Andoni Zubizarreta (Vitoria, 1961) fue el director deportivo del FC Barcelona de julio de 2010 a enero de 2015. Arquitecto del equipo que ganó dos Champions y tres Ligas, entre otros títulos, lideró la misión de buscar relevo a Víctor Valdés. Marc ter Stegen fue el elegido hace 10 años y el próximo lunes igualará ante la Real Sociedad sus 410 partidos como portero del Barça. Sólo quedará por delante Víctor Valdés (535). Desde Bilbao, el meta del Dream Team, recuerda cómo se fichó a Ter Stegen y analiza su evolución antes de afincarse en Oporto en unas semanas como nuevo director deportivo tras la victoria electoral de André Villas-Boas, el técnico que fichó cuando era mánager del Olympique Marsella.
Primero de todo, ¿qué tal con su nueva andadura profesional?
Muy bien, es un club acostumbrado a ganar. Tienen dos Champions y dos Europa League y es un gran reto.
Hablemos de Ter Stegen. Haciendo cronología del fichaje que hizo, ¿quién le habló primero de él?
Ante todo, yo no lo fiché. Fue un trabajo de equipo como todo. El primero que nos habló de él fue Jordi Melero, porque era el responsable del mercado alemán. Yo les había dicho que no teníamos una necesidad en cuanto al portero, porque teníamos a Víctor y Pinto en 2010. Detrás estaban Masip, Oier, Miño y había otras posiciones con una necesidad principal. Lo que se buscaba era anticipar el futuro.
¿Qué destacaban esos primeros informes?
La personalidad que tenía en un Borussia Mönchengladbach que había decidido cambiar su portero veterano y capitán por uno joven e inexperto teóricamente. Eso ya podía indicar algo.
¿Cuándo se activa todo?
En el momento que Víctor nos dice que no va a seguir ahí y después tiene la desgracia de la lesión, el seguimiento se hace más concreto y específico. Estaba Ricard Segarra, que llevaba el área de metodología de porteros y eso estaba coordinado por Juan Carlos Unzué.
Jordi Mestre, Josep Maria Bartomeu, Marc ter Stegen y Andoni Zubizarreta, en 2014 el día de la presentación del alemán como nuevo portero del Barça
¿Quedó claro que era el primero de la lista?
Efectivamente, era nuestra primera opción entre otros porteros.
¿Eran más veteranos o algún joven también?
Vamos a dejarlo sin entrar en ello.
¿Qué le impresionaba más de él hace 10 años?
En el uno contra uno era muy bueno. Siempre ha tenido esa tranquilidad para jugar. Además del juego con los pies, decidía bien, elegía bien, siempre estaba bien colocado. Nosotros teníamos a Víctor, que desde ese punto de vista era una referencia muy potente. Marc era seguro en las salidas y con aquella edad (22) ya tenía un poso de personalidad. Y cuando piensas en un portero para el Barça no piensas solo en las características como portero sino que intentas trasladarlo a tu juego. Y eso siempre ha sido un problema para nosotros porque el Barça tiene un perfil de juego claro. Ahora hay muchos más equipos que juegan así pero hace diez años no era tan habitual. Había porteros que jugaban bien con los pies pero no estaban acostumbrados a dar salida al balón y a asumir este tipo de riesgos y a entender el juego también desde un punto de vista global. Eso intentas llevarlo al Barça y ver cómo encajaría. Y la gran dificultad en todas partes es que a un portero no le puedes hacer entrar 20 minutos como un pivote o un delantero. El portero juega o no juega.
Y la presión del Camp Nou.
Sí, uno de los elementos es cuando te ponen en el Camp Nou a jugar, estás tú solo y tienes muchos metros delante tuyo porque tu equipo generalmente es dominador y de repente, de lo que estás acostumbrado a jugar a lo que empiezas a jugar en este nuevo equipo, es diferente. Hay que intentar ver cómo trasladas lo que estás viendo en el día a día a lo que sería un partido.
¿Esa fortaleza mental hacía que no se viniera abajo por un error?
