Hace tres a�os, la impactante imagen de Tom Cruise con la cara hinchada, captada durante un partido de beisbol, hizo que saltaran las alarmas. Todo el planeta se preguntaba qu� le hab�a pasado al actor estadounidense que, hasta ese preciso momento, nos ten�a fascinados por su eterna (y un tanto inquietante) juventud.
Descartado cualquier problema de salud, la teor�a que cobr� m�s fuerza fue la de que la hinchaz�n que mostr� Cruise ese d�a era debida a uno de los m�ltiples tratamientos est�ticos a los que se somete para seguir luciendo fresco y lozano como el cadete 'Maverick' a los 60.
Cruise no es el �nico que, de pronto, aparece ante las c�maras con el rostro m�s redondo e hinchado de lo habitual, tipo Doraemon para, poco a poco, ir recuperando, su apariencia (o no). Su ex, Nicole Kidman, Madonna, Zac Efron o David Beckham tambi�n nos han hecho preguntarnos, en alguna ocasi�n, qu� les pasa en la cara, de d�nde han salido esos vol�menes tan extra�os.
La 'culpa' de toda esta 'epidemia' de caras hinchadas la tiene, ya se sabe, el mal uso y abuso de los inyectables en la est�tica. As� que, partiendo de la base de que todo el mundo envejece como quiere y se pincha lo que le da la gana, lo que s� convendr�a saber es qu� hay que hacer para asegurarse de que los resultados van a ser los deseados.
"�Qu� hay que hacer para no acabar con 'cara de Doraemon'? Creo que es esencial resaltar la importancia de individualizar los procedimientos de los pacientes, porque las necesidades de cada uno son completamente diferentes. Algunos requieren vol�menes y otros, no. En este escenario, obviamente, es muy importante el criterio del m�dico para asesorar y para seleccionar bien las caracter�sticas y las necesidades de cada persona", aconseja Jos� Mar�a Ricart, dermat�logo y director de la Cl�nica IMR en Madrid.
Dicho esto, prosigue, "lo de la 'cara de Doraemon' se produce al utilizar vol�menes de �cido hialur�nico de alta densidad (del 25-24%), sobre todo, en la regi�n de los p�mulos y, a veces, tambi�n en la de la mejilla".
El resultado perdura m�s de lo que se piensa. "Son vol�menes que dejan mucha huella est�tica y que, adem�s, duran much�simo tiempo (hablamos de a�os). A esto habr�a que a�adir el hecho de que se tienen que ir inyectando progresivamente, porque el paciente cada vez quiere y necesita m�s, lo que acaba en degenerar en una deformidad facial".
Por eso, el doctor Ricart hace hincapi� en la importancia de s� de "intentar trabajar con productos que dejen poca huella est�tica". �Qu� quiere decir eso? "Pues que lo m�s indicado es utilizar productos que lo que hagan sea estimular la generaci�n de col�geno nuevo y la retracci�n facial, como Radiesse (hidroxiapatita c�lcica). Es un tratamiento que yo recomiendo hacer cada seis meses o un a�o, dependiendo de las caracter�sticas del paciente, y que regenera los tejidos, m�s que rellenarlos o voluminizarlos".
Adem�s, este especialista aconseja "el uso, cada tres o seis meses, de Revive, una nueva generaci�n de �cido hialur�nico que, m�s que reposicionar vol�menes, lo que hace es hidratar la piel".
Combinaci�n de tratamientos
El doctor Juanma Revelles, cofundador y director m�dico de Le Boost, tambi�n incide en la importancia de combinar los tratamientos adecuados. "Hasta hace unos a�os, en los inyectables, se trabajaba exclusivamente con �cido hialur�nico que, debido a su capacidad de retenci�n de agua y la utilizaci�n de vol�menes excesivos, ten�a tendencia a redondear las caras. Actualmente, lo ideal es la combinaci�n de tratamientos, incluyendo aparatolog�a, inyectables y cosm�tica m�dica, en busca no s�lo del volumen, sino tambi�n de evitar el descolgamiento, fortalecer el soporte y, ante todo, potenciar la salud de la piel".
Revelles subraya, adem�s, la creciente importancia que se le otorga "a un concepto m�s hol�stico de la est�tica que incluya h�bitos de vida saludables". La idea, afirma, es "buscar sinergias que nos ayuden a maximizar unos resultados naturales, conforme a la tendencia hacia el 'better ageing' en lugar del 'antiaging'".
Al igual que Ricart, Revelles apuesta por la hidroxiapatita de calcio, en combinaci�n con la nueva generaci�n de �cido hialur�nico, como reina de los tratamientos por la naturalidad de sus resultados. "Un protocolo que utilizo mucho en consulta (ultraboost hydralift) es la hidroxiapatita de calcio (bioregenerador que potencia la formaci�n de col�geno, elastina y proteoglicanos con el fin de recuperar la estructura y funci�n de los tejidos) con una combinaci�n de �cido hialur�nico y glicerol (que no produce volumen, sino una hidrataci�n profunda a largo plazo para, de ese modo, crear un 'ambiente' adecuado para que el fibroblasto pueda ejercer sus funciones). De esta forma, con una sola sesi�n al a�o (aunque podr�a ser alguna m�s en funci�n de las necesidades del paciente) trabajamos la firmeza, la hidrataci�n y la calidad de la piel sin aportar volumen".
Cristina Arrubarrena, m�dico est�tico y directora de la Cl�nica Arrubarrena en San Sebasti�n, explica por qu� tambi�n aboga por este c�ctel de productos. "Se trata de una t�cnica innovadora que combina las propiedades de los dos materiales (el �cido hialur�nico y la hidroxiapatita c�lcica) para regenerar y mejorar nuestra piel, estimulando la producci�n de col�geno, hidratando y produciendo un efecto tensor con resultados naturales".
La clave de todo esto, seg�n apunta la doctora Carmen Fern�ndez Ayestaran (Cl�nica Ayestaran en Santander), radica en que, por fin, "hablamos de medicina regenerativa, de que sea el propio cuerpo responda a los est�mulos que le damos desde el exterior. En este caso, la combinaci�n de hidroxiapatita de calcio (Radiesse) m�s �cido hialur�nico con glicerol hace que la flacidez vaya disminuyendo, aportando, adem�s, un toque extra de brillo en la piel".
Hasta aqu�, la opini�n de los que saben de esto, pero, para cerrar y a riesgo de resultar insistente, no viene mal recordar que la est�tica es una especialidad de la medicina y que resulta esencial ponerse siempre en manos de especialistas cualificados que nos planifiquen un tratamiento individualizado. Lo que est� en juego es nuestra salud.