Aquel portero de rodilleras y coderas cosidas por su madre de tanto tirarse a parar disparos de jugadores imaginarios por las calles de Cheste sue�a hoy con volver a Wembley. Ya pis� el m�tico escenario en 2022 defendiendo los colores del Huddersfield, pero la moneda sali� cruz y los Terriers no pudieron ascender a la Premier ante el Nottingham Forest.
A�n as�, aquel partido se imprimi� en la memoria de Carlos Corber�n (Cheste, 1983) como el del ascenso de los juveniles del Cheste a Segunda Regional. "Hay momentos que se te quedan en la retina y no tienen que ver con la envergadura del partido que uno juega", explica.
Pero, Corber�n no pis� el c�sped de Wembley o de La Vi�a ataviado con manoplas y vestido de corto. Lo hizo con traje y desde el banquillo. "Una de las mejores decisiones que tom� fue colgar los guantes justo al acabar mi licenciatura", explica el hoy t�cnico del West Bromwich Albion, que el domingo jugar� las semifinales de ascenso a la Premier League ante el Southampton. Tiene 41 a�os y comenz� en los banquillos con 23.
Huddersfield y Leeds
Ya son siete en tierras inglesas, con el par�ntesis de su breve paso por el Olympiacos griego. Un lugar, Inglaterra, donde se "respira f�tbol" y en el que, a nivel profesional, ya ha entrenado m�s tiempo que en su propio pa�s. En Reino Unido, Corber�n ha pasado por el Huddersfield y el Leeds, donde conoci� a uno de sus entrenadores m�s admirados: Marcelo 'El Loco' Bielsa. "Nos desarrollamos producto de las interacciones que vamos teniendo con personas que te van marcando", apunta Corber�n y a�ade que �l se enriquece con cada profesional de su entorno y trata de crecer un poco cada d�a.
Otro de sus modelos es Pep Guardiola, a quien se enfrent� en LaLiga como segundo de Juan Carlos Garrido en el Villarreal durante la temporada 2010/11. "Yo sufr� el f�tbol de Guardiola y digo sufr� porque aquel Bar�a era aplastante y te somet�a hasta no poder m�s". As�, en busca de las ideas del de Santpedor, se fue hasta Arabia Saud� al equipo t�cnico de Ra�l Caneda, que hab�a trabajado con Lillo, segundo de Pep. "Siempre me he movido en b�squeda del conocimiento", apunta.
Era 2012 y la vida all� era muy diferente a la Arabia actual. "Era un pa�s m�s cerrado", admite el protagonista, pero donde se viv�a el f�tbol de manera muy pasional, con estadios de 50.000 personas llenos y un arraigo deportivo muy grande. Como no ten�a familia, su rutina era s�lo f�tbol y m�s f�tbol y estuvo en los dos clubes m�s importantes como son el Al-Ittihad, hoy equipo de Karim Benzema y el Al Nasser donde juega actualmente Cristiano Ronaldo.
Sin embargo, el trato con estrellas le vino en el Villarreal de la mano de Garrido, en su primera experiencia en el f�tbol profesional. Apenas ten�a 26 a�os y planificaba los entrenamientos de campeones del mundo como Marcos Senna o Joan Capdevila y a mitos del f�tbol como Robert Pires o Ariel 'El Ca�o' Ibagaza. "Cada entrenamiento yo s�lo pod�a aprender de lo bien que se jugaba al f�tbol", cuenta Corber�n.
Del Villarreal aprendi� una cosa que siempre ha buscado en todos los equipos por los que ha pasado, que hubiera proyecto de juego en el club. Se entrenaba como se quer�a jugar y se buscaban futbolistas para ello, algo innovador en aquella �poca y que hoy es com�n en muchos clubes de f�tbol.
De hecho, su primer proyecto como primer entrenador le llega en Chipre donde, en apenas una temporada, se sienta en el banquillo del Doxa Katokopias y del Ermis Aradippou. "En la vida uno va tomando decisiones seg�n los sentimientos que va teniendo y siempre me he preocupado de poder garantizar mi libertad en esos momentos de riesgo", explica el t�cnico.
�xito profesional y personal
Pero, en aras a esa filosof�a de proyectos largos, Carlos dej� Chipre, con opciones para continuar all� o en otros equipos europeos, y dio un paso diferente en su carrera para aterrizar en el citado Leeds, donde entrenar�a al sub 23 y le llegar�a el �xito deportivo y personal. En la ciudad del Yorkshire conoci� a su mujer, profesora de ingl�s, y tuvo a su primer hijo de los dos que tiene hoy.
Padre de dos v�stagos de tres meses y dos a�os, aunque ha cambiado pocos pa�ales, Carlos admite que le gusta estar al 100% en el lugar en el que est�, sea con su familia o en su despacho preparando un partido. "Cuando llego a casa s� me gusta saber que ya no es hora de trabajar porque ya he estirado el chicle, que hemos hecho todas las horas que ten�amos que hacer", confiesa.
Le quedan horas que invertir en, m�nimo, dos partidos. Ante un rival que le gan� ambos encuentros ligueros y que cuenta con mucho m�s presupuesto. As�, Carlos recurre a los t�picos: "Siendo conscientes de la dificultad, de la envergadura del rival, de la plantilla, del presupuesto, de todo... el f�tbol es f�tbol y trataremos de controlar todo aquello que podamos controlar para ir a Wembley". Palabra de entrenador.