MÚSICA: La Sinfónica cumple 25 años con «el sueño» de tener una sede propia

La Sinfónica cumple 25 años con «el sueño» de tener una sede propia

La formación orquestal celebra sus bodas de plata con la interpretación del ‘Carmina Burana’ y la proyección de un documental que recoge toda su historia

Los cantos de ‘Carmina Burana’ inundan el paseo de Las Canteras

LP/DLP/Nacho González

La Orquesta Sinfónica de Las Palmas cumple 25 años «con el sueño» de tener una sede propia para los ensayos. Así lo aclaró ayer su presidente, Rubén Sánchez Araña, durante la presentación de los actos con motivo de la conmemoración de estas bodas de plata. Sánchez Araña hizo estas declaraciones en un encuentro en el que estuvo acompañado por la directora del Coro, Maite Robaina; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria Adrián Santana, y el director general de la Fundación Auditorio y Teatro de Las Palmas de Gran Canaria, Tilman Kuttenkeuler. 

El presidente subrayó que se cumplen los 25 primeros años de una segunda etapa de la Sinfónica ya que «los primeros estatutos son de 1963», pero funcionaba desde mucho antes. «Nosotros lo retomamos como un reto nuevo en 1999 centrándonos en zarzuela, conciertos escolares, ópera, etc., y hemos ido madurando y teniendo nuevas líneas programáticas». 

Citas

La primera de las cita de este aniversario será la interpretación del Carmina Burana de Carl Orff los días 31 de mayo y 1 de junio a las 20.00 horas. «En un principio solo había una única función que se vendió en dos semanas, por eso hemos sacado una segunda de la que quedan entradas». Se trata, además, del tercer Carmina Burana que interpretan. «El primero fue en 2008 en el marco del Temudas en el parque Santa Catalina», recordó. «Y el segundo hace cinco años en el 20 aniversario en el Auditorio y en Lanzarote por el centenario de César Manrique en una versión reducida».

Precisamente, el pasado sábado, como aperitivo de este evento, el coro sorprendía a los viandantes de la Avenida de Las Canteras con una interpretación en las escalinatas de acceso al propio auditorio. En este concierto participarán 70 músicos de la orquesta y casi noventa del coro, a lo que hay que añadir los cantantes solistas en las voces de la soprano Leonor Bonilla, el barítono, César San Martín y el contratenor Christian Gil Borrelli. Esta cantata firmada por el compositor alemán Carl Orff en 1937 rescata y redimensiona los poemas medievales encontrados a principios del Siglo XIX en el monasterio de Benediktbeuern, en Baviera. Orff completó un libreto en el que predomina el latín, pero en el que también incluyó una pequeña parte en alemán y francés antiguos. El contenido expresa toda una amalgama de las emociones que mueven al ser humano, lo que convierten esta obra en un clásico atemporal. 

El segundo gran momento será el estreno del documental Somos la Sinfónica, el 7 de junio, en la Sala de Cámara del auditorio, a las 19.00 horas. Se trata de una obra dirigida por Ángel Hernández Suárez, en la que se hace un intenso recorrido por la historia de su formación «y el testimonio de sus principales impulsores, el que destaca el papel de la historiadora Isabel Saavedra», aclaró. La entrada es con acceso libre hasta completar aforo, previa reserva en la web del propio auditorio.

Sánchez Araña subrayó que la Sinfónica cuenta con un espacio permanente en el Teatro Cruce de Culturas en Arinaga, pero «nos obliga a depender de su programación para organizar nuestros ensayos y a requerir otros espacios cuando interpretan obras que precisan de un gran número de músicos, como es el caso de la de Carl Orff». También añadió que siguen con compromisos fijos como el Concierto de Año Nuevo que «está muy arraigado en el público», aunque le gustaría tener más «hitos de este tipo», pero adelantó que habrá más proyectos a través de ciclos de cámara o proyectos como Salsa Sinfónica cuyo objetivo «es acercar el sonido de las orquestas a todo tipo de público».

Marta Robaina señaló, por su parte, que el Carmina Burana «es muy exigente y más cuando los componentes del coro no son profesionales». Pero recalcó que en los componentes vocales «tenemos el compromiso de ser lo mejor de nosotros, siempre lo hacemos, por responsabilidad, pero también por la ilusión, que mueve montañas». El coro está compuesto por 45 componentes de manera estable, «aunque para esta función hemos llegado a los 90 integrantes». La directora valoró que la obra de Orff precisa de «una gran forma física, en la que hay que mostrar resistencia y articulación». Pero precisó que aunque sea muy exigente también es muy satisfactoria para los cantantes».