Hace 160 años las tropas francesas ocuparon Manzanillo

La población de Colima y Manzanillo trató de seguir con su vida normal durante el tiempo de la ocupación.

Imperialistas aterrorizaron a población

Este año se cumplen ciento sesenta años de aquel ignominioso día en que fuerzas invasoras francesas, que respaldaban el imperio usurpador del austriaco Maximiliano de Habsburgo, ocuparon el Puerto de Manzanillo, sabedores que, a pesar de tratarse de un puerto pequeño y tranquilo, éste generaba ya desde aquel tiempo bastantes recursos por concepto del movimiento de carga marítima, aprovechando su estratégica posición en la costa occidental del país.

BAJO LA INFLUENCIA FÉRREA Y NEFASTA DE LEONARDO MÁRQUEZ

Fue el 18 de noviembre de 1864 cuando las tropas del invasor francés invadieron Manzanillo. Estas se habían mantenido alejadas de esta parte de la nación, haciendo que sus habitantes pasaran casi de manera desapercibida, como lejanas noticias, los primeros momentos del establecimiento de un gobierno extranjero en el país, del llamado Emperador de México, Maximiliano I, quien, por cierto, fue el segundo personaje que ostentó este título en nuestra república; siendo el primero Agustín de Iturbide (Agustín I), en el tiempo inmediato a la independencia de México.

Las tropas francesas, con integrantes mexicanos, austriacos, suizos, alemanes y mercenarios europeos de otras nacionalidades europeas y del norte de África, entre ellos los temibles zuavos, venían comandadas por el Mariscal Doway, quien se estableció con todo lujo y pompa en la ciudad de Colima, mientras que Manzanillo fue ocupado por el temible General Leonardo Márquez, quien en tono de burla fue motejado por la población como Caltzontzin, no sin temor a sus acciones, que ya eran bastante conocidas por ser violentas y hasta sanguinarias. Para el momento en que esto sucedió, ya habían pasado casi ocho meses de que Maximiliano gobernaba a México desde el Castillo de Chapultepec en la Ciudad de México, capital del país.

Leonardo Márquez, quien en el resto de la nación era conocido ignominiosamente como El Tigre de Tacubaya, era conocido porque no le temblaba la mano a la hora de terminar con la vida de sus enemigos e incluso atacar a la población civil sin miramientos. Durante la Guerra de Reforma, militó en las filas del ejército conservador y como premio por haber derrotado a los liberales en Tacubaya, fue ascendido a General de División el 11 de abril de 1859 por el presidente conservador, el Gral. Miguel Miramón. Ambos, al momento de establecerse el imperio invasor, militaron por el bando francés.

La profesora Rafael Suárez se distinguió por negarse a servir a las tropas invasoras en Colima.

LA VALENTÍA DE LA MAESTRA RAFAELA SUÁREZ

Se dice que Márquez fue un verdadero profesional y amante de la guerra, a quien llamaban “Leopardo Márquez” o “El Tigre de Tacubaya” por las ejecuciones masivas de prisioneros que perpetró en aquella población en el episodio ya citado. También en esa ocasión, al final de la batalla, se presentaron un grupo de estudiantes de medicina y de enfermería, quienes estaban asistiendo y curando a los heridos del bando liberal, a los cuales masacró a sangre fría. Entre la cuenta de muertes que se le imputan están las de Melchor Ocampo, Leandro Valle y Santos Degollado. Una vez teniendo a Colima y Manzanillo en poder de sus fuerzas, dejó su gobierno en manos del Mariscal Doway.

Durante este triste espacio en la vida del estado de Colima, se dio el conocido episodio en que la connotada maestra Rafaela Suárez se negó a continuar laborando para el gobierno usurpador, enfrentándose al gobernante extranjero asentado en Colima, espetándole las ya famosas palabras: “No comería tranquila el pan que comprara con el sueldo pagado por traidores”, en clara alusión al General Márquez y a Doway, aunque más a Márquez, por el agravante de ser mexicano, y por lo tanto traidor. Su ejemplar valentía es recordada en el nombre de un jardín de niños de Manzanillo, ubicado en la Unidad Padre Hidalgo, el cual se construyó en 1960.

LA ADUANA DE MANZANILLO DA RECURSOS A LOS GUERRILLEROS

Doway se estableció y gobernó en la ciudad de Colima, mientras que Márquez hizo lo propio en el Puerto de Manzanillo. La gente se estremecía en las calles de la pequeña población costera al verlo recorrer con paso marcial y firme las pocas callecitas, principalmente la De la Laguna, para ir hasta la ribera de la laguna a recibir comunicaciones desde la capital del estado de su jefe Doway y otros superiores. Sin embargo, como la guerra continuara por la resistencia de algunos focos de leales mexicanos en diversas partes del país, pronto la vigilancia ciudadana se relajó y en ocasiones las tropas se retiraban momentáneamente del puerto.

Esto posibilitó que en diciembre de 1864, en uno de esos momentos que las tropas invasoras acantonadas en Manzanillo se habían retirado temporalmente a otras partes de la región, sorpresivamente el Gobernador Republicano del Estado, Gral. Julio García, llegó de manera imprevista al puerto y encontrando a un barco extranjero cargado de efectos también extranjeros, le cobró una importante suma por derechos aduanales, los que, sin lugar a dudas, resultaron de gran ayuda para el bando mexicano opositor a los invasores.

LA NUEVA DIVISIÓN TERRITORIAL DE MAXIMILIANO HACE DISTRITO A MANZANILLO

El 3 de marzo del año siguiente, 1865, el Emperador Maximiliano expidió su Ley de División Territorial, en la cual dividía al territorio nacional en cincuenta departamentos, siendo Colima uno de ellos. A su vez, el Departamento de Colima fue dividido en cinco distritos, siendo estos los siguientes: 1.- Colima; 2.- Zapotlán; 3.- Sayula; 4.- San Gabriel; y 5.- Manzanillo. Hay que señalar que de estos distritos, actualmente tres pertenecen al estado de Jalisco: Ciudad Guzmán o Zapotlán, Sayula y San Gabriel. Los distritos eran gobernados por subprefectos.

Para ese entonces, el Mariscal Doway y Márquez se habían retirado por exigencias de la guerra contra la resistencia mexicana, y el gobierno de la entidad (los cinco distritos mencionados) recayó en la persona de José María Mendoza. Cabe aclarar que el Departamento de Colima dependía a su vez de la Comisaría de Guadalajara, al igual que Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Nayarit, Michoacán, Tancítaro y Coalcomán, por raros que parezcan estos dos últimos puntos.

Aquí se puede ver a un soldado invasor extranjero queriendo asemejarse a un charro mexicano en son de burla.

ESTRATEGIA INVASORA DE TRANQUILIZAR AL PUEBLO DÁNDOLE PAN Y CIRCO

El 8 de junio de 1865, en el marco de la ocupación, y queriendo dar al inconforme pueblo pan y circo, llegó a Colima, auspiciado por el gobierno invasor, Tranquilino Alemán, trayendo consigo el primer globo aerostático que se vio en la región, lo que, obviamente, causó expectación entre la gente. Ante la pérdida de poder del imperio, sin embargo, se dio órdenes al Prefecto José María Mendoza de perseguir con saña y mano de hierro a los patriotas guerrilleros comandados por Julio García, que les hostigaban desde Las Trojes.

Maximiliano de Habsburgo, Emperador de México, decretó el 15 de junio de 1865 que en los meses de enero, mayo y septiembre de cada año salieran conductas de dinero desde Guadalajara, vía Morelia, hasta el Puerto de Manzanillo, tomando en consideración el progreso que esta población había alcanzado

COMIENZAN A DARSE LAS PRIMERAS DERROTAS DE LOS INVASORES

Cuando el Jefe de gendarmería imperial general Alfredo Berthelin, más conocido por La Avispa, pasó por Colima hacia Manzanillo custodiando una conducta, Mendoza creyó que era la oportunidad de combatir a Julio García. Aceptó Berthelin la propuesta a su regreso de Manzanillo. Corría el mes de noviembre de 1866. Sin embargo, en un paso llamado El Guayabo, las fuerzas imperiales sucumbieron ante los guerrilleros de Julio García. La cabeza de La Avispa fue primero colocada en una escarpia en la hacienda de Trojes como trofeo de guerra; luego, introducida en una castaña de alcohol y remitida a Colima. Un mes después, en las cercanías de Jala, los conservadores sufrieron otro descalabro.

