Durante el pasado fin de semana, en el sur de Gloucestershire, un condado al oeste de Londres, tuvieron lugar una serie de famosas carreras de caballos, los Badminton Horse Trials —Badminton es por el nombre del pueblo, no por el deporte—, que siempre han atraído a la familia real británica. De hecho, varios de sus componentes estaban allí, con la reina Camila a la cabeza. Sin embargo, quien acaparó los focos no fue la esposa del rey Carlos III de Inglaterra, sino su sobrino, Peter Phillips.

El que fuera conocido en su momento como el "nieto favorito" de Isabel II, primogénito de la princesa Ana y de su primer marido, el capitán Mark Phillips, apareció, como han descrito desde The Sun, "enamorado", cuando en teoría, dado que se acababa de separar de su anterior pareja, con la que ha estado saliendo los últimos tres años, era que llegase cabizbajo y más por guardar las apariencias y estar con los suyos que por voluntad propia. 

Pero la razón de su alegría tiene un nombre: Harriet Sperling. Con ella a su lado no se ha perdido un detalle de la competición ecuestre, como tampoco han dudado en darse muestras de cariño en público, pues el citado medio ha mostrado con imágenes cómo la pareja se movía por el recinto tomados de la mano y haciendo bromas mientras se mezclaban con la multitud y charlaban con otros interesados e invitados en el evento, que tiene lugar todos los años y que dura tres días.

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"Parecían completamente enamorados y él estaba sonriendo de oreja a oreja", ha declarado una fuente presente en las carreras, añadiendo que el sobrino del monarca, de 46 años, parecía "tan feliz como un niño con un juguete nuevo" y que estaba y actuaba "como si nada en el mundo le pudiese originar preocupación alguna".

De hecho, uno de los amigos de Phillips reveló poco antes de los Badminton Horse Trials al diario The Telegraph que este había encontrado "recientemente" una nueva pareja y que, si bien era cierto que ambos estaban "pasando tiempo juntos", quizás era demasiado pronto para poder comentar algo sobre la naturaleza real o el futuro de la relación aún naciente.

Pero Sperling, como Peter Phillips, más de lo mismo según los testigos y los medios británicos, pues bien podría haber estado nerviosa o intranquila, ya que, al fin y al cabo, su nuevo novio le estaba presentando a la reina Camila, pero ella estaba de tan buen humor cuando se unió al resto de miembros de la realeza que parecía que llevase toda la vida en situaciones similares.

Y nada que ver con la realidad. Según han podido saber desde el periódico Daily Mail, Harriet Sperling es enfermera pediátrica de la NHS, es decir, el Servicio Nacional de Salud en sus siglas en inglés. Además, es escritora independiente y una gran devota y practicante de su fe católica, lo que le ha ayudado en la crianza de su hija, ya que es madre soltera.

Precisamente, la nueva pareja de Phillips escribió sobre esta experiencia. "Mi hija y yo hemos viajado durante 10 años únicamente la una con la otra. Nos suelo comparar con una isla y, a menudo, me resulta difícil imaginar que alguien más se una a esa isla", ha llegado a escribir, así como que, aunque gran parte del tiempo "es difícil ser madre (o padre) soltera y existe un estigma que cargar, Dios puede aparecer y cambiarlo para bien".

Aunque el portavoz de Phillips se ha escudado en un "sin comentarios, es un asunto privado" ante las preguntas de la prensa, ya varios medios han especulado en cómo ha avanzado de rápido la relación entre el director ejecutivo de Sports Entertainment Limited UK, una empresa que organiza grandes eventos deportivos, muchos de ellos ligados a la Fórmula 1, y la enfermera.

Y es que en el evento también estaban las hijas que Peter tuvo con su exmujer Autumn Kelly, Savannah, de 13 años, e Isla, de 12, así como su hermana, Zara Tindall, junto a su marido, el exjugador de rugby Mike Tindall, y las hijas de ambos, Mia y Lena, y Sperling parecía acostumbrada a pasar tiempo con todos ellos.

Lo cual no deja de ser sorprendente, dado que su ruptura con su anterior pareja, Lindsay Wallace, se hizo oficial a principios de abril, alegando como motivo principal la falta de tiempo que pasaban juntos "debido a sus compromisos laborales y familiares". "Los compromisos laborales de Peter y su trabajo en la F1 estaban haciendo que pasara mucho tiempo fuera y sin parar de viajar", afirmó entonces un informante cercano a la familia a la revista Hello!.

"Es obvio que ha supuesto una sorpresa porque la mayoría de su círculo pensaba que la relación estaba absolutamente consolidada. Es muy triste. Peter ha estado por todo el mundo, increíblemente ocupado, y Lindsay vive en Escocia, por lo que les estaba resultando muy difícil verse", finalizó. Falta por ver si ese inconveniente no acaba también con esta nueva relación en la que se le ve tan implicado.