Ricardo Bejarano González :'El fútbol me enseñó a entender la vida'

En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Música y Libros

Ricardo Bejarano González :'El fútbol me enseñó a entender la vida'

dfgdfgdfgf

El periodista y escritor Ricardo Bejarano escribió, 'Relatos al pie de la letra', veintisiete historias futbolísticas. 

Foto:Catalina Salazar Silva

El periodista y escritor Ricardo Bejarano González lanzó su primer libro en 2022 'Relatos al pie de la letra' con el sello editorial Ediquid. 

Entre risas el escritor Ricardo Bejarano González confiesa que su papá lo hizo hincha de Millonarios, recuerda que la primera vez que lo llevaron al estadio fue a los seis años y poco a poco fue entregándole la vida a la pelota. Fue en el 2000 cuando se enamoró del Boca Juniors, sentía cómo su corazón se aceleraba; encerrado en su cuarto observó una final entre el azul y el Real Madrid, fue allí donde decidió  que viviría por y para la pelota.

Con un tono de orgullo y al mismo tiempo de nostalgia, confiesa: 'El fútbol me enseñó a entender la vida'. Recuerda el amargo mundial que vivió en el 98 cuando la selección de Brasil perdió contra Francia. En ese momento lloró amargamente, fue entonces cuando aprendió a través del fútbol que la vida siempre da revancha, que a veces es cuestión de esperar y que al final, siempre valdrá la pena, porque tarde o temprano la oportunidad llega.

Luego de que terminara el partido y por fin secara sus lágrimas, le confesó a su papá que soñaba con convertirse en futbolista profesional. Jugó en la escuela de Ecopetrol y ldespués, en el equipo de Parmalat: un proyecto que trajo a varios entrenadores argentinos. Justo recibió el uniforme del equipo de parte de Jorge Amado —uno de los primeros entrenadores—, quien le entregó la camiseta con el número 10, la misma con la que jugó el gran Diego Armando Maradona.

fue allí donde decidió que viviría por y para la pelota.

Paso por la escuela de Santa Fe y debutó en varios equipos argentinos. Su frustración más grande fue cuando al volver a Colombia le dieron un ultimátum a su padre, Vidal Bejarano; si quería ver a su hijo jugar en grandes equipos debía pagar para que pudiera realizar ese sueño, eran alrededor de veinticinco millones de pesos. El sueño de seguir sumergido entre las canchas se esfumaba, se disipaba. Su padre quien siempre le apostó al merecimiento se negó rotundamente a hacerlo.
vdfvdv

Foto:Catalina Salazar Silva

Una fatiga crónica irrumpió en la vida de Bejarano llevándolo a experimentar un dolor intenso y profundo. Por primera vez pensó en la muerte, se negó a contarle a sus tíos y al resto de su familia, solo sabían sus padres y su esposa Catalina, su compañera de luchas eternas. Vivía  encerrado en su cuarto, pasaba las horas mirando al techo, leyendo algunas biografías de jugadores o técnicos de fútbol. En las noches hacían eco las palabras del ‘profe’ Cesar Luis Menotti: "El que cruza el jardín evitando el ángulo de 90 grados, pisa la flor y llega más rápido; el que recorre el ángulo de 90 grados tarda más, pero no daña las flores".
Tantos años de recorrer carreteras, de visitar diferentes estadios, de vestirse con distintos uniformes, tantas anécdotas por plasmar en el papel; sí de algo ha estado seguro todos estos años es que con el fútbol se celebran los goles, los aplausos de la tribuna. También en los días grises, cuando un gol es algo imposible de lograr, se escuchan silencios dolorosos que se convierten en puñaladas, y resultan ser el peor castigo de los hinchas. Por eso, a través de futbol, comprendió una nueva forma de entender la vida y valorarla, aún si toca aprender a sentarse en el banco, viendo de lejos las jugadas de los otros como nuestras.
Cuando la enfermedad se apoderó de cada parte de su cuerpo, pensó en las innumerables batallas que libró a lo largo de la vida, acompañado siempre de la pelota. Por eso, en ‘Relatos al pie de la letra’ entabla una conversación de noventa minutos con los lectores, en el que presenta la premisa sobre si es posible aprender valores por medio del balompié. En uno de sus relatos titulado 'la metáfora del banco' expone el relato de un hombre que narra lo egoísta que se puede llegar a ser, incluso, dentro de la cancha.
"Asimismo, voy a revelar, con el perdón de mis estimados desnalgados, que los jugadores sentados no desean que le vaya bien al compañero que está en su posición. Quien diga lo contrario es un mentiroso. Si le va mal a un compañero, ellos saben que van a entrar, asi de simple. ¡Qué incongruencia! Quieren que gane el equipo, pero con ellos dentro del verde césped y no desde el cemento".  Por medio de este personaje que no tiene nombre, se conoce el jugador, el monstruo en la cancha, se conoce al ser humano que, en ocasiones, solo quiere brillar y muchas veces desea pisar la flor para llegar más rápido a la meta, hacerse a un lado requiere de mucho valor, por eso muy pocos lo lográn como decía el sabio Menotti. 
Mientras estaba encerrado en esas cuatro paredes y al mismo tiempo les daba vida a estos veintisiete personajes, recordó aquella lección que lo alejó de las canchas, recordó aquel lánguido día en que le dieron la noticia del fallecimiento de su hermana Estefanía, a ella la eternizó por medio del relato ' El ballet de Estefanía' que, confesó, fue el que más le costó escribir. Allí cuenta la historia de una niña que sueña en convertirse como Martha, la mejor jugadora por ese tiempo de Brasil, mientras su mamá insiste en que practique ballet porque el fútbol es para 'marimachas', ella la tiene clara, juega mejor que su hermano mayor, logra hacer las mejores jugadas en el hall de su casa. 
Estos veintisiete relatos son un tributo a la cancha, a los hinchas que no faltan un solo domingo con tal de animar a su equipo, son un intento por revivir los valores perdidos junto a este excitante deporte. Es un homenaje al jugador, a la presión, las derrotas y las revanchas que se enfrentan durante y fuera de la cancha. Confiesa Bejarano que fueron muchas las noches en las que repetía en voz alta la frase del maestro Marcelo Bielsa: “Las evaluaciones no deben hacerse en función de lo que se obtiene, sino de lo que se merece”.




​ELENA CHAFYRTTH
​PERIODISTA CULTURA
 EL TIEMPO
​@LACHAFYRTTHS
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO