Las balas de fogueo de Gotham contra Grifols: una historia de credibilidades heridas
Las balas de fogueo de Gotham contra Grifols: una historia de credibilidades heridas
Nueva acusación sobre Scranton

Las balas de fogueo de Gotham contra Grifols: una historia de credibilidades heridas

El fondo bajista vuelve a la carga contra Grifols con un golpe que apenas se ha hecho notar en el mercado. Su fuerza se diluye a medida que avanza una trama que ha puesto en evidencia a muchos actores

Foto: Sede Grifols. (Europa Press/David Zorrakino)
Sede Grifols. (Europa Press/David Zorrakino)
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Un nuevo envite de Gotham City hizo tambalearse este martes a Grifols, justo unas horas antes de que el fabricante de hemoderivados hiciera públicas sus cuentas del primer trimestre del año.

El golpe inicial, que llegó a superar el 5,5 % en los primeros compases jornada, evidencia que las acusaciones del fondo bajista sobre las presuntas malas prácticas corporativas de la familia Grifols siguen teniendo acogida en el mercado, cuatro meses después de la primera embestida de Gotham, que ha dejado un oneroso saldo del -30 % para la compañía catalana.

Pero la posterior recuperación (cerró con ganancias del 0,49 %), que no precisó siquiera de que la compañía catalana emitiera ninguna aclaración a la denuncia del fondo, supone una clara evidencia que los sucesivos disparos del fondo estadounidense contra Grifols han ido perdiendo fuerza. De hecho, la mayor parte de las firmas de análisis omitieron este martes cualquier mención al informe de Gotham, orillándolo como un asunto irrelevante.

Desde que Gotham inició su batalla contra Grifols, el pasado enero, han sido muchas las voces que se han cuestionado la legitimidad y la credibilidad de la actuación de un fondo que actuaba con el interés manifiesto de hacer caer el valor de la acción de la compañía sanitaria.

Foto: Sede de Grifols en Barcelona. (Europa Press/David Zorrakino)

Sin embargo, si el fondo de Daniel Yu fue capaz de producir un derrumbe del 43 % en una compañía de a 10.000 millones de euros, se debió, precisamente, a la credibilidad que se había labrado en los años anteriores con su capacidad para descubrir fallas del mercado que habían pasado desapercibidas para la mayor parte de los inversores y analistas. El bluff de Gowex fue uno de los casos más sonados.

En el caso de Grifols, sin embargo, fueron muchas las voces que se alzaron para denunciar desde el primer minuto que buena parte de las acusaciones estaban cogidas con pinzas y que el trasfondo de la denuncia –la mala gobernanza de la compañía, las prácticas contables agresivas y las complejas relaciones con accionistas y filiales– no suponía ninguna novedad.

La indulgencia de los expertos

Hay que tener en cuenta que cuando Gotham emitió su primer informe, la cotización de Grifols acarreaba ya un duro castigo (entre febrero de 2020 y enero de este año había sufrido la pérdida de casi un 60% de su valor bursátil), achacable a los efectos de la crisis del covid y su elevada deuda, pero tras el que subyacían las inquietudes generadas por sus problemas de gobernanza. De hecho, desde hacía poco más de un año, la familia Grifols se había sentido forzada a dar el histórico paso de ceder la presidencia a un externo y, posteriormente, entregarle los poderes ejecutivos, para acallar suspicacias.

Pero si la publicación de Gotham no revelaba, en esencia, nada desconocido, sí que obligaba a poner bajo el foco una serie de realidades que el mercado había decidido pasar por alto. A pesar de conocer esos problemas de gobernanza (precisamente en época de proselitismo del ESG), el posicionamiento de las firmas de análisis sobre Grifols aquel 9 de enero era extremadamente positivo. Como reconocerían días después en una de esas firmas, se había sido demasiado indulgente con unos pecados que, probablemente, merecían una evaluación más severa.

Hoy sigue imperando una visión positiva sobre las perspectivas de la compañía de hemoderivados (según los registros de Bloomberg, más del 60 % de los analistas que la cubren aconsejan comprar sus acciones). Pero este optimismo recae sobre un grupo muy cambiado por la fuerza de las circunstancias. No es solo que la valoración de Grifols se haya reducido en estos cinco meses cerca de 2.800 millones de euros, sino que la propia compañía se ha visto forzada a un inusitado ejercicio de transparencia, así como a ejecutar una serie de transformaciones en sus equipos y prácticas de gobernanza. La esperanza es que de esta crisis haya salido una Grifols mejor.

Este movimiento parece un intento desesperado por sostener la lógica de su primera acometida

En estas circunstancias, la nueva denuncia de Gotham puede leerse como un intento desesperado del fondo bajista por defender la lógica de su primera acometida frente a una víctima que, pese al daño, ha logrado sostenerse en pie (hay que recordar que el fondo sugería en su primer informe que las acciones del grupo catalán no valían nada). Recurriendo, para ello, a un hecho que, en cierta medida, puede interpretarse como ‘herencia’ del Grifols del pasado.

Pero también es un recordatorio de que Grifols se mueve aún en terrenos pantanosos y que, además de demostrar su capacidad para enderezar sus cifras de negocio, tiene mucho trabajo por delante para expiar sus viejos pecados y hacerse merecedor de la confianza de los inversores.

Al margen de lo que ocurra con la demanda interpuesta por Grifols, es posible que Gotham haya empeñado en esta saga buena parte del crédito que se había granjeado en episodios anteriores, al mostrarse incapaz de sacar a la luz hechos graves e incontestables que sustentaran su tesis de que Grifols era una compañía "ininvertible". Pero lo cierto es que, si se tratara de buscar al malo de esta película, el fondo bajista no sería, ni mucho menos, el único candidato.

Un nuevo envite de Gotham City hizo tambalearse este martes a Grifols, justo unas horas antes de que el fabricante de hemoderivados hiciera públicas sus cuentas del primer trimestre del año.

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