un círculo de frustración y decepción constante”, apunta Pérez.

Necesitas estimulación constantemente

Siempre buscan nuevas sensaciones o emociones fuertes para evitar el aburrimiento. “La necesidad de excitación puede llevarlos a practicar deportes extremos, participar en actividades ilegales o buscar constantemente nuevas aventuras sexuales”, apunta Pérez.

Relaciones problemáticas

Sus relaciones interpersonales suelen ser tumultuosas y de corta duración. La falta de empatía y la manipulación constante, como es lógico, pueden provocar conflictos y desencuentros. Como apunta Pérez, los psicópatas son «incapaces de formar vínculos emocionales genuinos” y solamente acumulan “relaciones rotas y dañinas”.

Promiscuidad sexual

La tendencia a tener múltiples parejas sexuales y relaciones sin compromiso es común entre los psicópatas. Este comportamiento refleja “su falta de apego emocional y consideración por los sentimientos de los demás”. En este sentido, utilizan el sexo como una “herramienta para el control y la manipulación”, sin importarles las consecuencias emocionales para sus parejas, si es que alguna vez las consideran así.

Soy un Patrick Bateman (sin matar) en potencia, ¿qué hago?

A diferencia de otros trastornos mentales, la psicopatía se considera por muchos especialistas como una condición difícil de tratar debido a la naturaleza problemática de los rasgos que intervienen y que «no tienen fácil arreglo o tratamiento: se pueden tomar medidas efectivas con algunos, pero encarrilarlos todos es prácticamente imposible» nos cuenta Alexandre.

A pesar de esta dificultad, Pérez menciona que “con trabajo se puede mejorar” bastante. Si hay que empezar por algún lado, que sea con la gestión de las emociones: “Es importante enseñar y darles herramientas para que puedan procesar sus emociones y sentimientos de forma menos disruptiva”.