Terminaba el año de 1866 y el desorden en las fuerzas imperiales iba creciendo. El 21 de diciembre caía Guadalajara, lo que era un mal presagio para ellos de lo que vendría. El general imperialista Felipe N. Chacón, huyendo, llegó con 2 000 hombres a Colima y destituyó a Mendoza, quien de inmediato se dio a la fuga embarcándose para Nayarit. Chacón se dedicó a fortificar la ciudad de Colima.

RAMÓN CORONA LIBERA A NUESTRA REGIÓN

A mediados de enero de 1867 hicieron acto de presencia las fuerzas de Julio García y Antonio Guadarrama teniendo varios encuentros sangrientos en La Cruz Gorda, por el rumbo de Villa de Álvarez, sufriendo por ambas partes numerosas bajas.

El 31 del mismo mes arribó el general Ramón Corona, jefe supremo del Ejército Republicano de Occidente. Ante su presencia la ciudad se rindió y se firmó un armisticio. Evacuada la plaza por el general Chacón, Corona hizo su ingreso y restituyó en la gubernatura a Don Ramón R. de la Vega el 2 de febrero. Todo regresaba así a la normalidad, y se estallaba en alegría popular.

SE INCENDIA EL PUERTO DE MANZANILLO

Por cierto que, en ese marco histórico, empañando un poco las celebraciones por la liberación del territorio de las fuerzas invasoras, se registró en Manzanillo uno de los peores desastres que ha visto, cuando el 9 de febrero de 1867 se suscitó un gran incendio en el Puerto, iniciando a las 10 de la noche, destruyéndose dos manzanas, lo cual era un gran perímetro, tomando en cuenta que por entonces la población era aún muy pequeña. En esa ocasión se dañó el faro que se iba a instalar en Ventanas, el cual se encontraba instalado en la playa frente a la aduana.

LA REPÚBLICA RESTAURADA EN EL PAÍS Y EN NUESTRA REGIÓN

El 15 de mayo de 1867 terminó la aventura francesa en México, siendo fusilados en el Cerro de las Campanas, en Querétaro, Maximiliano, Miramón y Mejía, todos apellidados con la letra M; pero faltó un cuarto, Márquez. Leonardo Márquez, el gran opresor de Colima y Manzanillo en especial, huyó de último momento del sitio de Querétaro disfrazado de mujer, escapando rumbo a Veracruz y de ahí partiendo en barco a La Habana, Cuba. El 21 de enero de 1868, ya pasada esta etapa, Manzanillo es designado Junta Municipal, teniendo como Director Político a Casimiro de Arzac, designado por el Gobernador Ramón R. de la Vega.

Agregar que la Educadora Rafaela Suárez Solórzano, quien vivió de 1834 a 1910 fue la primera mujer en ocupar un cargo de poder en el Gobierno Federal.  Por 15 años dirigió la Normal de Profesores, la institución académica que mayoritariamente demandaban los jóvenes que concluían la primaria superior. Estudió con una profesora particular y recibió algo más de formación con un maestro francés. Trabajó como maestra en Colima, su estado natal, y en Guadalajara. En Colima dirigió una escuela para formar maestras en 1860.

Fue reconocida por ser una mujer enérgica, austera y decidida. Dolores Correa escribió sobre su espíritu juicioso serio y fuerte. Se distinguió por su constante asiduidad en el trabajo ni por un momento interrumpido, debido a su régimen metódico de vida. Sus hábitos estaban basados en las reglas juiciosas de la higiene, y en el amor al orden y al trabajo, cuyo lema estriba en el más estricto apego al cumplimiento del deber.

Por cierto, he de decirles que yo estudié el nivel preescolar en el Jardín de Niños “Rafaela Suárez” de Manzanillo, el cual se encuentra ubicado en la calle 9 de la Unidad Padre Hidalgo. Es muy poca la gente que hoy sabe quien fue esta valiente maestra colimense.