La realidad que vivían Luis Miguel y su mamá mientras rodaba la película 'Ya nunca más'

La hija del director Abel Salazar recuerda que Marcela Basteri "cuidaba muchísimo" a su hijo en el set

Luis Miguel en la película 'Ya nunca más' cuando tenía 13 años. (Captura de video de YouTube)
Luis Miguel en la película 'Ya nunca más' cuando tenía 13 años. (Captura de video de YouTube)

En este 2024 se cumplen 40 años del estreno de Ya nunca más, película que hoy día es considerada de culto. Pero más allá de la ficción, es un testimonio de cómo era Luis Miguel en su adolescencia antes de la desaparición de su madre, Marcela Basteri, en 1986.

Ya nunca más fue el cuarto álbum de estudio del cantante. Se grabó en 1983. Fue titulado con el nombre de la canción homónima que se eligió como track principal. En ese momento Luis Miguel ya era una celebridad infantil y adolescente que causaba furor, principalmente entre el público femenino de su generación.

Para aprovechar y potenciar su carrera se contempló hacer una película teniéndolo como protagonista. La historia debía girar en torno al álbum e incluso debía titularse de esa manera para que fuera un proyecto integral de su proyección, lo cual incluiría temas inéditos para el soundtrack.

El director elegido para ese objetivo fue Abel Salazar, célebre actor del cine mexicano y productor de filmes de terror que también había compaginado su trabajo con la realización desde 1967 cuando dirigió a Julissa y Carlos Piñar en Los adolescentes.

El equipo de guionistas fue conformado por Tulio Demicheli, Adolfo Torres Portillo y Fernanda Vélez. Para apegarse a lo que cuenta la canción, el guión estableció que la trama debía ser un melodrama y que el personaje de Luis Miguel tenía que ser hijo de un viudo que queda como padre soltero. Abel Salazar propuso el detalle dramático que haría famosa a la película: que la estrella perdiera la pierna.

"Hablaba yo con mi papá y le decía “¿por qué le vas a cortar la pierna, por qué no le buscas una historia más luminosa?", recordó en el podcast Cinéfilos en apuros Rosa Salazar Arenas, hija de Abel Salazar, quien también actúa en la película. "Como a él le encantaba el melodrama, me decía 'no, yo quiero ver a este niño sufrir, verlo dar todo en escena'. Y no estaba equivocado. Ahora veo los memes, los clips, creo que mi papá sí sabía lo que estaba haciendo".

Rosa da vida a Patricia, la novia de Enrique (Gonzalo Vega), padre de Luis (Luis Miguel) en la ficción. Ella aceptó hacer ese papel a pesar de que su formación profesional no era en la actuación sino en la radio. Precisamente por su trabajo en el programa La hora menuda conoció a ‘El Sol’ cuando éste se presentó en sus instalaciones en 1982.

"Fue un fenómeno. Llegaban las niñas y cerraban la calle de Ayuntamiento, donde estaba la XEW. Teníamos que cerrar las calles. Ese fue el clic con Luis Miguel", rememoró.

Un año más tarde firmaría con él siendo su “madrastra” en la ficción. En 1983 el reparto concedió una entrevista detrás de cámaras a Televisa dentro del set de filmación. Rosa Salazar Arenas, Gonzalo Vega y Luis Miguel se mostraron como un equipo en sincronía y armonía. En lo individual, el cantante comentó que había una conexión especial entre su personaje y él en la trama.

"Mi papel en la película es muy parecido a mí, como soy yo. Es el papel de un niño que tiene muchas amistades, amigos. Es muy versátil. Es muy parecido a mí, por eso me llevo muy bien con él (mi personaje)", dijo El Sol siendo apenas un niño.

Era un Luis Miguel con amigos, feliz, en su adolescencia a sus 13 años. Se sentía bien cuando era tratado como uno más, es decir, un chico que jugara con otros, un chico con ratos de esparcimiento, un chico que comía tortas de jamón y le compartía a los demás.

También tenía a lo más amado por él a su lado, su madre. Rosa Salazar recuerda que Marcela Basteri estuvo al pendiente de su hijo todo el tiempo durante el rodaje: “La mamá estaba presente. Cuando hicimos la película, el gran misterio de Luis Miguel que es su mamá, estaba ahí. Lo cuidaba muchísimo", aseguró.

Ya nunca más no fue un proyecto laboral para ‘El Sol’ dentro de una agenda llena de compromisos. Se divirtió al hacer el filme porque, según dijo a Televisa, la aventura del cine le mostró algo distinto que le pareció atractivo para jugar, interesante. Asimismo, ya a esa edad, comenzó a pulir un sello característico de su personalidad: la elegancia. Y eso fue gracias a Marcela Basteri.

"En ese momento Luis Miguel trabajaba todo el día. Terminábamos de filmar y él se iba a conciertos y regresaba a la mañana siguiente al set. Su mamá estaba presente, lo cuidaba muchísimo. La mamá fue quien se encargó de vestirlo. De hecho, esta elegancia que tiene Luis Miguel al día de hoy era en gran medida por la mamá. Era quien lo cuidaba, la que se encargaba de que el traje estuviera perfecto", rememora Salazar.

Rodada en 1983 y estrenada en 1984, Ya nunca más llegó a cines cuando el intérprete llegaba a los 14 años, una edad en la que un cambio natural de su organismo obligaría a dejar atrás su fama como estrella infantil para dar el paso a estrella juvenil. "Cuando se filmó estaban ya contemplando el cambio de voz. Sus padres se preocupaban mucho por el cambio de voz. Tenían miedo de que con el paso a la adolescencia se perdieran los tonos altísimos que tenía. Lo traían con maestros de canto constantemente".

Dos años después, Luis Miguel sufrió el golpe más duro de su vida, la desaparición de Marcela Basteri en 1986. Fue el suceso que lo marcó para siempre y modificó su manera de conducirse en lo personal y lo profesional.

A 40 años, si se revista actualmente, Ya nunca más se aprecia como una obra que conserva testimonio de lo que fue el último lapso de la voz infantil de Luis Miguel y su vida como estrella naciente. Es, además, un melodrama que salta de la ficción a la realidad como un triste presagio de la ausencia que afectaría su porvenir.

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