Defensa de hombres maltratados y exhumaciones

OPINIÓN | Dimarts Mercat

Defensa de hombres maltratados y exhumaciones

"Pretenden romper con la memoria democrática y continuar escondiendo a las víctimas del franquismo en las cunetas"

Trabajos de exhumación de varias víctimas del franquismo.

Trabajos de exhumación de varias víctimas del franquismo. / Rafa Arjones

Vicent Soriano

Me quedo tranquilo, mucho más tranquilo, al saber que ya es un hecho en la Comunitat Valenciana que la Fundación para la defensa de los hombres maltratados podrá recibir ayudas (veremos de cuánta pasta estamos hablando), cuando reciban la primera hostia de su pareja, cansada ya del macho cabrío salvaje y violento que se caracteriza por sus cuernos en forma más o menos de lira, por su duro pelaje y por tener una barba estrecha en la mandíbula inferior, según podemos leer en la Wikipedia.

Estos hombres maltratados podrán acceder a formar parte de las listas electorales de la extrema derecha; golpear muñecos en la sede de Ferraz como entrenamiento a los golpes que recibía su mujer, se les ofrecerá manuales de cómo hacer mucho más daño a los que conviven con él, podrán cobrar del erario público y presentar las denuncias que crea convenientes, incluso las más falsas, amparándose en una fundación que se esconde bajo unas siglas, pero que seguirá haciendo el mismo daño y provocando el mismo dolor que ríase usted de la pequeña hostia después de recibir un maltrato continuado. Ya tienen los maltratadores su espacio donde dejar huella de sus tropelías y togas incendiarias que los defiendan. Y eso con dinero de todos. Algo está fallando en la sociedad.

«El dolor no prescribe, la memoria es obligación», escribió alguien en los muros de la vergüenza de quienes pretenden ahora romper con la memoria democrática e inventar la de concordia, que continúe escondiendo a las víctimas del franquismo en las cunetas de las carreteras y los muros de los cementerios. Seguramente no saben lo que son las lágrimas de dolor. No saben y además se adornan con mentiras y poca vergüenza de alzarse como defensores de las libertades democráticas. Deprisa y corriendo pretenden presentar enmiendas a la ley de concordia, pero para blindarla en todos los términos.

Blindarlas con la cara coloreada por parte de la ONU contra las decisiones de PP y VOX, que cada día presentan nuevos argumentos que huelen a fascismo. El Molt Honorable President de la Generalitat afirmó con la boca pequeña que a él no podían acusarle de no defender la memoria histórica, cuando había firmado en apenas seis meses la exhumación de 422 victimas del franquismo de las fosas comunes. Mentira podrida. Esas exhumaciones las dejó firmadas la entonces Consellera de Esquerra Unida Rosa Pérez y hay que llevarlas a cabo porque están licitadas y adjudicadas y no se puede romper el contrato, firmado el 14 de julio de 2023. Y por cierto, no eran 422 sino 421 las exhumaciones. Hasta en los datos mienten. Si por ellos fuera (y si no, tiempo al tiempo), ya no se movería ni un palmo de tierra. 

Los crímenes del franquismo no pueden quedar en el olvido, y al menos hay que reparar en parte el dolor de las familias que no saben donde están sus antepasados, quizás amontonados en fosas comunes por todo el territorio valenciano. Simplemente es de justicia. Se ha andado mucho camino pero todavía queda mucho por recorrer.

La memoria democrática no debe olvidarse nunca y destinar los recursos que hagan falta, no haciendo el ridículo porque se haya eliminado un premio de 30.000 euros en el mundo del toro. Un premio que representaba el reconocimiento a unos valores propios de la Tauromaquia, como el esfuerzo, la entrega y la capacidad de superación. O sea, debería entregarse a todos los toros muertos. Eso si que son hechos dolorosos y no los «figuras» que formaran parte de la Fundación de hombres Maltratados. De risa.

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