Qué fue de Shelley Duvall, la protagonista de ‘El resplandor’: retirada y con trastorno de personalidad

Dicen de la película que es un desafío directo para el espectador y se considera, apropiadamente, de culto. Corría el año 1980 cuando se estrenó El resplandor: Stanley Kubrick había conseguido trasladar a la gran pantalla la viva esencia de la novela de Stephen King, haciendo realidad frente a la cámara un escenario vivo en sí mismo que pasaría a la historia del séptimo arte: el Hotel Overlook. El aislamiento por culpa del temporal hizo de la estancia de Jack, Danny y Wendy una fuente de instantáneas legendarias del cine; entre todas esas fotografías, la del hacha atravesando una puerta y Wendy gritando al imaginar su destino ha sido una de las más repetidas: la actriz era Shelley Duvall y su futuro en la industria resplandecía. Pero Hollywood terminó por romperla.

Era delgada, muy delgada, y tenía el rostro afilado. Duvall (Houston, 1949) era una de las promesas cinematográficas de su generación y su ascenso durante los setenta y los ochenta así parecía demostrarlo: debutó de la mano de Robert Altman en 1970 con El volar es para los pájaros, trabajó con él en varias ocasiones y llegó a ganar el Premio a Mejor Actriz del Festival de Cannes en 1977. Ese mismo año apareció fugazmente en Annie Hall como cita de Woody Allen. Después llegaría el asunto de Kubrick.

Fueron 13 meses de rodaje, pero Duvall habría jurado que se trataba de un eterno descenso por los infiernos de la Divina Comedia: el nivel de estrés emocional y físico al que era sometida por las exigencias de un director incansable le acarrearon problemas nerviosos que empezaron con la pérdida de pelo, siguieron con una depresión y terminaron con secuelas mentales que jamás logró superar.

Su carrera se mantuvo con relativo éxito bajo unas nuevas funciones de productora, guionista y presentadora, viendo alejarse, cada vez más, un barco, el de la interpretación, que finalmente perdió de vista en 2002, año en el que se estrenó Manna from Heaven. Sólo resurgió de su retiro una única vez: en 2023 y para encarnar a la madre de un joven que, tras un accidente en el bosque, no deja de experimentar escalofriantes alucinaciones. The Forest Hills, se llama la película.

Alienígenas en el jardín

El reciente amago de renacimiento no ha resultado sino anecdótico en la industria por el drástico giro que dio la vida de Duvall desde que optase por retirarse a su manera. Allá por 2009 algunos medios estadounidenses recogieron los surrealistas testimonios de los vecinos de la actriz; el retrato era el siguiente: intentaba comunicarse con unos marcianos encendiendo y apagando las luces de su coche, convencida hasta la médula de que en su jardín había un portal secreto a través del cual entraban los alienígenas al planeta Tierra.

Un año después de aquellas noticias la actriz concedió una entrevista y desmintió las extrañas acusaciones, asegurando que se había ido a vivir a Texas, residiendo en una caravana, porque su casa de California había resultado muy dañada tras un terremoto; que se dedicaba a leer poesía y a cuidar a sus mascotas. En 2016, Phil McGraw reveló en su talk show que lo que sufría Duvall era un trastorno de personalidad. Y ella —por entonces reiteraba que el sheriff de Notthingham quería matarla, que tenía un disco dentro de su pierna y que Robin Williams, con quien compartió elenco en Popeye casi cuatro décadas atrás, no había muerto, sino que vivía con la capacidad camaleónica de cambiar continuamente de forma— lo reconoció: dijo que estaba “muy enferma” y solicitó ayuda y comprensión.

Sólo se casó una vez. Fue con Bernard Sampson en 1970 y el divorcio llegó a la par que su fama. Luego estuvo con el cantante Paul Simon, relación que duró hasta que ella le presentó a su amiga Carrie Fisher, en el pico más alto de su carrera tras interpretar a la Princesa Leia en La guerra de las galaxias: Simon y Fisher se casaron y se divorciaron un año después. Historias de amor en Hollywood.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.