Lobo rojo

• Es un lobo de tamaño mediano, entre el coyote y el lobo. Puede medir desde 60 centímetros y hasta un metro de alto y acaso un poco más. Pesa entre 40 y 60 kilos. El macho es algo más grande que la hembra.
• Tiene patas y orejas muy delgadas y finas, lo que lo hace característico, siendo éstas últimas muy puntiagudas.
• Pese a su nombre, su pelaje no es propiamente rojo, sino tan sólo de los que viven en algunas regiones, y no llega a ser del todo rojo. Su color predominante es gris, café, y algunos tonos rojizos.
• Existe cierta polémica respecto a su taxonomía, pues no se ha definido bien aún, si es una subespecie del lobo gris, o del coyote o una hibridación de ambos, ya que el origen del lobo rojo no ha sido delimitado aún.

Su hábitat se ubica en el norte de México, en Estados Unidos y Canadá. Al estar en riesgo de peligro, el número de su población ha bajado sensiblemente y es muy complicado estudiar su entorno. Se han establecido algunos límites generales como los señalados, pero no se cuentan con detalles. Por ejemplo, se sabe que habitan en las marismas de Estados Unidos, pero no se cuenta con una certeza, ya que más bien son deducciones. También se estima que vive en zonas pantanosas y llanas.

En Estados Unidos, que es donde más regularmente es visto, se le ubica en los estados de Texas y Lousiana. Ahí se le ubica en bosques que tengan precipitaciones pluviales constantes y en áreas pantanosas. No es un animal que deambule de zonas secas, ya que siempre se le ha visto ligado al agua y a los ambientes húmedos boscosos. Habita cerca de los ríos.

Sólo existe una población que habita de manera salvaje en su hábitat: es la de Carolina del Norte, que tiene ese mérito gracias a la labor de reintroducción que ha hecho la población.

Como todo cánido, es omnívoro. Come ratas, conejos, aves, nutrias, mapaches, todo tipo de roedores, pequeños cerdos. Si van en manada, pueden cazar animales de mayor tamaño como ciervos. Ocasionalmente y a falta de animales vivos, pueden comer fruta que se encuentren por el camino. Cuando llegan a tener una presa de gran tamaño, comerán toda la carne que les sea posible, para tener reserva, ya que en ocasiones pasan días sin comer, o incluso semanas.

Su reproducción es como la que se hace en otros clanes de lobos: solo hay una pareja reproductora en cada manada. Solo ella tiene el privilegio de reproducirse. Cuando un macho ha encontrado a su hembra alfa, vivirán juntos como pareja toda la vida. Cuando otro macho desea aparearse, debe retirarse de la manada y crear su propio clan desde cero. Se reproducen entre enero y marzo. La gestación de las crías dura 60 días y pueden tener entre 3 y 6 cachorros, aunque se han visto casos de madres que tienen más de diez cachorros.

La hembra es la encargada de preparar "el nido" donde nacerán sus hijos. Busca ramas delgadas que entretejerá para proteger el lugar de nacimiento. Usualmente busca que sea un lugar cerca al río o algún depósito de agua. También les sirven los agujeros de los troncos para la labor de parto.

Los recién nacidos son ciegos y sordos, y son dependientes de su madre durante tres semanas, que será cuando comiencen a salir de su madriguera.

Se encuentra en estado crítico a desaparecer. La mayor amenaza es a sus características puras, pues al cruzarse continuamente con el coyote, estas se han ido perdiendo. No es un lobo que sea cazado por el hombre, ya que casi no se deja ver, además de que sus ejemplares comienzan a ser muy pocos, por lo que la falta de conservación a este tipo de lobo es lo que ha generado que se encuentre amenazado.

La conservación del lobo rojo ha sido ineficiente. Se han organizado, sin mucho éxito, exigencias y demandas para organizar reintroducciones en sus zonas de origen. Sin embargo, los esfuerzos no han sido de la importancia esperada.

Un proyecto estadunidense importante, es la acogida de cachorro y su posterior liberación al estado salvaje. Se estima que con esta labor se impulsa el crecimiento de la población de lobo rojo. Sin embargo, ni la acogida de cachorro ni su reintroducción han tenido el éxito esperado, por lo que el riesgo de peligro sigue aumentando.

• Su manda tiene como líderes a una pareja de adultos reproductores.
• Los cachorros son criados por la comunidad, no sólo por la madre.
• Su pelaje muda, usan uno en invierno y otro de diferente color en verano.
• Son de hábitos nocturnos.
• Se comunican de diversas formas: con señales químicas, sonidos como aullidos, diversos aspectos conductuales y señales olfativas.
• En Carolina del Norte sólo quedan siete ejemplares del lobo rojo.

Ahora que ya conoces con más profundidad el lobo rojo, descubre esta otra especie de lobo: el Lobo Ártico.

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