Un partido crucial en la temporada de Minnesota Timberwolves que han conseguido superar con matrícula de honor. No se le puede reprochar nada a alguno de sus jugadores, porque han sido de ganar en absolutamente todo a su gran rival, Denver Nuggets.
Anthony Edwards cumple su palabra
Ya lo dijo el gran líder de la escuadra de Minnesota. No mentía al decir que regresaría a Denver para disputar el último y fatídico game 7 ante su gran rival. Dos equipos que comparten mucha historia a lo largo de la temporada. Les preceden años de fracasos hasta que han dado con la tecla.
Minnesota fue destrozado durante el año pasado por el campeón actual y buscan una venganza poética que los lleve a su primera final de conferencia en la historia de la franquicia. Un equipo joven repleto de estrellas. No se copan los egos, si no el espíritu general por conseguir grandes resultados.
Por ello, Anthony Edwards hoy pedía mucho más después de conseguir un parcial de 27-2 en el inicio del partido. Un arranque trepidante que ha descosido a Denver Nuggets con fallos garrafales desde media distancia y desde el triple.
El base del equipo, Anthony Edwards sumaba 27 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias. Sumado al regreso de Mike Conley, clave en el juego de este equipo con 13 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias. La parte defensiva ha servido para romper la defensa de Denver. El caso de Jaden McDaniels con 21 puntos y 4 rebotes.
Karl-Anthony Towns, 10 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias. Rudy Gobert, que se ha llevado una gran ovación de su público, 8 puntos, 14 rebotes y 2 asistencias. Naz Reid, primera espada desde el banquillo 10 puntos y 11 rebotes.
Una actuación magistral para romper al rival. El parcial en el primer cuarto de 31-14 y el último con un 29-9 ha servido para hundir la moral de Denver Nuggets. Los titulares, insólitos ante el esperpento tragaban con un final incomestible. Nunca les habían dado este repaso, pero siempre hay una primera vez para todo. Puede que este sea el año de Minnesota Timberwolves y la gente no se haya percatado. Los números y las actuaciones grupales los avalan. Ahora tienen que cumplir la última épica, derrotar al mejor equipo de los playoffs en su casa. Es un todo o nada.
Denver vive su propia pesadilla
En ocasiones, los números de los jugadores engañan. Esto se debe a que por muchas ocasiones generadas y tiros fallados, no han estado a la atura de las circunstancias. Jamal Murray, empoderado por su gran papel en el quinto partido lideraba el ataque de Denver. Sin resultado, ya que acumulaba estadísticas paupérrimas para el base de Denver. 4-18 en tiros de campo y 2 de 7 en triples.
El MVP, mejor jugador del planeta, Nikola Jokic, no tenía su mejor partido. Porque todos somos humanos y hoy, los Wolves han obligado al pivot a pisar la tierra. Con un ajuste defensivo diferente, sin exponer tanto a Gobert y doblando su ataque, lo han neutralizado. El problem está ahí, los Wolves, tienen herramientas para frenar a Jokic. Su papel ha sido el mejor del equipo con 22 puntos, 9 rebotes y 2 asistencias. Pero 9-19 en tiros de campo y 0-4 en triples.
Aaron Gordon ha hecho 50% en tiros de 2 y de 3 con 12 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias. Michael Porter Jr, 3-9 en tiros de campo y 1 dee 6 en triples con 8 puntos, 6 rebotes y 1 asistencia. Kentavious Caldwell-Pope no ha mostrado su mejor versión y se ha quedado corto, 9 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias.
El banquillo hoy ha fallado bastante, ya que solo han podido ofrecer 6 puntos y 9 rebotes. En puntos sobre la pintura, han sido doblados por Minnesota Timberwolves. Se quedan con el 30% en conjunto en tiros de campo y 19% en tiros de tres. Michael Malone supo ver el desastre y dio descanso tras media hora a su quinteto titular. Es momento de preparar el último partido, donde no hay margen de error...