Inversión, la ruta hacia la equidad regional / Columna de Germán Umaña

En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Columnistas

Inversión, la ruta hacia la equidad regional

El papel del Gobierno es articular, contribuir al desarrollo y hacer realidad esas alianzas público-privadas que nos ayudarán a construir un mejor país.

El camino de la globalización a la que el mundo decidió apostarle, una globalización sin rostro humano, ha dejado daños profundos que debemos empezar a reparar. Brechas de desigualdad entre los países más desarrollados y los de menor desarrollo, procesos de industrialización que benefician solo a algunos o una transformación tecnológica y social que pone en evidencia a los más rezagados son algunos ejemplos de las consecuencias de ese proceso que se inició hace más de 30 años. 

Esto ha ocurrido mientras organismos multilaterales han sido permisivos con la puesta en marcha de acuerdos en el ámbito de la inversión, la propiedad intelectual o los servicios, que benefician solo a las grandes economías o van en detrimento de los saberes ancestrales, el conocimiento tradicional, la cultura y la biodiversidad. 
En nuestro caso, trasladamos esas brechas del ámbito nacional a nuestras regiones. Somos uno de los países más desiguales del mundo. No supimos insertarnos en esa internacionalización tan necesaria. Simplemente aceptamos unas normas de globalización con las que hemos sido perdedores.

Pero estamos en un buen momento para enderezar el camino y convertirnos en ganadores con la apuesta del Gobierno del Cambio por una política de desarrollo sostenible, una economía descarbonizada, que genere desarrollo, crecimiento, inversiones, diferenciación de productos, que impulse la productividad en los territorios y traiga justicia económica.

En este camino, una herramienta clave es la inversión, tanto la extranjera como la nacional y la pública. De la extranjera, queremos que incorpore progreso técnico, innovación, desarrollo y alianzas con las universidades y los institutos tecnológicos. Que impulse negocios entre las pequeñas y medianas empresas de los territorios con las grandes, que son jalonadoras de inversión.

También queremos la inversión nacional, la del sector privado. Algunos empresarios han decidido frenar sus inversiones argumentando una supuesta incertidumbre, sin embargo, no hemos cambiado una sola norma relacionada con la inversión pues somos un país que ofrece seguridad jurídica. La teoría económica nos enseña que debe haber un equilibrio entre ahorro e inversión y este es el momento de trabajar por el país para que exista ese equilibrio. Solo así se generará riqueza. 
Con la inversión pública, esa que se hace en transporte, vivienda, infraestructura o tecnología, planteamos enfocarla hacia los territorios que más lo necesitan, en aras de corregir el rumbo e ir cerrando brechas. La plata pública es para la sociedad, para la población, para generar desarrollo.

En todo esto, la economía popular es un jugador fundamental. Hay que incorporarla a las cadenas de valor, que se integre desde los barrios y los territorios con el resto del país y el exterior porque la economía popular representa más del 70 por ciento del tejido empresarial del país.

Trabajamos para que este sector pueda acceder fácilmente a financiamiento legal, a créditos accesibles y solidarios. Hemos logrado con entidades privadas y públicas bajar las tasas de interés para los negocios de la economía popular. No más el llamado ‘gota gota’.

Para atraer la inversión a los territorios, encadenar las empresas de todos los tamaños, impulsar ese desarrollo productivo y romper la divergencia, promoviendo además la diversificación de la canasta exportable, necesitamos socios como las agencias de promoción de inversión. 
Ellas conocen bien las necesidades de inversión tecnología, normalización, certificación, de control de calidad y metrología en sus territorios. Necesitamos generar más valor agregado porque si no cambiamos la estructura productiva de los territorios, no vamos a tener nada nuevo qué promocionar.

Ya tenemos construido un portafolio de proyectos de inversión, sistematizados, estructurados y cuantificados, que vamos a promocionar de manera integral. Pronto entrará en operación la Ventanilla Única de Inversión (VUI) transaccional, donde tendremos ese portafolio.

El papel del Gobierno es articular, contribuir al desarrollo y hacer realidad esas alianzas público-privadas que nos ayudarán a construir un mejor país.
GERMÁN UMAÑA MENDOZA
Ministro de Comercio, Industria y Turismo
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción