El papel de Alia interpretado por Anya Taylor-Joy en la película «Dune: Segunda parte» fue corto, pero la actriz nos contó qué sacrificios hizo por él. A duras penas convenció al director Denis Villeneuve, que se debatía entre los calendarios de rodaje de «Dune» y «Furiosa», entre Australia y Abu Dabi.
En una entrevista con Variety, Taylor-Joy dijo que le apasionaba tanto el papel que estaba dispuesta a «mover hilos» para hacerlo realidad. Fue más fácil decirlo que hacerlo, ya que la actriz estuvo muy implicada en el rodaje de Furiosa en Australia. Suplicó a Villeneuve que apareciera en la película, aunque eso supusiera viajar a Abu Dabi, donde tenía lugar el rodaje. El director quería que estuviera en la película, pero no creía que Ana pudiera compaginar las dos películas y que no podría aparecer en la segunda «Dune».
La importancia del papel radica en que la tercera «Dune» era entonces sólo un concepto, y la aparición de la nonata Aliya en la segunda parte podría haber sido la primera y última aparición de la actriz en la franquicia. Ahora el trabajo en «Dune: El Mesías» continúa y hay más confianza en su aparición, aunque la película aún no ha recibido la «luz verde definitiva».
Mientras trabajaba en «Furiosa», los agentes de Taylor-Joy le informaron de que la producción de «Dune estaba en suspenso: Segunda Parte» había comenzado sin ella. Cuando regresó de Australia, Villeneuve le dijo que aún podían rodar la escena. «Hice un trato con el estudio: mientras me mantuviera dentro del presupuesto y lo hiciera todo a tiempo, podría hacerlo,» dijo el director, según la actriz. Su cameo en la segunda parte salió adelante, pero la actriz se opuso a aparecer sola en la escena. Su papel se ocultó hasta el último momento, hasta el punto de que su rostro aparecía borroso en las primeras versiones de la película. La mayoría de la gente no se enteró hasta el estreno.
Fuentes: Variety, The Hollywood Reporter