LA LECTURA
Los libros
Pol�tica

As� se destruye un pa�s: Israel y su peligroso camino hacia la violencia total

En los textos recopilados en 'El precio que pagamos' el siempre l�cido y combativo escritor israel� reflexiona sobre las claves que han llevado a su pa�s a vivir en un militarismo extremo y en una "ideolog�a de odio y violencia"

Manifestantes israel�es el pasado abril pidiendo junto al Parlamento en Jerusal�n la disoluci�n del gobierno y el regreso de los rehenes.
Manifestantes israel�es el pasado abril pidiendo junto al Parlamento en Jerusal�n la disoluci�n del gobierno y el regreso de los rehenes.Menahem Kahana / AFP
Actualizado

La �pica de una victoria inesperada y rotunda puede inspirar percepciones -y, si no se desaf�an, cronificarlas- que alimenten la confianza de forma desmedida. Durante su investidura como doctor honoris causa por la Universidad Hebrea de Jerusal�n en 2017, David Grossman (Jerusal�n, 1954) recordaba las palabras de Isaac Rabin cuando era jefe del Estado Mayor, pronunciadas tras la Guerra de los Seis D�as en ese mismo lugar, el campus del monte Scopus, y que a �l le causaron un escalofr�o que recorri� su cuerpo de tan s�lo trece a�os.

El precio que pagamos

Traducci�n de Ana M� Bejarano. Debate. 128 p�ginas. 12,90 � Ebook: 6,99 �
Puedes comprarlo aqu�.

Seg�n Grossman, la euforia por la magnitud de la salvaci�n experimentada "confiri� a la guerra y a sus efectos la condici�n de un relato moral que casi traspasaba los l�mites de la realidad y de la l�gica". Al hilo del discurso de Rabin, asesinado a traici�n por un extremista israel� en 1995, Grossman subrayaba la asunci�n entonces de que el pueblo jud�o no estaba "acostumbrado ni ha sido educado para disfrutar del j�bilo del ocupante victorioso", herencia secular de su pasado como minor�a se�alada, perseguida y amenazada que de repente pas�, en una semana, de la amenaza existencial a hacerse "casi con un imperio".

Arrastrados al abismo

Aquella idea era aceptada por la mayor�a, pese a que, desde ese instante, sostiene Grossman, se hab�an ya plantado las semillas del racismo y el nacionalismo que germinan en toda "ocupaci�n militar", adem�s de la "exaltaci�n mesi�nica". No existe ning�n pueblo, reflexiona en este texto incluido en El precio que pagamos, junto con otros antes publicados casi en su totalidad en las p�ginas de Haaretz, as� como otros le�dos en ceremonias y actos c�vicos, "vacunado contra la embriaguez del poder".

�Y cu�l es ese precio? Tres d�as despu�s del ataque terrorista del pasado 7 de octubre, Grossman lo resumi� as�: el de "haberse dejado arrastrar durante a�os por un liderazgo corrupto que lo ha llevado hacia el abismo destrozando las instituciones judiciales y su misma integridad, (...) un liderazgo dispuesto a poner al pa�s en peligro existencial solo por salvar a su primer ministro de ir a la c�rcel".

El escritor israel� David Grossman.
El escritor israel� David Grossman.NUNO BOTELHO

Esta compilaci�n urgente, en la estela de su anterior Escribir en la oscuridad (Debate, 2010), nos sumerge sobre todo en el estado de �nimo social previo al atroz ataque de Ham�s. Su expresi�n m�s clara fueron las manifestaciones masivas contra el proyecto de ley que socavaba la independencia judicial. La tensi�n en la opini�n p�blica fue tal que los pilotos de combate en la reserva y otros militares de la Fuerza �rea firmaron una carta de protesta en junio de 2023 comunicando que suspend�an su servicio, lo que pon�a en jaque la seguridad de Israel.

Cr�tica y autocr�tica

En Reflexiones sobre la paz (2004), del t�tulo citado, Grossman recog�a un comentario que circulaba de boca en boca —"La guerra con los �rabes nos salva de una guerra civil"—, y en El precio que pagamos cobra nueva relevancia.

Y es que la amenaza exterior ha actuado como pegamento entre grupos antag�nicos internos sin la cual el riesgo de implosi�n del pa�s solo ha hecho que postergarse. Por eso la polarizaci�n extrema del a�o pasado despert� un temor genuino a la quiebra interna (Mi pa�s es un cuerpo enfermo, 25 agosto de 2023). Si bien el autor, cuyo hijo Uri muri� durante una operaci�n militar al sur del L�bano en 2006, no escatima esfuerzos ni ocasiones en se�alar el origen del cataclismo desde dentro en los sectores de derechas m�s radicalizados y en las "calamidades a lo Ceauescu" de la familia Netanyahu y sus ac�litos —la colonizaci�n de los territorios ocupados dibuja unas fronteras inestables que provocan la "eterna tensi�n" y "sospecha perpetua" entre el impulso de invadir el territorio vecino y el temor de ser invadido—, no se olvida de la autocr�tica.

Advierte sobre la permisividad, el cinismo, la desconexi�n de la pol�tica —o lo que llama un "sofisticado mecanismo de autoenga�o"—, la apat�a o el fatalismo de una parte importante de la poblaci�n que conduce al desmantelamiento de las bases del Estado de Derecho. "La magnitud de los sucesos de octubre borra a ratos lo que estaba sucediendo antes", afirma, porque es un galimat�as hablar de "democracia ocupante".

La uni�n de los pac�ficos

Y as�, El precio que pagamos lanza una advertencia tambi�n sobre el caos que se genera si la sociedad civil permite que una minor�a se apropie de los s�mbolos nacionales (como la bandera), imponga preceptos religiosos ("que se enroscan como una venenosa hiedra alrededor de la pol�tica"), promueva la fuerza militar como principio b�sico y posibilite que estos y otros lugares comunes de la extrema derecha, con el benepl�cito de los partidos situados en una �rbita pr�xima, se afiancen en un parlamento y carcoman principios elementales ("la igualdad es el punto de partida de la ciudadan�a y no la consecuencia de ella").

Una tierra anta�o "imaginada, maravillosa y de ensue�o" ha acabado desfigurada en la definici�n que da Grossman: "Un Estado jud�o es el que tiene la habilidad de vivir en cuerpo y alma en una dimensi�n ilusoria y enajenada al tiempo que niega absolutamente la realidad (�Qu� es un Estado jud�o?, julio de 2023). Las ochenta brechas que se abrieron en la valla "m�s sofisticada del mundo" el 7 de octubre de 2023 dan buena cuenta de ello.

Pone el broche a este libro Siempre os recordaremos, unas palabras en memoria de los torturados y asesinados al sur de Israel. No se extiende al contraataque masivo posterior en Gaza cuyo final todav�a no imaginamos, pero nos cuenta el marco emocional, pol�tico y social previo, as� como los miedos cervales que se han despertado. Aun as�, decenas de miles de muertos en Gaza despu�s, una reflexi�n de 2021 (Y a pesar de todo) no ha perdido vigencia: "La verdadera lucha no debe librarse entre �rabes y jud�os, sino entre los que en ambos lados aspiran a vivir en paz, en medio de una colaboraci�n justa, y aquellos, tambi�n de ambos lados, que alimentan su mente y su ideolog�a con el odio y la violencia".