Nina, As Neves y Marisol, llámame Pepa » Academia de cine

Nina, As Neves y Marisol, llámame Pepa

10 mayo, 2024

Andrea Jaurrieta, Sonia Méndez y Blanca Torres dirigen los tres largometrajes españoles que se estrenan esta semana

Nina

El segundo largometraje de Andrea Jaurrieta, galardonado con la Biznaga de Plata Premio Especial del Jurado de la Crítica en el 27 Festival de Málaga, llega a los cines este fin de semana. Nina está protagonizada por Patricia López Arnaiz y Darío Grandinetti y parte de la obra de teatro homónima de José Ramón Fernández que, a su vez, es una versión libre de La gaviota de Anton Chéjov.

Entrevista a Andrea Jaurrieta: “Los monstruos no te avisan de que lo son”

A través de esta película, dice Jaurrieta, “quiero hablar de los límites del consentimiento desde un punto de vista femenino activo, desde la complejidad psicológica y social que entraman este tipo de relaciones”. Además, explica que lo que hace diferente a este proyecto es que “hace conversar de manera poética pasado y presente a través del tratamiento audiovisual de los espacios, las atmósferas, el duro paisaje del norte o incluso las propias tradiciones, con un minucioso trabajo de la puesta en escena y el montaje que, al mismo tiempo, ayuda a incrementar la tensión narrativa. Todo ello articulado a partir del objetivo inicial de venganza de Nina, ante su muerte inminente, que irá evolucionando hacia algo más profundo y existencial”.

Producida por BTeam Prods, Icónica Producciones, Irusoin y Lasai Producciones. Nina cuenta con la participación de EITB, Movistar+, FILMIN, HBO Max y Vodafone TV, y con la financiación de ICAA, Gobierno Vasco, Comunidad de Madrid y Gobierno de Navarra. Nina es un proyecto creado en el marco de las Residencias de las Academia de Cine.

Sinopsis:

Nina decide volver al pueblo costero donde creció, con una escopeta en el bolso y un objetivo: vengarse de Pedro, un famoso escritor al que el pueblo rinde ahora homenaje. El reencuentro con su lugar de origen, con sus recuerdos del pasado y con Blas, un amigo de la infancia, le hará replantearse si la venganza es su única opción.

 

As Neves

Sonia Méndez dirige este thriller adolescente ambientado en un pueblo de Galicia que se acerca con mirada íntima a la generación joven que vive en el contraste de la hiperconexión y el aislamiento. Está protagonizada por Andrea Varela y David Rodríguez Fernández, al que se suman otros jóvenes que debutan en la interpretación como Antía Mariño, Xacobe Bruña e Irene Rodríguez, con la colaboración especial de Lucía Veiga.

En palabras de su directora: «As Neves es un drama psicológico adolescente que muestra cómo la vida de una pandilla que vive en un pueblo remoto se ve sobresaltada por la desaparición de una de sus compañeras. Este suceso inesperado desestabiliza la forma de ser de estos jóvenes, que viven en un entorno aislado pero también en continuo contacto con el mundo a través de sus móviles. Los protagonistas son chavales que viven en la montaña, en poblaciones dispersas y rodeados de espacios abandonados de los que se apropian. Sus conflictos son como los de cualquier adolescente pero sus vías de escape son muy distintas, viven en contacto con la naturaleza pero también con internet así que todo ese universo que les ofrece la pantalla del móvil choca con el entorno que habitan y cuanto más abierto es el espacio natural en el que viven más encerrados se sienten ellos en ciertas situaciones. Quería explorar ese contraste y cómo se gestiona desde la agitación adolescente», explica.

As Neves es una producción de Aquí y Allí Films y Cósmica Producións, con la participación de RTVE, CRTVG y CREA SGR, la colaboración de HBO, la financiación del Gobierno de España (ICAA), la Axencia Galega das Industrias Culturais de la Xunta de Galicia y el Instituto de Crédito Oficial.

Sinopsis:

As Neves es un pueblo gallego de montaña donde todos se conocen. La noche de carnaval un grupo de adolescentes celebran una fiesta y se drogan con setas por primera vez. Al día siguiente despiertan con un temporal de nieve y la noticia de que Paula, una de las chicas de la fiesta, ha desaparecido. Mientras, el pueblo se queda incomunicado y cae internet. Cada vez es más urgente encontrarla. Se inicia una investigación que causará un profundo cambio en sus vidas y en su relación con el mundo.

 

Marisol, llámame Pepa

Blanca Torres dirige este documental que hace un acercamiento a la figura y el mito de Marisol y recoge sus éxitos internacionales, con imágenes inéditas de sus giras por Japón, Angola, EEUU, Argentina o Perú. Cuenta con la participación de su hermana Vicky Flores, la cantante Amaia, el presidente de la Academia de Cine Fernando Méndez-Leite, Enrique Cerezo, Cristina Hoyos, Elvira Lindo y Cristina Almeida.

Para Blanca Torres: «Este personaje totémico, mitad Marisol, mitad Pepa Flores, es capaz de representar como ningún otro, a todas las mujeres de este país. Marisol fue un verdadero rayo de luz en la España de los años 60. Un personaje de ficción encarnado por una niña prodigiosa que se convirtió en el modelo femenino omnipresente de todas las niñas del tardofranquismo, a las que, como a Marisol, les costaría mucho dejar atrás su rol infantil y ser tratadas como adultas de pleno derecho. Y esa es la Transición que cuenta este documental. El paso de todas ellas hacia la conquista de su propia identidad a mediados de los años 70. Un largo proceso del que yo todavía me siento parte y del que Pepa Flores representa el despertar, con sus contradicciones, el miedo a la propia libertad, y la valentía de romper con el pasado y alzar la voz», explica.

Este documental cuenta con la participación de: TVE , CANAL SUR,  el ICAA, Ayuntamiento de Madrid y Comunidad de Madrid

Sinopsis: 

La niña prodigio Marisol fue inmortalizada casi a diario, en una sobreexposición que acabó borrando los límites entre el personaje y su propia vida. Este documental alumbra de nuevo las imágenes de este mito, para redescubrir el camino vital de la Marisol niña y adolescente, y acabar descubriendo a la verdadera Pepa Flores, la mujer que se escondía tras ella y que tuvo que desaparecer para recuperar su voz, o mejor dicho, su derecho al silencio.