Tenía personalidad para seguir conectado con el juego porque no te llegan tanto y tienes pocas acciones, pero muy decisivas. Como yo he jugado en ese sitio, sé algunas cosas de esas pero es verdad que el fútbol del 94, cuando me voy del Barça y el de 2014, cuando llega Marc, ha evolucionado muchísimo. Entonces es intentar pensar en todo ese tipo de cuestiones. Y la referencia de Víctor era muy importante porque era como el portero perfecto para ese sistema de juego. Eran referencias interesantes, también la personalidad de Pinto. Esos elementos te dan un poco de tiempo que te van marcando características.
"¿La competencia con Bravo? Unzué jugó un papel determinante porque ya llevaba mucho tiempo, sabía mucho de lo que era ser entrenador de porteros y conocía muy bien esa psicología"
¿Cuántos viajes hizo para ficharle?
Yo soy muy discreto para hablar de eso. Sí dije alguna vez que nos vimos en un hotel de Düsseldorf y hablamos de lo que es jugar de portero en el Barça, de Barcelona, de ser portero no, del idioma. Él nos habló de su entonces novia, ahora esposa, y que quería que estudiara (Arquitectura) en Barcelona. Ya se le veía un chico muy serio, ordenado y estructurado. tenía muy claros los temas y también con el vivir y el convivir en esa situación.
¿Cómo llevó esas dos primeras temporadas jugando él en Champions y Copa y Bravo en Liga?
A ver, Marc es un gran competidor y además tiene una gran seguridad en sí mismo. Él también entendió que ese cambio que nosotros hacíamos en una posición central en el club con un referente como era Víctor, en su lógica entendía la decisión pero su carácter competitivo y el deseo de los porteros de jugar estaba ahí. Seguro que a Claudio le habría gustado jugar también la Champions. Eso generaba una conexión con la competición y ahí Juan Carlos (Unzué) jugó un papel determinante porque ya llevaba mucho tiempo, sabía mucho de lo que era ser entrenador de porteros y conocía muy bien esa psicología. Es verdad que el plan perfecto de Marc y Claudio habría sido jugarlo todo pero tal y como hemos visto que se ha desarrollado las cosas, creo que el plan funcionó bien.
Y en 2016 ya se planta Ter Stegen y dice que o lo juega todo o se va.
Ahí yo ya no estaba. Lo vi todo a distancia y no sé cómo se produjo todo.
¿Va hablando a veces con Marc?
Alguna vez le he enviado algún mensaje, cuando tuvo a los críos o cuando ha batido algún récord mío y le digo que eso no se hace. Y hace dos años nos vimos en Bilbao, cuando Iribar cumplió 80 años y se hizo aquella campaña de la camiseta negra. Marc jugó de negro e Iribar quería regalarle una y recibirle en San Mamés antes de un Athletic-Barça y me dijo de venir. Les presenté, le expliqué qué era Iribar para mí y luego hablamos cinco minutitos antes del partido. Una conversación de porteros interesante.
Zubizarreta, Ter Stegen e Iribar
¿En estos 10 años en qué le ha visto mejorar más?
Ha progresado en la línea de lo que de lo que pensábamos que podía hacer luego. Ha tenido esos problemas físicos que en algún momento le han podido hacer perder un punto de continuidad. Y también ha progresado en el vestuario con todo el cambio generacional que ha habido y ahí ha ocupado un espacio. Ha crecido además como persona, ha tenido hijos, se ha asentado en Barcelona y eso son cosas que te dan un aprendizaje sobre algo que no es el fútbol. Es la vida y que tampoco está nada mal. Los que somos padres o abuelos también notamos este tipo de cosas. Siempre mantiene ese punto de competición, ambición en el sentido positivo y sigue estando. Cuando no se ganan los partidos, entre los que salen a la zona mixta y hablan está él. Eso es una señal también de integración dentro de lo que es y de peso dentro de lo que es ese vestuario.
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El lunes le alcanzará en el ránking del Barça y luego irá a por los 535 de Valdés. ¿Podía imaginar que Marc llegaría a sus 410 partidos cuando fichó?
Es una gran cifra y es ley de vida que vayan llegando a esos números. Incluso podría haberlo logrado antes sin algunas lesiones. Es una satisfacción y le deseo que todo le vaya muy bien. Y no quiero dejar de recordar tampoco los números estratosféricos de Víctor en la portería del Barça.
Andoni Zubizarreta (410 partidos), Víctor Valdés (535), Pello Artola (249), Antoni Ramallets (387) y Salvador Sadurní (332), eran en 2010 el 'top 5' de porteros con más partidos en el Barça