Assassin’s Creed Shadows y las 3 características que cambian con respecto a Valhalla

Se puede decir que Assassin’s Creed Mirage fue un juego de transición, un producto que nació como expansión, pero que adquirió entidad propia y se lanzó de forma independiente en 2023. Se trata de un título más compacto, al estilo clásico y sin los sistemas de los grandes juegos de mundo abierto RPG. Con Assassin’s Creed Shadows, Ubisoft Quebec retoma la fórmula rolera de Origins, Odyssey y Valhalla, aunque la evolución con respecto a los anteriores videojuegos parece todavía más marcada. Dos personajes principales, el samurái de origen africaco Yasuke y la ninja Naoe, participan en los hechos históricos que tuvieron lugar en el Japón feudal del siglo XVI, la época de la reunificación y de Oda Nobunaga.

La historia tendrá lugar durante el período Azuchi-Momoyama, entre 1579 y 1580. La época en sí tiene transcendencia dentro del lore de la saga, ya que por aquellos años tanto la Orden de los Ocultos como la Orden de los Antiguos utilizaban los nombres modernos: Asesinos y Templarios. Assassin’s Creed Syndicate (2015) fue el último juego de la saga principal en presentar a los dos bandos bajo esa nomenclatura. De manera similar a este juego, que también desarrolló Ubisoft Quebec, los jugadores tendrán la oportunidad de intercalar entre los dos protagonistas a lo largo de la campaña. Es más, es posible intercambiarlos entre objetivo y objetivo, un aspecto nuevo con respecto a cualquier otra obra de la serie.

Ya está confirmado que figuras históricas como Oda Nobunaga o el maestro ninja Fujibayashi Nagato estarán presentes en el juego. De hecho, Naoe es la hija de Nagato, aunque esta sea un personaje de ficción. Por otro lado, es la primera vez en la saga que los jugadores podrán manejar a un protagonista que existió en realidad: Yasuke fue un esclavo que llegó a Japón con los portugueses y se ganó la confianza del mismísimo Nobunaga, hasta el punto de que se convirtió en samurái.

Cambios en la exploración: adiós al águila

Desde que Origins introdujo al águila como compañero inseparable del Asesino, protagonistas como Bayek de Siwa, Kassandra o Eivor han disfrutado de la compañía de este majestuoso animal. Traducido en mecánica jugable, el águila servía para rastrear los escenarios, marcar a los enemigos y hallar puntos de entrada o de interés. Todas las entregas han introducido sus pequeñas modificaciones, pero Assassin’s Creed Shadows elimina la mecánica completamente. En su lugar, priorizarán la Vista de Águila, que muestra a los enemigos con una silueta roja y a los sirvientes con silueta de color naranja. Según IGN, la fase de reconocimiento la tendrá que hacer Yasuke o Naoe antes de internarse en la guarida del lobo. Como cabría esperar, la ninja tiene más aptitudes para el sigilo, no solo por sus habilidades naturales, sino también porque la armadura metálica de Yasuke repiquetea y puede alertar a los soldados enemigos.

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El cambio de las estaciones influirá en la jugabilidad

En el Japón de Assassin’s Creed Shadows, el mundo cambiará en función de la estación meteorológica. A lo largo de la campaña principal, los personajes viven la primavera, el verano, el otoño y el invierno, que se establece según progresa la trama. Lo que llama la atención es que cada estación está ligada a una serie de mecánicas jugables. De acuerdo con el artículo de IGN, tanto en primavera como en verano brotan las flores y las plantas, lo que permite al Asesino esconderse en la espesura de la hierba alta. En cambio, el agua se congela en invierno, lo que impide acceder a la zona desde el agua. Además, el hielo que se forma en los tejados puede quebrarse y alertar al enemigo de la presencia de un intruso.

Las estaciones influirán asimismo en el comportamiento de los NPC. Los enemigos estarán al tanto de que alguien se puede esconder en la hierba alta durante la época estival, así que utilizarán sus katanas para cortar los arbustos. Sumado a esto, el juego introducirá condiciones climáticas en base a la región a la zona, un aspecto que contribuirá a crear un mundo más orgánico.

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El combate y el sigilo

En Assassin’s Creed Valhalla, Eivor podía portar el escudo en batalla. Sin embargo, la etapa histórica y la ambientación de Shadows determina un estilo de lucha diferente, el de los samuráis y los ninjas. No habrá escudos, por que la armadura será crucial, pero sobre todo la posición y los movimientos de esquiva. Bloquear y hacer parrys será una habilidad reservada para Yasuke, mientras que Naoe podrá desviar los ataques enemigos. En cuanto al sigilo, Ubisoft ha abrazado el concepto de la luz y la oscuridad. Las filtraciones previas ya apuntaban a la influencia de Splinter Cell en este aspecto: los personajes se podrán esconder en la oscuridad y apagar antorchas para crear nuevas oportunidades de sigilo. Se introducirá un marcador de luminosidad para ayudar al jugador a saber si es o no visible.

En Red Dead Redemption, cuando John Marston realiza un acto criminal y alguien lo ve, el testigo avisa a las autoridades. Algo similar ocurrirá con los sirvientes, que no podrán luchar, pero sí dar la voz de alarma. Portan linternas y patrullan la zona, de modo que habrá que tener mucho cuidado. En caso de ser descubierto, se da la opción de dejarlos inconscientes sin matarlos. Como novedad, Shadows implementará la posibilidad de gatear boca abajo para pasar más desapercibido.

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Assassin’s Creed Shadows saldrá a la venta el próximo 15 de noviembre en PS5, Xbox Series X, Xbox Series S y PC. Ubisoft ha anunciado varias ediciones, incluyendo una de coleccionista, que detallamos en esta noticia.